¿Quién era ella?

Capítulo 71

Tomé aire y hablé:— Sabes que sin ti, hoy no sería la persona que soy. 

Logan me observó durante unos minutos, cualquiera diría que estaba aturdido y no escuchó, o tal vez perdido en sus pensamientos y no prestó atención; pero yo sé que esa mirada neutra se debía a todo por lo que hemos pasado, y los cambios que se han instalado en nosotros. Las personas maduran por distintas experiencias, éstas pueden ser buenas o malas. El punto es que el hombre al frente mío, fue una.

Logan fue una experiencia única e inolvidable. Quisiera saber cómo voy a hacer para apartarlo de mi vida y seguir, si es que eso va a pasar.

— Yo tampoco. —Habló por fin—. Me has hecho ver el mundo desde un ángulo más hermoso. Abriste mi mente a nuevas emociones. Le has dado motivo a que despertara cada mañana.

Deslizó su mano hasta agarrar la mía.

— No quiero alejarme de ti... —la voz se me quebró y la mirada se me nubló por algunas lágrimas traicioneras. Ya no podía ocultarlas, era inútil.

— Nadie va a alejarse de nadie. —Llevó su pulgar a mi mejilla y con cuidado secó mi piel húmeda.

Él sabía que eso no era verdad, poco tiempo nos quedaba juntos. Pero ignoro el por qué de su insistencia. Espero y haya olvidado la posibilidad de mudarse conmigo. Arruinar su futuro no está en mis planes.

— No entiendo por qué insistes. Sabes mejor que nadie que no hay futuro para un nosotros.

— Insisto porque aún tengo esperanza de que sí lo haya. —Su voz sonó frágil y dolida—. Joder. Te amo. Te amo de una manera que nadie podría entender. No voy a cruzarme de brazos tan fácilmente. No podría hacerlo tampoco, ni aunque quisiera.

Solté algunos sollozos mientras cerraba y apretaba los ojos. Llevé ambas manos a mi rostro y me largué a llorar. ¡No puedo! ¡No puedo seguir adelante sin él! Sería como separarme de una parte de mi cuerpo.
Cada uno de sus brazos me rodeó y me acogió. Odiaba amarlo tanto y saber que no hay posibilidades de que nuestros caminos se junten.

Pensé en que sus padres hablaran con mi madre, pero de nada serviría. Helen está muy preocupada como para pensar en otros planes improvisados. Un tiro al aire. Mudarme a Chicago costaría demasiado dinero, no sólo porque tendré que conseguir apartamento y Universidad nueva, sino que Max estará en otro sector del país.
Y ni hablar de Logan mudándose conmigo. ¡Qué mal quedaría ante sus padres si les rogara que su hijo dejara todo, para vivir conmigo! Parecería caprichosa.

— ¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué el amor duele tanto? —Pregunté entre lágrimas y sufrimiento.

Si alguien me hubiera dicho que enamorarse dolía tanto, no lo hubiera hecho. Pero ese constante deseo de ver a una persona, y saber que ella te corresponde ese afecto, es más que satisfactorio.

Sentí cómo me apretaba más contra su pecho—. No lo sé. Y tampoco sé si somos nosotros o el mundo que conspira en nuestra contra.

Esperé unos momentos a que mi respiración se regulara.

— Hay algo que podemos asegurar, y es que nada de esto pudo haber sido un error. —Asiento lentamente mientras despego mi mejilla de su esbelto pecho y lo miro. Aquellos ojos azules brillaban. Estaban cristalizados. Me daba lástima que él no se animara a desahogarse como yo lo hacía en su presencia.