Capítulo 24

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Capítulo sorpresa, ojalá les guste. ¡Besos!

– Vamos brujita, despierta. – Una voz me llamó, mientras me movía. Abrí los ojos y me encontré a un guapísimo y alegre Finn, mirándome. Levanto mi cabeza, la tenía pegada en su hombro, ¿cuando me quedé dormida? – Ya llegamos.

Bostezo tapándome la boca. – Uhm... Ok... – Me acarició la mejilla y bajó. Miré por la ventana: Max tenía a Lola sobre su hombro, giraban y reían, Thiago y Melissa bajaban los bolsos de ella, no sé por qué los trajo, ni qué lleva allá adentro. Sólo estaremos un día.
Sonreí, qué linda imagen me encuentro. Todos juntos, felices, riendo.

Bajo y ayudo a Finn a llevar las cosas. Entramos a la gran casa de verano y Henry nos recibe con una gran sonrisa plasmada en su rostro. Lo saludamos y nos avisa dónde dejar las cosas, llegamos temprano para ser los primeros y acomodarnos tranquilos. Sólo habían ocho o nueve personas hasta ahora, aunque ya me parecía bastante.

– ¿Estás bien? – Preguntó Melissa.

Le sonreí y asentí. – Vine a disfrutar.

Me correspondió y avanzamos hasta la pileta. El parque era hermoso, me saqué la pupera que llevaba, bajé mis shorts y dejé contemplar una linda bikini blanca. Mis amigas estaban hermosas, Meli con una linda malla negra y Lola una celeste.

Ésta última se sentó en el borde y mi hermano, ya cambiado para poder nadar, copió su acto y se dispusieron a platicar. La rubia se encontraba nadando con Thiago, Sean estaba trayendo las cervezas, oh definitivamente no voy a tomar. Ahora yo me pregunto... ¿Dónde está-

– ¡Al agua, sirenita! – Me carga en sus brazos y se lanza al agua. Estaba helada, o capaz que mi cuerpo en una temperatura muy alta. Me alejo de Finn y comienzo a nadar hasta la orilla, pero me sostiene del brazo y me pega a su esculpido torso. – ¿Adónde crees que vas? – Subió una ceja.

Reímos y nos lanzamos agua, cada vez había más gente pero el ambiente no se tornaba aburrido, estábamos bien.

Claro... Hasta que apareció él, sí, Logan. No me vio, pero con mis ojos lo seguí mientras avanzaba a un grupo de chicos y los saludaba, con él apareció otro chico del cuál desconozco el nombre.

No voy a dejar que arruine otra noche.

Aunque la siguiente duda que me surge, es bastante interesante: ¿Podré sacarlo de mi cabeza?

– ¿Qué miras, brujita? – Preguntó Finn y siguió mis ojos, yo desvié la mirada y frunció el ceño.

– Oye –le lancé agua para cambiar de tema– a que no me atrapas. –Salí disparada, recorriéndome toda la pileta, nadando lo más rápido que mis extremidades daban.
Sin embargo, una mano agarra mi pie y tira de él, más tarde, ya me tenía sobre su hombro. Mis carcajadas no podían cesar.

– Para ser una sirena bruja, eres muy lenta. –Se burla y pataleo para soltarme. Enseguida siento una palmada en mi trasero y mis mejillas enrojeces. No me lo guardo y también palmeo sus grandes pompas. – Hey, atrevida, ¿cómo se te ocurre hacer tan cosa? –Ambos reímos.

(...)

Me puse el short sobre mi otra bikini negra –la otra se estaba secando– la fiesta no iba a ser tan formal, todas estábamos iguales. La música se empieza a escuchar y en un abrir y cerrar de ojos, toda la masa de adolescentes se movió hacia la "pista" de baile.

Pasa un chico y me entrega un vaso rojo lleno de alcohol, le sonrío, éste se aleja y dejo el vaso en una mesa: cero alcohol, quiero estar consciente de lo que hago.

¿Quién era ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora