¿Quién era ella?

Capítulo 16

Mañana se viene Maratón 3/3.

– ¡¿Cómo por qué lo hicieron!? – Nos sermoneó nuestra tía. – ¿Quién les dio autorización para tal cosa? Díganme, porque yo no fui. Si los abuelos se enteraran... ¡O sus padres!

– No digas nada, tía. – Bufé, sosteniendo mi cabeza sobre mi mano. – Va a ser la última vez. Además, –agregué– fue idea de Max.

– Sí, fue idea de... ¿¡Qué!? – Me miró enojado mientras sus ojos me arrancaban la cabeza. – Tú ayudaste a hacer la fiesta, traidora.

– Basta, basta. – Nos detuvo mi tía. – Sus padres llegan la semana que viene, no diré nada, pero más les vale que sea la última vez. Y que la casa esté limpia.

Ambos asentimos, sonrientes, poniendo las cabezas en alto.

– ¡Te amamos, tía! – Chillamos a la vez. Definitivamente, es la mejor.

Luego de unas horas, ella se fue y me quedé pensando en que mis padres vendrán la semana que viene. Wow. Pasaron tantas cosas, de lo que se perdieron.

Logan.

¡Mierda! No me lo puedo sacar de la cabeza ni un minuto. Sus palabras me dolían mucho, pero esto es culpa mía; yo sola me ilusioné, yo sola me desilusioné. ¿Entienden a lo que voy? Suspiré pesadamente, debo tomarme un tiempo lejos de todo lo que sea "amor". No me hace bien, soy muy joven e ingenua.

Decidí agarrar las cosas de la escuela para estudiar, mañana va a ser Lunes y debo ponerme en órbita. Estuve las siguientes tres horas terminando tareas o trabajos, también adelanté algunos otros. Al finalizar, agarré los resúmenes y apuntes de cada materia, y los puse dentro de sus respectivos libros.

Me tiré a la cama, ¿cómo voy a hacer para mañana mirar a Logan a la cara? Después de todo lo que pasó, todo lo que dijo, todo lo que me lastimó. Esto será difícil... ¿Qué digo? Imposible, me gusta, me encanta, me enloquece.

"Debes mantener tu cabeza alejada." – Habló mi consciencia. Entonces... ¿Qué hago? Busqué en mis cajones, encontré mi antiguo yoyo naranja, que me había regalado mi abuela cuando era pequeña, jugué con él un rato, pero aún así seguía pensando en Logan:

Este yoyo gira, como yo cuando bailaba con Logan.

Me di un facepalm psicológico. Esto será más difícil de lo que pensé.

(...)

Tocó el timbre, agarré mis apuntes y me levanté de la silla. Ya era Jueves, estuve toda la semana pendiente de la escuela, amigas, deportes o cualquier cosa que no sea él. Sin embargo, se me hacía imposible, ya que cada vez que entraba a una clase, Logan estaba ahí.

Pateé esos pensamientos lejos. Tengo que olvidarlo de una vez por todas.

– Te sientas con nosotras en el almuerzo, ¿no? – Preguntó Lola, levantándose a mi lado.

– Claro que sí. – Le sonreí y me devolvió la sonrisa. – Recuerda que estoy soltera y que ya nadie puede controlar mi vida.

– Estés soltera o no, nadie debe obligarte a hacer algo que no quieres. – Subió una ceja. Tenía razón.

– ¡Hola! – La voz de Max se hizo presente. Lola abrió los ojos como platos, se dio la vuelta y sonrió nerviosa.