Capítulo 52

2K 201 13
                                    


Narra Victoria:

El avión aterriza y mis ansias crecen. No puedo creer que esté pasando esto. Amo viajar, pero hacerlo con mis amigos y mi novio creo que es mejor de lo que siempre imaginé. No, lo mejor es que ellos lo organizaron por mí, se tomaron la molestia de gastar horas de sus días y dinero de sus bolsillos, para que yo pueda pasar un cumpleaños feliz.
Cada vez que hacen cosas como estas, se van mis ganas de graduarme y alejarme de ellos. ¿Por qué no podemos ser jóvenes para siempre, viviendo nuestras locuras cada día de nuestras vidas?

Sé que es parte de crecer, pero duele...

«Disfrútalo mientras puedas.»

Termino de pasar por el chequeo y nos juntamos afuera del aeropuerto. Los chicos se alquilan una enorme camioneta para ir al hotel, más poder trasladarnos a cualquier lugar que necesitemos y nos dirigimos allí.

Todo el viaje la pasamos cantando, haciendo chistes, sacando fotos. La parte más graciosa fue cuando estuvimos casi quince minutos decidiendo los lugares, pero al final nos pudimos organizar: atrás iban Finn, Sean y Thiago, al medio nosotras tres y adelante Max de copiloto y Logan de piloto.

Oh, Logan.

No podía parar de mirarlo, se veía tan guapo con los lentes de sol, las manos al volante, tan concentrado, serio, atento. Parecía más grande, un Universitario. Y es que dentro de unos meses, todos nosotros lo seremos.

Paramos en una estación de servicio para comprar algunas cosas, pues estábamos muertos del hambre; y de paso, cambio de lugares con Max, de ésta forma él está con su novia y yo con el mío.

— Te quiero. —Le digo a Logan, me mira y sonríe, vuelve la vista al frente pero antes de poder contestar, Sean lo interrumpe.

— ¡Yo también!  —Se oye su grito desde el fondo. 

Carcajadas de parte de todos, fue la respuesta. Pusimos música otra vez, no puede faltar en un viaje; también comimos unas facturas con cafés, y una vez que estuvimos a pocos kilómetros del Hotel, le mandé un mensaje a Helen asegurándole que todo se encontraba en orden. Ella en seguida me contestó lo alegre que estaba y que se quedaría con la tía estos días. 

Logan aparca la camioneta en las increíblemente grandes cocheras y bajamos nuestras cosas. Varios hombres nos recibieron y nos indicaron nuestros cuartos. Habían tres, y nos distribuimos de la misma manera en que lo hicimos en la camioneta, cuando salimos del aeropuerto.

Me saco la campera, pues adentro del hotel hacía demasiado calor.

— Detesto que las puertas se abran con estas malditas tarjetas. —Se queja Melissa.

— Está bien, dame. —Lola y yo reímos mientras sujeto la tarjeta y la paso por el aparato que está debajo del picaporte. Abro y entramos, para encontrarnos con unas hermosas habitaciones. La primera puerta a nuestra derecha, era el baño. Si seguíamos adelante, habían tres camas enormes y al fondo, una terraza hermosa y perfectamente decorada. También pude contemplar que habían armarios y unos sillones acompañados de una mesita de té. Todo moderno y puesto en su lugar.

— ¡Hay televisor! —Dolores festeja, mientras baila cerca de él.

— ¡Y wifi! —La rubia besa su celular.

Me limito a reír y me acerco a ellas—. Ya estamos aquí, chicas. Es nuestro viaje. —Hablo ilusionada. Nos abrazamos y saltamos mientras chillamos de la alegría.

Desempacamos nuestras cosas y juntamos las tres camas. Más tarde, nos pusimos una detrás de la otra, y a la de adelante le hacíamos una trenza. Primera Lola, y Melissa última, pues no le gusta que le toquen el pelo.

¿Quién era ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora