¿Quién era ella?

Capítulo 11

Terminar una relación de once meses no significa que esos once meses se fueron a la basura. Que los desperdicié. ¡No! Cuando estás con alguien, el tiempo que sea y de la forma en que pasen las cosas, no debes arrepentirte, porque si te lastimó, saliste aprendiendo algo.

"A veces se gana perdiendo."

Puede ser que estés mal al principio, o que te duela mucho, pero es una forma de avanzar. ¡Y no te arrepientas! Si lo hiciste, fue por algo... O por alguien.

Yo lo hice por muchos motivos, lo nuestro no era lo mismo, muchos baches que nos impedían avanzar, peleas o actos que estropeaban nuestra confianza.

Pero ya se acabó, y mírenme, aquí estoy, enfrentándolo y acostumbrándome a mi libertad, si es que se lo puede llamar así.

Ahora no me sentiré mal si estoy con Logan o si siento lo que siento por él.

– Estas muy callada. ¿Pasó algo? –Max me sacó de mis pensamientos mientras se llevaba otro pedazo de carne a la boca.

Negué con la cabeza. – No, ¿por?

– Cómo va todo con Chris? –Cuestionó sin quitar sus ojos de mí. Suspiré y negué con la cabeza mientras me servía más puré de papa. – ¿Te hizo algo?

– No, terminamos; es sólo que ya no era lo mismo. Hablemos de otra cosa.

– Perdón. –Llevó más comida a su boca. – Mañana es mi fiesta, ¿me ayudaras a preparar todo? –Ahora su tono era más emocionado.

– Si no me queda de otra. –Me encogí de hombros y luego reí. – Claro que te ayudaré.

Sonrió y seguimos comiendo.

(...)

En mis manos tenía aquella máscara dorada que usé la noche de la fiesta. Rocé el borde de ésta con mi pulgar derecho y sonreí de lado.

Tengo lindos recuerdos con ella.

La guardé en un cajón del cuarto. Debo seguir ordenando todo para la fiesta.

Max y unos amigos estaban preparando la quinta de nuestros abuelos para el gran cumpleaños de él.

Seguro se preguntarán: "¿Qué hace tu máscara en la casa de tus abuelos?"

Para empezar, ni siquiera era mi máscara, era de mi abuela. Me la dio cuando era chica y la verdad es que representa algo muy transcendente para mí.

(Transcendente: importante).

Bajé y me encontré a algunos amigos de mi hermano, colocando luces, acomodando mesas y otras cosas. El lugar era amplio y bastante moderno. Nuestros padres se encargaron de ello.

Ayudé en la cocina a ordenar el alcohol. Sí, en una fiesta de Max es indispensable beber.

– ¡Vicky! –La voz de Melissa me sorprendió. Volteé y ahí estaba, con Lola a su lado. Caminé hasta ellas y las abracé.

– Gracias por venir. –Les sonreí.

– ¿En qué te ayudamos? –Preguntó Dolores.