Capítulo 66

1.3K 133 25
                                    

— Se me antoja comida China. —Aviso, para que Logan, desde la otra línea, compre.

— Ya voy, hay un lugar a tres cuadras de mi casa que vende sushi y toda esa mierda.

A pesar de que no puedo verlo, sé que ha puesto una sonrisa divertida, luego de responder.

Mi madre apareció y me besó la mejilla, luego sacudió su mano en forma de saludo y agarró su saco antes de emprender viaje hacia la salida.

— Estas hermosa. —Le comenté, ganándome una encantadora sonrisa de su parte.

Hum... sí, me lo dicen seguido —Habló mi novio desde el teléfono.

— Idiota. —Reí—. Se lo decía a mi madre.

— Pues es hermosa, su hija también.

— Oh, ya lo sé. —Bromeé—. Oye, ven cuando quieras, ya que Helen va a salir.

Una vez que mis uñas se han secado, paro de agitarlas, agarro el teléfono, quito el altavoz y camino hacia otro lado de la casa, pensando en qué ponerme para cuando mi novio llegue.

— ¿Ah, sí?

Escuché la puerta de la casa cerrarse con euforia. Confundida, pero alegre de que mi madre esté tan ansiosa por salir, espié por la ventana.

— Se. Saldrá a comer con unas... —me quedo estática mirando a la persona que sale del auto, el cuál será su transporte—, eh, Logan, tengo que colgar. Adiós.

Corto y arrojo el celular a un lado del sillón que hay a mi costado. Mis ojos no podían creer lo que veían. Un hombre alto y bastante guapo salió del auto, y con mi madre, se dieron un beso corto en los labios.

Sé que no debo ponerme mal, es genial que siga con su vida y encuentre mejores personas, así como oportunidades de una vida más agradable. Lo que me molesta es, tan sólo el hecho de no habérmelo dicho. ¿Hace cuánto estarán? ¿La semana pasada también salió con él? ¿En dónde lo conoció? ¿De verdad lo quiere? ¿Ha pensado en contármelo?

Muchas preguntas, cero respuestas.

Respiré hondo y me fui a preparar para antes de que llegue Logan. No quiero que me encuentre en tal estado.

(...)

¿Te encuentras bien? —Una voz grave me saca de mis pensamientos.

— ¿Mhm?... oh, sí.

No te veo muy convencida.

— Estoy bien. —Le dedico una sonrisa.

Respira profundo—. Hoy en el teléfono sonabas algo incómoda, tal vez abrumada. ¿Todo en orden?

Me costó tragar, pero lo logré. Bajé mi cabeza y asentí, mientras llevaba más tallarines a mi boca.

— Sabes que puedes confiar en mí.

— Confío en ti, Logan. —Acaricio su mano y finjo otra sonrisa, la cuál seguro pareció una mueca.

— Te conozco. —Insistió.

¿Quién era ella?Where stories live. Discover now