¿Quién era ella?

Capítulo extra

Narra Victoria:

Diablos, sí, estoy nerviosa. Pero también estoy feliz.

Rodeo el brazo de Max mientras lo observo con euforia. Me sonríe y besa mi frente.

— Eres preciosa.

Agacho la mirada pero luego la levanto y miro sus ojos—. Es de familia.

Ríe divertido mientras se prepara. Parecía hasta más nervioso que yo. Sonreí al pensar en aquello, hay cosas que jamás cambian... y qué bueno.

— Te quiero demasiado. —Comenta.

— Sabes que yo a ti también. —Respondo intentando no abrazarlo y hasta, tal vez, llorar—. Siempre pensé que sería Ben el que me acompañaría.

— Igual yo. —Su mirada se dirige al frente—. Que suerte que no es así.

Las puertas se abren y avanzamos. Mi largo vestido blanco resplandece contra los demás. Max estaba encantador. Todas las miradas recayeron en nosotros, lo que aumentó mi euforia, pero al mismo tiempo mis nervios. Mi agarre hacia su brazo se fortalece. Sus ojos me observan de reojo, pillándome con tantos nervios y una inocente sonrisa se forma en su rostro.

Avanzamos lentamente. No importa cuánto tiempo pase, siempre seré una mujer tímida y nerviosa. Sólo hay alguien que me ayuda a luchar contra esos defectos. Logan.

Mis ojos, que estaban posados en el suelo, suben. Querían encontrar a la persona que me ayuda a vencer todo. Es mi escudo y espada. Como yo lo soy para él. 

Lo encuentran. Ahí estaba Logan. Siempre tan perfecto. Su mirada se iluminó como nunca al verme. Sonreí, encontré valor y seguí a paso un poco más rápido y seguro. Estaba tan emocionada por llegar allá y demostrar públicamente que soy suya, hoy y siempre.

La tan llamativa llave que se encontraba como cadena colgando en mi cuello, brilla ante la luz que se asoma por los grandes ventanales a nuestros costados. Era una llave común y corriente para cualquier otra persona, pero para mí, representa algo mucho más trascendente.

¿Sabían que, a medida que pasó el tiempo, aquella cajita fue llenándose de fotos? Quiero dejarla repleta de recuerdos, para un día cerrarla. Mis hijos heredarán la llave y con ella la cajita; pero será como un acertijo, deberán encontrar ambas y unirlas para ver lo que se encuentra dentro. Así, un día, ellos podrán tener sus propios recuerdos, en su propia caja y con su propia llave.

Max me suelta una vez que llegamos al altar y me rodea con sus brazos. Correspondo el abrazo. Toma mi mano y la acerca a la de Logan. Éste me sostiene con fuerza, pero sin hacerme daño.

Me acerca a él y besa mi mejilla, para luego susurrarme unas palabras al oído:

Te amo, Victoria.

Lo miro más que alegre. Observo al hombre que amo de una manera inimaginable. No hacía falta decir que yo también lo amaba, porque él ya lo sabía. Todos lo sabían. 

Esto me recordó a mis sueños, más bien mis pesadillas sobre Christian. Cualquiera en mi lugar lo odiaría, pero yo no. Sufría Bipolaridad. Estaba encerrado en algún Hospital o centro médico. ¡O quizás no! Quizás se curó y formó una familia. Yo ya ni siquiera pienso en él. Lo único que quiero para aquél desconocido, ahora, es que encuentre la paz.

Pero, si había algo que podía asegurar, era que esto no era un sueño. Era real. Me estaba por casar con Logan.

Narra Christian:

Me acerco a una puerta y me asomo por ella. Todos rostros conocidos habían en la iglesia. Personas con las que he vivido momentos inimaginables. Jamás pude agradecérselos.

Observo a la novia. Victoria. Estaba tan hermosa. Los años no pasaban para ella. Su sonrisa se agrandaba a medida que el hombre al frente de ellos los unía en eterno matrimonio.

Siempre estuve celoso de Logan, tal vez porque cuando los vi aquella vez en la fiesta, besándose, supe que algo más había allí. La forma en que Victoria lo miraba...

Ella jamás me hubiera mirado así. 

Y me alegro, no la merezco, jamás lo hice. Ella era demasiado buena para mí. Demasiado buena para este mundo.

Sonrío mientras retrocedo unos pasos y guardo mis manos en los bolsillos del pantalón. Tal vez luego la felicite, tal vez no. Lo mejor es apartarme. Ella ya tiene su historia de amor completa. Tiene su futuro y con el hombre que ama y que amará siempre.

Ella ya sabe quién es.