Capítulo 51

1.8K 194 10
                                    


Max me ordenó que luego de la escuela, fuera a Starbucks, pues tenían algo importante para decirme. Tocó la campana, yo fui al baño a arreglarme un poco y al ver que ninguno de mis amigos estaba, empecé a desfilar hacia la salida.

— ¡Vicky! —Escuché una voz femenina—. ¿Te llevo?

Me doy vuelta y veo a Jessica no tan lejos de mí, yendo al estacionamiento, con las llaves de su auto en manos.

— No, gracias. No hay problema, Jess. —Le sonrío y sigo mi camino.

Empiezo a pensar en todas las posibilidades de cosas que podrían pasar cuando llegue. Tenían algo para decirme, sólo espero que no esté relacionado con mi cumpleaños ni nada por el estilo.

Narra Logan:

Pido todos los batidos, incluyendo el favorito de Vicky. Me los entregan luego de pagar y me dirijo a la mesa dónde se encontraban todos sentados.

Thiago con Melissa abrazados, Max con Lola hablando sobre la pulsera que él le regaló y Finn platicando con Sean.

No saben la fuerza que hice para contener mis impulsos y no golpear al castaño hace unos días, cuando le recordaba a mi novia lo idiota que está por ella. Respiro hondo y dejo la bandeja con las malteadas, encima de la mesa.

No sé cómo voy a hacer para contenerme dos jodidas semanas con él, cerca de mí.
Sí, seguro se preguntarán a qué viene eso. Bueno, se enterarán pronto.

Una campanilla suena, avisando que alguien entró al lugar; subo mi mirada y me derrito al ver a mi novia avanzando hacia nosotros. Su melena rubia tan brillosa y sedosa, con sus pupilas dilatadas, los labios húmedos, mejillas levemente coloradas, las cuales resaltan el celeste de sus ojos. Es jodidamente hermosa, y mía.

Una vez cerca de nosotros, planto un beso en su frente a lo que ella me dedica una enorme sonrisa y le hago un espacio a mi lado. Luego de saludar a todos, paso mi brazo sobre sus hombros e ignoro las malas caras que hace Finn.

— Vamos, sólo díganme. Hace semanas que me están escondiendo algo y ya no lo soporto más. —Habla seria, mientras deja su malteada a un lado.

Le sonrío sin mostrar los dientes—. Prepara tus valijas, en tres días nos vamos.

Me mira con mucha confusión, y me dan ganas de devorarle esos perfectos labios que tiene. Frunce el ceño y niega con la cabeza, aún sin entender.

Max llama su atención—. Nos iremos a Alberta, Canadá, por dos semanas.

Veo como los ojos de Victoria se abren de par en par y emanan un brillo singular. Sus labios se separan un poco y nos observa buscando alguna pizca de mentira.

— ¿Y a qué viene eso? —Una gran sonrisa reaparece, plasmada en su bella cara. Agarro mi batido y bebo un poco, mientras Melissa le explica la razón del viaje, cosa que al parecer no le gusta, pues la felicidad parece abandonar su rostro, nuevamente.

— Ya les dije que para mi cumpleaños no quiero-

La interrumpo—. El viaje ya está organizado y pagado. —Le acaricio el mentón—. Por favor, nena, ven con nosotros, amas viajar y eres el motivo de este vuelo.

Lola pone su pasaporte frente a ella—. No puedes negarte, como dijo Logan, ya todo está hecho. Lo que nos queda es disfrutar.

Lo sostiene y sus ojos vuelven a iluminarse—. Yo... Ay..., no sé qué decir. —Nos mira y asiente, encogiéndose de hombros con alegría—. Simplemente gracias, chicos.

(...)

— Estoy nerviosa. —Confiesa, con una gran sonrisa, mientras me agarra la mano.

— ¿Nunca has volado? —Le pregunto, llevando un mechón de pelo, detrás de su oreja, para luego acariciarle la mejilla.

— Sí, claro que sí. —Me mira con ternura—. Es más que nada por las ansias que tengo. —Se inclina y me besa los labios—. Muchas gracias, Logan.

— Te quiero, Vic. —Susurro contra los suyos.

— Yo igual. —Me sonríe, una vez que se vuelve a sentar. Se apoya sobre mi hombro, y decide dejarse llevar por el sueño. Me deleito observándola por unos segundos y luego miro por la ventana del avión, la linda imagen que me regala.

No puedo creer que esté volando en un avión a Canadá, con mi hermosa novia.
Nada va a arruinar esto, juro que haré lo que sea para que tenga el mejor jodido cumpleaños de su vida. Será inolvidable. Respiro profundo y cierro los ojos, aún sintiendo nuestras manos entrelazadas.




+35 votos y sigo.

¿Quién era ella?Where stories live. Discover now