Capítulo 4

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  Estaba tranquila escuchando música cuando mi hermano aparece y me saca los auriculares.

– Hermana, deja de escuchar a esos cinco idiotas británicos y ve a ver a tu novio que te espera abajo.

– ¡¡Son cuatro!! –Le grito con tal fuerza que se cayó de mi cama. Me enoja que aún no entienda que Zayn se fue...

Supéralo. Ordenó consciencia. Creo que debería hacerlo.

Bloqueo el celular y lo dejo a un lado, mis piernas flaquean cuando se apoyan en el piso, Christian está esperándome, abajo, en mi casa. Él no es de venir a menos que sea por un tema muy delicado.

Mi hermano salió corriendo no sin antes gritarme "loca."

Bajé agarrada a la baranda de la escalera. Mi corazón latía tan fuerte, parecía que se saldría de mi pecho. Torpemente, llegué hasta abajo y cuando lo vi, sentí unas ganas de correr a mi cuarto nuevamente, encerrarme y espera a que se fuera. Mis manos estaban sudadas, por lo que me las pasé por el pantalón con el fin de secarlas un poco. «Lo sé, soy un asco.»

– Vicky. –Dijo él mientras se acercaba a mí. Intenté sonreír, pero creo que salió una mueca. – ¿Cómo estás? —Preguntó no muy interesando en saber la respuesta. Ocultaba algo, como si sospechara o supiera lo que pasó.

– Excelente, mejor que nunca, ¿por qué? ¿Qué sucede? ¿Estás bien? –Entré a preguntar como una loca. El pánico me invadió.

Me miró confundido a lo que yo reí nerviosa. Se acercó más hasta mí, me tomó de la cintura y me besó. No fue un beso tierno, lleno de cariño y amor —como el que me di con aquél muchacho en el baile—. Fue uno más bien salvaje y posesivo, lleno de deseo. No era de mi total agrado. Christian es un buen besador, pero también puede llegar a ser algo agresivo. Me mordió el labio ferozmente a lo que yo gemí, más que nada por el dolor; él aprovechó la situación para que su lengua pueda inspeccionar mi boca. Intenté seguir su ritmo, pero estaba muy prendido, ¿qué le pasaba?

Me llevó hasta la pared, agarró mi muslo de la pierna izquierda y lo levantó hasta pegarlo contra la suya.

Lo agarré del cuello, subí mis manos y jalé de sus pelos haciendo que él gruña de placer. Quise separarme, el beso no me gustaba, pero él no me lo permitió.

— ¡No te la comas! —Se escuchó una voz cerca nuestro, Chris se separó bruscamente. Miramos a nuestro costado y estaba Max subiendo una ceja y cruzado de brazos—. Si viniste a tragarte viva a mi hermana, mejor vete.

Le agradecí mentalmente a mi hermano por su advertencia. Qué extraño, es decir, nunca pensé que tendría que agradecerle a Max por interrumpir un beso con mi novio.

– Es mi novia, puedo besarla. —Se defendió Chris, yo sólo tocaba mi pobre labio hinchado. Sé que sonó muy exagerado pero me mordió con mucha violencia. Ésta parte de Chris no me gusta, no era así cuando lo conocí.

Max rodó los ojos, giró sobre sus pies y se fue, algo que lamenté. La mirada de mi novio volvió hacia mí. Me observó con lujuria, lo que me dio más miedo que otra cosa, sus manos se posaron en mis caderas una vez más, sin embargo puse una de las mías en su pecho deteniéndolo.

– ¿Por qué estás aquí sin aviso? ¿Pasó algo? –Solté lo más calmada que pude.

Él bufó frustrado. – Anoche te perdí de vista un segundo y ya no te encontraba más. Te llamé pero no contestabas. Hoy también pero ignoraste mis llamadas.

Fruncí el ceño.

— Primero, me dejaste por tus amigos. Segundo, mi celular murió y olvidé cargarlo.

— Mentira. —Chris se acercó más a mí, amenazante. Empezó a dejar besos en mi cuello, me estaba provocando y lo disfrutaba—. Te vi en línea ésta tarde. Además estás muy nerviosa. Algo me escondes...

Su aliento chocaba contra mi cuello. Mi respiración se hizo más pesada y mi pulso se aceleró, nuevamente.

— Basta. —Intenté alejarlo de mí pero su agarre de mi cintura se hizo más duro—. Dije "basta", Christian..., voy a gritar si no me sueltas.

Me miró como si fuera un Alien o algo parecido. Frunció el entrecejo y me soltó, apretando la mandíbula. Estaba enojado.

— ¿Qué te pasa? —Se cruzó de brazos—. ¿Hay algo de lo que me debas hablar?

– Eso mismo me pregunto de ti. Estás tan raro. Celoso, posesivo, controlador, ya no me dices que me quieres, o que me extrañas. Te vas con tus amigos a todos lados dejándome sola. No me envías mensajes tiernos, ni siquiera me besas con delicadeza. ¡Mira! –Dije agarrando mi labio y estirándolo. – ¡Me mordiste!

Suspiró—. Creo que ya pasamos la etapa cursi. En dos días cumpliremos once meses. —Dio un paso adelante, yo quise retroceder pero ya estaba apoyada en la pared.

— ¿Eso qué tiene que ver?

— Sabes que no te quiero, te amo. Eres importante mí. Es verdad, me volví posesivo y celoso, pero es porque eres mi todo. —Agarró mi mano—. Y yo no soy el que me fui de la fiesta sin avisar. Todavía no me has dicho el motivo de tal acto.

Quise gritarle que se vaya de mi casa, pero ya bastante que lo engañé con alguien a quién ni siquiera conocía. Lo de menos era que lo escuchara. ¿O no? Bueno, si es que la conversación dura.

— No, es verdad, si me avisaste cuando te ibas con tus amigos a beber. —Hablé algo molesta—. Dejándome sola.

— ¿Y cuando volví dónde estabas?

— Yo... —Me sentí una tonta por no poder contestarle. Busqué alguna excusa para salirme de esta, pero nada se me ocurría.

— ¿Tú, qué?

Respiré profundamente, buscando hasta la más mínima y estúpida excusa. Nada. Sus ojos me penetraban y me torturaban, sabiendo que escondía algo.

Bah, ya no se puede hablar contigo. —Gruñó soltando bruscamente su agarre de mi mano. Se dio la vuelta y se fue de mi casa dando un portazo. Me deslicé contra la pared hasta sentarme en el piso y me largué a llorar. Demasiadas emociones acumuladas. Junté mis rodillas contra mi pecho, las rodeé con mis brazos y escondí la cabeza entre éstas.

Me lo merezco por perra, porque eso soy.

Te estás torturando demasiado. Opinó mi subconsciente. No lo creo, no lo creo. Es verdad que siempre me he juzgado peor que cómo lo hacen las demás personas, pero soy una zorra barata.

No me arrepentía de haber besado a aquél chico, me arrepentía de haberlo besado teniendo novio. Nunca antes engañé a Christian, ¿por qué esa noche tuvo que ser la excepción?

¿Por qué tuve que ser una completa idiota?

¿Por qué me gustó ese beso con aquél desconocido?

¿Por qué quiero volver a verlo?

Pero lo más importante...

¿Quién era él?

¿Quién era ella?Where stories live. Discover now