¿Quién era ella?

Capítulo 17

MARATÓN 1/3.

Terminé de acomodarme mis calzas, tenía unas negras de Adidas, junto a una remera gris de la misma marca, que se moldeaba perfecto a mi cuerpo, unas zapatillas Nike grises también, acompañaban el conjunto.

Me puse los auriculares en las orejas y salí a correr, dejándome llevar por "Rolling in the deep" de Adele. ¡Cómo amo sus canciones!

Me fui más a las afueras de la ciudad, dónde habían parques con niños jugando, y sus madres observándolos. La paz y tranquilidad rondaba esta zona, sin duda era mi favorita.
Otras personas, corriendo o pasando por la bici-senda, en bicicleta, claro.

Troté entre unos árboles, las hojas caían a mis costados, estaba nublado, pero hacía un poco de calor, ¡no podía ser un día más hermoso!

Cuando era niña, yo venía aquí con mis padres y Max, claro que cambió todo. Ahora ellos trabajan, viajando por el mundo, Max está con sus amigos, yo con los míos. Quisiera que todo volviera a ser lo mismo de antes.

"A veces hay que ser positivos, y pensar en que el futuro podría traerte sorpresas. Y si tanto extrañas algo o a alguien, deberías recuperar esos lazos tú misma."

Evelyn una vez me dijo eso, debería ponerlo en práctica a decir verdad. Me detuve para descansar y analizar las palabras que pasaron por mi mente. ¿O sea que si yo quiero recuperar la amistad con Logan, debo esforzarme? ¡No! Porque yo no quiero su amistad..., quiero más. Quizás, deba pedirle perdón y platicar con él, me duele el corazón tenerlo tan lejos de mí.

"¿Yo soy imbécil? Oh sí, tienes razón. Yo soy el imbécil e ingenuo que creyó en ti, ¡grave error!"

"Manipuladora, ¡no me engañas!"

"Te enojas conmigo, cuando yo soy el que fui usado."

Sus palabras golpeaban mi pecho, el enojo, la tristeza, la culpa y el miedo surcaron mi mente como una ráfaga de viento. ¿Cómo puedo sentir tantas cosas, con sólo unos recuerdos? ¿Y por qué lo volví a meter en mis pensamientos? Definitivamente tengo que alejarlo de mi mente, sea como sea. Seguí corriendo, si continúo así, superaré a Logan cuando esté al borde de mi muerte.

(...)

Llegué a mi casa, estaba agotada, dos horas de trote no es fácil, debería hacerlo más seguido, quiero mantenerme en forma.

Oí la voz de Max, ¿qué hacía un Jueves, a las siete de la tarde, en casa? Él nunca está, prefiere la compañía de sus amigos, o eso es lo que dice cuando se va.

Otra cosa que estuve notando, desde que terminé con Chris, es que mi hermano no se estuvo juntando con él, ¿lo hará por mí? ¿O se habrán peleado? La verdad es que no quiero arruinar su amistad.

Caminé a la cocina y vi que estaba hablando por teléfono con alguien.

– ¡Vicky está aquí, ya se las paso! – Sonrió de oreja a oreja y me entregó el celular.

– Eh... ¿Hola? – Hablé dudosa. 

– ¡Hija! – La inconfundible voz de mi padre exclamó desde la otra línea, oh cómo los extrañaba. Platicamos durante quince minutos y luego corté, ya que se tenían que ir. Me recordaron que la próxima semana venían, por lo tanto, teníamos que tener la casa completamente ordenada. 

Subí a mi cuarto, estaba toda transpirada y seguro tenía una pinta horrible. Me desvestí y entré a tomarme una ducha, mi cuerpo se relajó y luego de cinco minutos, salí. Me cambié, sequé mi pelo y preparé la cena.

– ¡Esto está riquísimo! – Comentó Max, mientras se llenaba la boca de Omelettes. Habló de cómo le fue en el entrenamiento, yo le conté que salí a correr.

– ¿Y qué hay de Christian? – Pregunté. Él me miró con suspicacia. – ¿Qué?

– ¿A qué se debe esa pregunta?

– Es que hace mucho no te veo con él. – Me encogí de hombros y agarré otro pedazo de la comida. – ¿Se pelearon o algo? ¿Es mi culpa?

– ¡No! Chris dejó el equipo y luego se alejó de nosotros, no sé qué le pasa. – Hizo una mueca. – De cualquier manera, por la forma en la que casi te come hace unas semanas, creo que no le hubiese regresado la palabra de cualquier manera.

Ahogué una risa y lo miré con diversión. – Really?

– Sabes cómo soy. – Rodó los ojos. – Ya, cambiemos de tema.

Le sonreí y lo observé con ternura—. Te quiero.

– Mhm... Yo igual. – Contestó sin mirarme, comiéndose todo a su paso.

Lavé los platos y me fui a dormir, soñando con un baile, música, los ojos de alguien y una máscara dorada. 

(...)

– "Romeo y Julieta" es una tragedia de William Shakespeare, – habló el profesor de literatura – publicada en el año 1597. Trata de dos jóvenes enamorados que, a pesar de las rivalidades entre sus familias, deciden casarse en secreto. Sin embargo, al final, ambos mueren, haciendo que sus familias se reconcilien entre sí. Los que ya leyeron la novela, sabrán cada detalle.

– Yo no la leí aún, quiero saber cómo mueren. – Habló emocionada, Melissa, al lado mío.

– Se suicidan pensando que el otro estaba muerto. – Le susurré rápidamente.

– ¡Oye! – Chilló, y yo reí a carcajadas.

– Señoritas, ¿por qué no mejor se retiran de clase, así gritan a solas? – Propuso el profesor. Asentí y salí, tengo un diez en la materia, no debo preocuparme por desaprobar. «Bueno, si debo, pero no lo hago.»

– Esto es tu culpa. – Sentenció Melissa, tomando asiento en el suelo. – Si no me hubieras dicho cómo terminaba...

– Sabes que amo los spoilers. – Le sonreí con maldad. Hablamos por un rato y luego le dije que iría al baño. Recorrí toda la escuela, no quería volver, tal vez tuve que decirle a Mel que me acompañaba, así caminábamos juntas. Fui a mi casillero, encontré otra nota:

No debiste haber hecho eso.

Obviamente la tiré, aunque si me aparecía otra, tendría que contarle a alguien. Sin darle más vueltas al asunto, saqué los apuntes de Historia. En la próxima hora tendríamos la prueba y quiero repasar algo.

Caminé por alrededor, con mis ojos en cada letra. Repasando todos esos años, décadas, siglos, sucesos y...

– Ups, perdón. – Se disculpó alguien, luego de que chocáramos y se cayeran nuestras cosas al piso.

– Descuida. – Hablé cálidamente. Agarré mis hojas con rapidez, luego levanté la vista, miré al sujeto y...

Logan.