DISPUTA

14 7 2
                                    

"Vivimos condenados a la tragedia de nuestros errores"

Scott Campos Barrantes

Carlos entregó la noticia sentado sobre el escritorio de la habitación, bebía su copa con relajo, mientras veía a Scott con la cabeza dirigida al piso. Richi trataba de explicarlo, pero en la cabeza del escritor todo estaba por estallar.

   — Es interesante ¿No lo crees? — Bebió un sorbo — La persona en la que más confías te ocultó esto durante quince años.

   — ¡Cierra la puta boca! — Exclamó Richi.

Luego giró el rostro mirando a su amigo.

   — Puedo explicártelo.

   — ¿Desde cuándo? — Susurró — ¿Lo sabias desde el principio?

El mafioso caminó frente a ellos y se dirigió a la puerta, allí le susurró una orden al hombre que lo protegía, que de inmediato salió de la habitación.

En el piso unas lágrimas eran derramadas...

   — ¿Sabes cuantas veces vi llorar en silencio a mi hija extrañando a su madre? ¿Te imaginas lo difícil que era mentir cuando ella me preguntaba de pequeña si su madre volvería?

   — Scott, yo...

   — ¡Claro que no lo sabes! Hiciste daño a Inohue, aun sabiendo lo mucho que te amaba.

Intentaba calmarlo, pero su cuñado estaba furioso. Él sabía lo que había hecho, no obstante, no podían perder el tiempo discutiendo porque Carlos había descubierto el paradero de su hermana. Tenía que pensar en cómo salir de allí, todos estaban girando como títeres en la mano del enemigo.

   — Se ven muy bien — Dijo con sarcasmo — ¿Dónde están los grandes amigos?

  — Si tocas a mi hermana, te juro que te arrancaré la piel. — Amenazó.

   — ¿No tienes nada que decir o te comieron la lengua los ratones? — Se dirigió a Scott — ¿Ahora entiendes porque no debemos confiar en nadie?

Por otro lado, en la habitación de la secuestrada, Zoe estaba por marchase, por alguna razón no podía permanecer más tiempo en esa línea temporal. La miró y se cogió el cabello.

   — Eres muy hermosa, a pesar de ser la misma persona no somos hijas de la misma madre. Irónico ¿Verdad? Sin embargo, aunque el color de nuestro cabello tampoco es el mismo, tienen el mismo estilo.

En ese instante la puerta sonó, alguien iba ingresar. Inohue giró un segundo y al volver su mirada hacia Zoe, ella había desaparecido.

El que entró a la habitación era Rodrigo. Él había ingresado sin consultárselo a su padre, de igual forma, la joven se sorprendió al verlo, él era como su mejor amigo ¿Pero que hacia allí? Se preguntó.

Tras presentarse, confesó todo el plan en el que participó. Rodrigo Vongola, era hijo de una de las amantes de las que disfrutaba Carlos cuando Aytem gestaba.

   — Mi padre... — Empezó a coger el cabello sobre su rostro — ¿Él no te ha tocado aun verdad?

Esa mirada sombría y esas reacciones eran evidentes.

   — Ten sexo conmigo y te ayudaré a escapar de aquí — Propuso.

   — Malditos desquiciados, se nota que eres hijo suyo. — Respondió ella.

Rodrigo la miró fijamente y luego la atacó, se puso sobre ella e intentó abusarla.

   — Me gustaste primero, merezco ser el primero. Mi padre no merece tocarte, debes ser mía.

La fuerza bruta es la fiera arma de los varones, sus pensamientos retorcidos por una dama son la perdición en su destino. Un hombre envenenado por el deseo u obsesión es una bestia perdida entre sus actos.

De pronto alguien lo quitó de encima, lo tiró de golpe contra la pared e hizo que perdiera el conocimiento con el impacto.

   — Estúpido mocoso, si Carlos se entera lo que tratabas de hacer... te volaría los sesos.

Inohue tenía toda la ropa destrozada, casi todo su cuerpo estaba expuesto. Jimmy se quitó el saco y se lo lanzó encima.

   — Ponte eso y muévete, tú padre está esperando que seas espectador número uno de su muerte.

El sonido de la escopeta cargando se oyó detrás de la cabeza de Jimmy. El levantó las manos con delicadeza.

   — Despacio, si intentas algo dispararé sin pensarlo.

   — Red, maldito traidor — Insultó.

El nuevo salvador golpeó la nuca de su enemigo y lo dejó inconsciente.

   — No se preocupe, me envió Teresa. Estoy aquí para ayudarlos a escapar.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now