Capítulo 6

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Lágrimas cayeron mientras me sonaba la nariz y mandaba otra cucharada de Nutella a mi boca. ¡¿Por qué son tan crueles!? Me lamenté  mientras veía The Walking Dead por Netflix.

Hay personajes que no merecían morir.

Quiero aclarar que no soy tan llorona para deprimirme por una serie, sé que es triste pero la verdadera razón para que esté tan devastada, llena de pañuelos y potes de Nutella a mi alrededor, acostada en mi cama con mi laptop en el regazo es que..., me llegó.

Y me pongo muy sensible.

Demasiado.

Contrólate, mujer, me sermoneé.

Max entró a mi cuarto y puso una cara de susto y asco al verme así. Típico de él.

- ¡Sal de mi cuarto o te meto esta cuchara en dónde no te da la luz! -Le grité alzando la cuchara llena de Nutella. Mi hermano, asustado, cerró la puerta y sentí cómo sus pasos fueron deprisa hasta la planta de abajo.

¿Y si empiezo yoga?, me propuse. Era una buena idea...

Fui a Wattpad y me quedé leyendo algunas novelas, claro que nada se compara con los libros pero algunas historias de verdad que valen la pena.

El timbre sonó y rogué que no sea Christian otra vez. No estaba de humor para sus quejas o comentarios egocéntricos. Esperen, no estaba de humor para nada, directamente.

El ruido de la puerta abrirse se escuchó desde mi cuarto, seguida de la voz de mi querida tía. ¡Ahora recuerdo! Nuestros padres dijeron que nos visitaría.

Me bajé de la cama torpemente, intentando que nada se caiga de ella. Acomodé mi pelo pero eso no cambiaba que era una maraña, una hermosa maraña rubia llena de rulos.

Miré mi pijama de conejitos y me encogí de hombros. Bajé y la vi, estaba sentada en la mesa de la cocina, charlando animadamente con Max. Cuando sus ojos se posaron en mí, pude contemplar cómo su sonrisa se agrandaba. Fui hasta ella y la abracé feliz, no la veía hacía tiempo.

Nos quedamos un rato con ella, le pregunté cómo estaba Evelyn y me alegré que no haya venido pues aún no lavé su vestido, ¿lo pueden creer?

Una vez que se fue, corrí a mi baño y me tomé una pastilla para calmar el dolor. No es una buena manera de empezar un Sábado así.

Mi celular sonó, de mala gana, arrastré los pies hasta mi escritorio y lo agarré. Era Lola, suspiré aliviada sacando todo el aire que inconscientemente había retenido.

Atendí y la escuché desde la otra línea. - ¡VICKY!

Su grito me sobresaltó y casi suelto el celular. ¿Por qué hace eso?

- ¿¡Qué!? -Pregunté exasperada.

- Melissa se fue de viaje a Brasil con los padres hasta la semana que viene. ¿Puedo ir a tu casa?

- Me vino y siento que me arrancaré los ovarios con mis propias manos si sigue así, ¿segura que me aguantarás con éste humor? -Me quejé mientras me sentaba en mi cama y escuchaba como algunos potes de Nutella caían al piso. Agarré uno, metí el dedo en él y lo llevé a mi boca, saboreando aquella delicia.

Bendigo a los que inventaron la Nutella. Los bendigo.

- Te he aguantado tus llantos por relaciones desastrosas con tus novios, novelas, problemas familiares, cuando no entraba el último libro de tu saga favorita a la ciudad, la salida de Zayn. -Habló ella. - Esa última fue la peor.

¿Quién era ella?Where stories live. Discover now