¿Quién era ella?

Capítulo 37

Atención: contenido sexual explícito. ❗️

– De verdad que estás hermosa. –Habló Melissa, mirando mi reflejo en el espejo con asombro y admiración.

– No tengo palabras para describir tu excelente trabajo. –Niego con la cabeza, todavía más estupefacta que ella.

Tenía un vestido color crema, bien clarito, ajustado, pero no de sobre manera, que me llegaba cuatro dedos arriba de la rodilla y un pequeño cinto marrón oscuro, que combinaba a la perfección y lo hacía ver más arreglado, sin olvidar de los tacos del mismo color que el vestido, bajitos pero modernos.

Como maquillaje: un poco de sombras en los ojos, delineador, rímel, por supuesto base y un pinta labios rosa muy suave.
No llamaba demasiado la atención, pero estaba arreglada para la ocasión.

«Eso rimó.»

Me doy vuelta y la abrazo–. Gracias. –Siento cómo me corresponde.

– No hay de qué. –Chilla, se separa, agarra su bolso y empieza a caminar hacia la puerta–. Y recuerda..., eres hermosa, no desconfíes de tu belleza natural y mi preciado trabajo.

Le sonrío ampliamente, me guiña el ojo y se va de la casa. Miro mi reflejo una vez más, luego me siento con cuidado en la cama y respiro hondo para intentar alejar los nervios.

Luego de que Logan me manda un mensaje avisando que estaba llegando, decido agarrar mis cosas y bajar.
Al llegar al piso de abajo, me encuentro a mi madre sentada en el sillón. Estaba cambiada y sobria, algo bueno aunque sea.

Me mira de arriba a abajo pero su expresión neutra perdura, susurra –. Que linda... –Y después pregunta en voz alta–. ¿Te vas con tu nuevo novio?

¡Que no somos novios!

Aclaro mi garganta–. Sí. Llevo llaves, no te hagas problemas para abrirme.

– Vicky... Yo sé que desde que empecé a tomar, tus intenciones son cuidarme. Y también sé que estoy muy desconectada de tu vida. Que soy una terrible madre por no darte la atención que mereces pero si tu no me apoyas en esto-

– Mamá, no, para. Así no puedo. –Niego con la cabeza–. Te amo y te voy a cuidar siempre, pero no empecemos a discutir ahora, por favor, sólo quiero una noche en paz...

– Per-

– Una puta noche en paz. –Le suplico. Desde que se enteró que voy a ir a comer con Logan a la casa de su padre se la pasa cuestionándome, cuando no estoy haciendo nada malo; ella es la que bebe todos los días y noches. Yo sólo me encargo de cuidarla.

– Está bien. –Contesta enojada, se para, sube las escaleras y se encierra en su cuarto. Tal vez fui muy dura con ella pero necesitaba hacerlo, necesitaba ponerle fin a esto. Vivimos en una guerra constante, no nos hace bien a ninguna de las dos.

Agarro un papel y le anoto que si necesita algo, me llame.

Tocan la puerta, sonrío sabiendo quién es. Me acomodo el vestido, agarro la campera, la cartera de mano y camino hasta la puerta.
La abro y casi quedo sin aliento al ver a un guapísimo Logan con una camisa gris bien oscura, jeans negros y Vans igual que los pantalones. ¿Cómo es que, hasta todo vestido de oscuro, queda perfecto? La verdad es que le sientan bien esos tonos..., ¿a quién engaño? Le sientan bien todos los tonos y colores.

– Estás... Hermosa. –Lo noto nervioso, lo que me divierte, no puedo creer que tenga un novio así, o bueno, seamos lo que seamos. 

– Tú estás guapo. –Lo piropeo. Aunque decir que está "guapo" le queda corto. Tal vez la palabra adecuada es "sexy".