Capítulo 26

2.9K 166 12
                                    


Narra Victoria:

¿Qué se le puede regalar a un chico que cumple 18 años?

Gruñí en mis interiores. No se me ocurría nada, mañana va a ser el cumpleaños de Logan y aún no tenía ni pensado en un posible regalo.

Los voy a orientar un poco: luego de la fiesta, pasaron un par de semanas, él y yo íbamos de maravilla, nunca creí que estaría tan loca por un chico que conozco hace unos meses nada más. También que lo conocí de una manera muy rara, en verdad.

– Quiero que traigan leído "Los árboles mueren de pie" de Alejandro Casona, para la semana que viene —ordenó el profesor de Literatura, mientras guardaba sus cosas—, y que hagan una crítica del mismo en más de cien palabras, cursiva y tinta azul.

Tocó el timbre y se despidió. Sonreí al terminar de anotar todo, me levanté y me fui con las chicas.

— Yo a Max le regalé una pelota para su cumpleaños —Lola se encogió de hombros.

— Bueno, en ese tiempo ustedes dos no eran nada. —Melissa habló y subió una ceja.

— ¡Tampoco es nada serio lo que tenemos ahora! —Rodó los ojos y nosotras dos reímos.

Me dirigí a mi casillero para guardar las cosas, una clase más y me libro. Hoy es Viernes, por lo tanto, salimos antes. Pero al abrir éste, encontré otra nota. Tragué saliva y luego la agarré.

"No te cansas de fastidiarme, pequeña."

Mis ojos releían repetidas veces la nota, ¿qué es esto? De Logan no, lo conozco bien para saber que primero: ésta no es su letra. Y segundo: no tendría por qué hacerlo.

Entonces, si no es de él, ¿de quién?

– Hola, nena. – Su voz me sobresaltó. Arrojé la nota en el casillero y lo cerré con exasperación. Me di la vuelta y le sonreí. Luego la tiraré.

– Hey. —Intenté no sonar nerviosa.

Frunció el ceño—. ¿Todo en orden?

— Sí, excelente. ¿Tu?

— Mejor ahora. —Besó mis labios y sonreí entre beso y beso.

La campana retumbó por toda la escuela, avisándonos de que debíamos asistir a nuestras respectivas clases. Tomó mi mano y nos encaminamos a ésta.

Llegamos al salón y nos sentamos atrás del todo, contra una esquina. Durante toda la hora no pude evitar sentirme incómoda al tener clavada una mirada en mí. Agarré valor y examiné la clase entera para averiguar quién era. Mis ojos se conectaron con los de él.

Christian.

Se encontraba sentado con Jessica, mirándome con una media sonrisa y el ceño levemente fruncido. No pude descifrar su rostro pero de lo que estoy segura es que me daba escalofríos.

Corro mi cabeza y miro a Logan, su perfil era perfecto, me distraje por completo viéndolo. Observé cada detalle mientras él anotaba algunas cosas. Su nariz es perfecta, ni muy grande ni muy pequeña. Ojos celestes profundos, labios carnosos y rosados. Mierda, este hombre me trae loca. Sinceramente soy muy afortunada de tenerlo.

– ¿Te gusta lo que ves? – Me pregunta en tono burlón y me sonrojo al tiempo en que mi vista vuela hacia el frente y empiezo a tomar algunos pocos apuntes que habían en la pizarra.

– ¿Te soy sincera? Sí.

Me mira y me roba un beso. La sangre sube a mis mejillas. Me vuelve completamente loca.

¿Quién era ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora