JUGADA DEL DESTINO

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"Sentimos dolor como símbolo de vida"

Scott Campos Barrantes

El ser humano actúa a través de las escenas captadas por sus ojos, guiados por las emociones desencadenamos una serie de pensamientos imaginando miles de sucesos. Esa es nuestra naturaleza.

Aytem no soportó la escena frente a sus ojos y dio la vuelta con el rostro evidenciando el dolor que sentía. Escapó tan rápido del lugar que sin darse cuenta hizo caer la sonaja de su hija.

     — ¿Escuchaste eso? — Pregunté.

     — No oí nada — Respondió Ana, sin separar sus labios de los míos.

     — Estoy seguro de que alguien estuvo aquí hace un momento — La alejé de mí y caminé hacia donde oí aquel ruido.

Sentí algo en mi pecho, como si supiera que ella estuvo ahí hace un segundo. La busqué una y otra vez, sintiendo que mi primer amor había vuelto a mi vida.

     — Oye ¿Qué te pasa? — Dijo Ana.

Recogí el objeto

      — Es una sonaja de bebé.

     — ¿Cuánto tiempo más tiene que pasar para que entiendas lo que siento por ti? — Ana inició su confesión de amor.

Nos conocimos un mes después del último suceso en la cabaña, estaba en una cafetería y ella se sentó en la misma mesa que yo, así, sin más, extendió su mano y dijo:

"Soy Ana, tengo 16 años y quiero que seamos amigos"

Y así pasó, ella fue mi mejor amiga desde entonces, la única amiga que estuvo evitando que cayera en el recuerdo de haber perdido a quien más quería. ¿Entonces una relación con mi mejor amiga?

Mi mejor amiga, nunca sería una mala opción, nos conocíamos el uno al otro, sabíamos lo que nos gustaba y disgustaba, nos vimos llorar y reír. Guardábamos secretos que nunca compartiríamos con cualquiera. Es la verdad, no sería una mala opción.

Pero dicen que las relaciones suelen terminar en tragedias, odio y rencor, por eso existe el miedo de no querer perder a la única persona que nos sostiene. Aunque realmente, que pase o no, dependerá de la madurez para decidir terminar si no se tiene un futuro.

Por último, el motivo más importante para iniciar una relación e que no se debe tener a alguien ocupando nuestro corazón y obviamente ella sabía que no había superado mi primer amor.

       — Amas a alguien que nos has visto, ni hablado en los últimos dos años... ya supéralo o al menos deja que te ayude a hacerlo.

       — ¿Desde cuándo? — Pregunté — ¿Desde cuándo sientes esto por mí?

      — Desde que te vi — Respondió de inmediato.

La vida gira entorno a decisiones y estas decisiones encaminaran tu destino, no importa si es buena o mala, siempre te llevara algún lado.

Un minuto de silencio acompañó el siguiente paso en nuestro destino, coloqué su mano sobre la mía y con la otra limpié sus lágrimas. Levanté su rostro y le dije con una sonrisa «Vamos a intentarlo»

Al mismo tiempo, Aytem caminaba decepcionada, se detuvo con la mirada al piso, su pequeña niña la observaba sin entender el motivo de su tristeza. Luego se sentó en una banqueta frente al hotel donde se hospedaba Richi, quien horas después regresó y la encontró ahí.

       — No fue lo que esperabas ¿Verdad? — Dijo él.

Se sentó a un lado.

       — No quiero volver a verlo — Respondió.

Richi guardó silencio y la invitó a subir a su apartamento. Ella trató de ocultar su llanto y tristeza, pero su compañero la conocía muy bien y se dio cuenta, esto alivió el ambiente y la dejó en plena libertad de expresar sus emociones, así pues, se durmió luego de llorar lo suficiente, lo hizo abrazando fuertemente a su pequeña.

A la mañana siguiente, iba caminando por la calle, quedé con Ana para desayunar y me encontré con Richi, quien iba de salida, después de todo la ciudad Ferrol era muy pequeña.

     — ¿Richi? ¿Eres tu verdad? — Dije extrañado.

     — Hola — Contestó.

     — ¿Ella también volvió? — Pregunté de inmediato.

Él no sabía lo que ocurrió la noche anterior, pensó que habíamos hablado, pero no entendió las palabras dichas por ella, así que respondió basándose en el comportamiento que tuvo cuando la encontró.

     — Al final ella se casó con Carlos y han estado viviendo los dos últimos años en Boston.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now