Capítulo 74

1.4K 134 36
                                    


Subí al auto, cerré la puerta con fuerza y golpeé el volante sintiendo un horrible dolor en todo mi cuerpo mientras lloraba de manera amarga y desesperada. Estaba tan cansada de no poder conseguir lo que quiero. ¿Era tan difícil poder estar con Logan sin que nada ni nadie interfiriera?

Arrojé mi bolso al asiento de al lado, haciendo que este cayera donde se apoyan los pies e hiciera un sonido más feo de lo común. Ni me gasté en revisar el por qué. Tomé la cadena que tenía colgando en mi cuello con la llave y la apreté, sintiendo el cálido metal apretarse contra mi piel.

— No puedo seguir... —Sollocé—. Ya no puedo.

Carecía de motivos para vivir, o por lo menos, así era el vacío que sentía en mi interior. Observé la casa de mi ahora ex novio, y persona número uno en la lista de gente que me odia. Ví una sombra sobre su ventana, me estaba mirando. Seguro chequeando que me fuera de una maldita vez.
Encendí el coche, y arranqué hasta mi casa lo más rápido que pude, llorando, maldiciendo, recordando, sufriendo.

Al llegar a ésta, no quise ni siquiera entrar. No tendría consuelo ahí.

Abrí y cerré la puerta principal con furia, anhelo por volver y explicarle todo, pero también con odio al saber que no me creería por las horribles palabras que salieron de mis labios. Nunca me creí capaz de decirlas. Esta era una nueva faceta de mí que no conocía. Bueno, no la conocía hasta recién. La verdad es que... estaba mejor al ignorar que existía.

Escuché unos pasos bajar. Observé la casa, habían unas pocas cajas todavía. Me encontraba tan fatigada que quise relegar* el hecho de que Max estaba a tan sólo unos pasos de mí, exasperado por saber qué pasó.

Relegar: ignorar, apartar, dejar de lado a alguien o algo.

— ¿Y bien? —Se posó delante mío. Lo miré con frialdad, lo que al parecer, lo hizo sentir intimidado.

— Iré a dormir. —Nuestros hombros se rozaron cuando pasé por su costado.

— ¿Pero qué pasó con Logan?

— ¡Lo que querías que pasara, Max! —Exclamé irritada. Miré a mi hermano de una manera tan... extraña, tal vez ocultando mi dolor, pero no mi enojo—. Logan me odia, ¿estás feliz?

— Acordamos que lo haríamos por mamá. —Apretó la mandíbula. Sé lo mucho que Max apreciaba a Logan y que esto era difícil, pues él también debió despedirse de Lola, quién no se lo tomó del todo bien pero llegó a comprenderlo.

— ¿Y qué hay de mí? —Agité mis brazos frenética—. Me siento una completa estúpida. —Llevé ambas manos a mi rostro y lo froté—. Tuve que haber buscado otra salida.

— Tal vez no la había... —Quiso animarme, pero ya nada puede hacerlo.

— Sí la había. —Contesté con dureza—. Pero ya es tarde, y me arrepentiré de esto toda mi vida. Sin embargo, ¿qué más se podía esperar de mí? Vengo de esta familia que lo único que sabe hacer es dañar. Está en mis genes.

— ¡Deja de decir estupideces!

— ¡Estoy diciendo la verdad! —Rugí—. Ben engaña a mamá, nos insulta, nos abandona y luego corremos el riesgo de que reaparezca y nos haga algo. Helen empieza a beber y se descarga conmigo. Tú desapareces cuando más lo necesito, de repente vuelves y lo único que me pides es que deje a Logan porque el loco que se hace llamar mi padre está en no sé dónde y nadie sabe qué intensiones tiene con nosotros.

Para ese entonces yo estaba llorando, otra vez. Últimamente es lo único que puedo hacer, pero eso no significa que me esté calmando. Creo que, aún así, estoy empeorando.

¿Quién era ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora