DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editar

CROSSOVER CON THE CHOSEN HUNTER (3ra parte)

             «Los jóvenes queremos vivir el amor de forma libre y al máximo, sentir la pasión y la adrenalina a nuestra edad es lo que nos llena de vida. Queremos crear suficientes momentos que recordar cuando seamos adultos porque solo se vive una vez y debemos aprender de nuestras buenas y malas experiencias, la pregunta es ¿Cuan dispuesto estas tú para alcanzar ese amor que crees vale la pena?», esta es una pregunta que muchos deberían plantearse.

Rodolfo y Willians salieron de la mansión y cogieron las motocicletas estacionadas en el jardín.

          — Señor — Dijo el joven — Alguien debió ayudarles a salir y ese "alguien" los lleva en la camioneta. El único que no estaba presente desde temprano fue Richi.

          — Lo sé, ese hijo mío se arrepentirá de lo que está haciendo.

Nosotros ya estábamos en el camino hacia las montañas, llegar hasta allí nos tomaría alrededor de 30 minutos.

         — Tengo un mal presentimiento — Dijo Aytem.

         — No piensas arrepentirte ahora ¿verdad? — Richi intervino.

         — No te preocupes, lograremos escapar — La abracé.

         — Pierdan cuidado, los sacaré de aquí — Aceleró el vehículo.

En la mansión los cuatro guardaespaldas restantes, apuntaban con sus armas a Jun y a Yui. Entonces Carlos entró en escena.

          — Así que ustedes ayudaron a escapar a ese par de imbéciles. — Carlos se acercaba a Yui — Vaya, pero tú tampoco estas nada mal, preciosa.

Carlos comenzó a tocarle el rostro e intentó propasarse. En eso un desconocido que entró por la puerta principal, tenía una manta color verde sobre el cuerpo y el cabello grande cubriendo una parte de su rostro.

        — No la toques — Dijo muy serio.

       — Por Dios quién dejó pasar a este vagabundo — Carlos se cubría la nariz como gesto de asco — Que uno de ustedes lo saque, yo estoy algo entretenido por aquí.

        — ¡¡Te dije que no la tocaras!! — Gritó muy fuerte.

El desconocido golpeó el rostro de Carlos, provocando que este cayera por el impacto.

        — ¿Quién te has creído? Acaso... — Carlos se quedó en silencio al ver el rostro del sujeto — Tu eres... No, no puede ser.

        — Yui, Jun. Hora de irse. — Dijo aprovechando la confusión.

Arrojó unas bombas de humo y para cuando los guardaespaldas reaccionaron, ellos ya habían escapado del lugar. Los guardaespaldas restantes salieron hacia las montañas, mientras Yui y los demás observaban desde una azotea.

        — Hermano, tenemos que ayudarlos. — Yui se refería al hombre misterioso.

        — Pero el portal a casa está a punto de abrirse.

        — Hazlo por mí — Ella hacia muecas para convencerlo.

        — Esta bien, vayan a ese lugar y esperen allí. Yo volveré pronto.

Siguiendo con nosotros, ya habíamos llegado al bosque del pie de las montañas y la carretera había terminado.

        — Hasta aquí llego yo. De aquí en adelante es cosa vuestra — Dijo Richi.