¿Quién era ella?

Capítulo 42

Narra Logan:

Lanzaba la pelota, chocaba contra el techo, caía con velocidad y la atrapaba. Hacía un largo rato que estaba así.
Me encontraba tirado en mi cama, boca arriba. ¿Les soy sincero? No tengo ni la más remota idea de qué hago así, pero ando aburrido, leería un libro aunque me he tragado todos y yo jamás releo una historia. ¡Jamás! Tengo una tara con no volver a tocarlos una vez que visualizo el Fin.

¿Yo tendré un Fin tan grato como el de la mayoría de las novelas?

¿Estará ligado con Victoria?

Sonrío al pensar en ella, pero en seguida, se borra mi sonrisa. Aún me siento culpable –cosa rara en mí– por haberla tratado tan mal, aquella noche, sólo por un ataque de celos. No tengo por qué desconfiar de ella, es mi pequeña y eso nada lo va a cambiar.

O eso espero...

Creo que si me pagaran por ser idiota, sería millonario.

La lastimé mientras ella estaba buscando consuelo. Creo que lastimar a las personas ya se me ha hecho costumbre.

Supongo que las personas que más heridas estamos, tendemos a lastimar a las demás.

Yo no quiero lastimarla, pero a veces no puedo evitarlo. Ella y Finn tuvieron algo alguna vez, no quiero ni que se le acerque. Ni él, ni nadie.
Entiendan que siento esto porque le tengo afecto, es la primera vez que me pasa y no sé cómo llevarlo adelante.

Sin mencionar que he lastimado a muchas chicas por no corresponderles...
Solía acostarme con muchas sin compromiso alguno, sólo por placer. Ahora, puedo esperar una eternidad por ella.

Agarro la pelota y la dejo caer en el piso, ya me había cansado este jodido juego.

Siento la puerta de la entrada abrirse, debe ser Jane.
Me bajo de la cama y camino hasta la planta inferior. Sin embargo, sólo me encuentro a mi madre y su estúpido novio, riendo y besándose, con cajas al rededor.

– ¿Qué es esto? –Miro todo el panorama con las manos en los bolsillos, avanzando lentamente hasta ellos, pero no demasiado, quiero a ese tipo lejos de mí.

La sonrisa de ambos se borran al verme, ¿tan feo soy? Encarno una ceja cuando Jane le susurra algo al oído a Peter y éste desaparece.

Traga saliva mientras se acerca a mí. Me abraza, y yo confundido, le correspondo. Algo todavía más raro en mí.
Luego se separa y me mira, soy más alto que ella, por lo que debo agachar un poco mi cabeza.

Forza una sonrisa y jala de su collar. Victoria hace cosas similares con sus dedos o pulseras cuando está nerviosa.
Sí, no puedo dejar de pensar en ella ni por un jodido segundo.

– Logan... Hijito. –Esto no me huele bien. Achino los ojos y frunzo el ceño–. Sabes que hace cuatro años que estoy con Peter –me recuerda– y pensaba que podíamos llevar nuestra relación... A... Otro... Nivel.

Mi rostro se relaja, pero no lo estoy. Aprieto los puños y me alejo unos pasos de ella. ¿Cómo dijo? ¿Él, viviendo en nuestra casa? ¿Qué sigue, casarse? No pienso llamarlo "padre".

– ¿Estás loca? –Gruño.

– Hijo... –Intenta tomarme la mano pero retrocedo otra vez.

– ¿Traerlo aquí? ¿A vivir, con nosotros? –Mi respiración se acelera y vuelvo a fruncir el entrecejo–. ¿Por qué ni siquiera lo consultaste conmigo?