¿Quién era ella?

Capítulo 53

Día 2 en Canadá. 

Logan me sostiene de la cintura y me ayuda a avanzar.

— Ya puedo, ya puedo. —Le aviso y empiezo a esquiar lentamente. Había perdido la práctica, pero de algo me acordaba.

— ¿Segura? —Vuelve a aparecer a mi lado.

— ¡Siii! —Lo empujo con mi mano y río al ver que pierde el equilibrio y cae.

— Ahora verás. —Se levanta y me persigue.

— ¡No, Logan! ¡No puedo ir tan rápido! —Muevo mis brazos lo más que puedo para conseguir mayor impulso, sin perder el maldito equilibrio. No es difícil, pero me da miedo. Me tambaleo varias veces y decido sacarme los esquíes e irme corriendo con las botas, tratando de no quedarme atrapada en la nieve.

— ¡Eh! Señorita Clark, eso no se hace. —Él si es rápido, por lo que no tiene problema, hasta que agarro una bola de nieve y le tiro—. Se acabó.

Se saca los esquíes y nuestra pelea empieza. Me escondo detrás de un árbol y siento que cesa, pero al momento de mirar, una gran masa de nieve me da en la cara. Qué suerte que estaba tapada. Vuelvo al campo de batalla y sigo tirándole. Por desgracia para él, tengo buena puntería.

Sin embargo, al querer volver a tirarle, mi pie se queda atascado y la bola de nieve le da a Finn por atrás.

En menos de lo que yo creía, todos estaban tirándose nieve como si sus vidas dependieran de ello.

Día 5 en Canadá.

Guardamos todo lo que sea necesario y emprendemos viaje hacia las montañas. Al llegar, armamos las carpas, las cuales, tomaron su debido tiempo. Pero bueno, lo que cuesta, siempre es mejor.

Me apoyo sobre el gélido suelo y espero a que la fogata ya esté lista. Al prenderla, todos la rodeamos y agarramos palos para luego clavar un malvavisco y asarlo.

Se hace tarde y empiezo a repartir las mantas. Me subo el cierre de la campera, ya empezaba a bajar la temperatura y de una manera notable.
Luego voy a la camioneta y veo que Logan abrió la puerta de atrás, la cuál quedaba en paralelo al suelo. Arriba de ésta, se veían mantas que él había puesto. Me acuesto ahí, no sin antes ver si es seguro y me acomodo. Logan hace lo mismo a mi lado y pasa su brazo por mi cuello, para luego llenarme de besos.

— Cómo te quiero. —Le susurro antes de dormirme.

Día 8 en Canadá.

— All my ladies listen up. If that boy ain't giving up. Lick your lips and swing your hips. Girl all you gotta say is... —Cantaba parada en la cama del medio, que era en la que dormía, con mi peine usándolo de micrófono.

— My name is no. My sign is no. —Ahora le Lola era la que se robaba el "show"

— My number is no! —Exclama Melissa y se cae de la cama.

Dolores y yo empezamos a reír y burlarmos de ella como las buenas amigas que somos y nos dirigimos a ayudarla.

Día 10 en Canadá.

— Sean, toma tu remedio. —Le ordeno mientras le toco la frente, horrorizándome por la cantidad de fiebre que tenía. Lleno la cuchara con medicamento e intento metérselo en la boca, pero se niega.

— ¡Estoy bien! —Exclama, para luego estornudar unas cinco veces seguidas.

— Vamos, idiota, toma el remedio. —Thiago lo regaña.

— Hazlo o esta noche te dejamos sin descendencia mientras duermes. —Finn lo amenaza y se toma todo su remedio.

— Buen chico.

Día 12 en Canadá.

— ¡Oh, sí. Ya lo tengo! —Exclamo emocionada mientras avanzo a mayor velocidad con los esquíes.

— Ten cuidado —me advierte Logan desde no tan lejos, pues me acercaba rápidamente a él—, cuidado, ¡cuidado!

Y en seguida nos estrellamos. Acto seguido, empezamos a rodar por la colina hasta terminar llenos de nieve, yo encima de él, riendo a más no poder. Sentía que el pecho me quemaba y se me entrecortaba la respiración.

Ambos nos sacamos los lentes de nieve y le sonrío con inocencia—. Hola, amor.

Me roba un beso y me levanto.

— Vamos, ayúdame. —Extiende su brazo, lo sujeto para ayudarlo a levantarse pero jala y me vuelvo a caer sobre él.

— Idiota.

Día 14 en Canadá, mi cumpleaños.