CROSSOVER CON THE CHOSEN HUNTER (4ta parte)

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Los jóvenes que me ayudaron a rescatar a mi querida Aytem de su boda con Carlos, fueron Yui y Jun, pero también estuvo el hombre del bosque, aquel que se era idéntico a mí. Ese mismo hombre salió en el momento en que me despedía de mi esposa, salió de la distorsión acompañado de una mujer que a su vez era idéntica a Aytem.

       — Sé que soy la aprendiz más talentosa de tu esposa, pero ¿Por qué pedirle a tu ex novia que te acompañe a encontrar a tu hija? — Discutían sin tomarme en cuenta.

       — Adele, te compensaré. — Dijo el sujeto, que tenía incluso el tono de voz igual al mio.

      — Rebeca es experta en magia dimensional también, si se lo hubieras pedido...

      — Mi esposa quedó muy débil tras el parto y las otras aprendices estaban ocupadas — Interrumpió viéndome de frente y fingiendo inútilmente no haberme visto — Recuerdo que era cerca de aquí.

No entendí nada, pero por intento abracé a aquella chica por la espalda y en consecuencia me golpeó para echarme a un lado.

      — ¿Por qué demonios me abrazas, pedazo de... — Quedó muda al verme de cerca — ... Pero ¿Que está pasando?

      — Era lo que quería explicarte — Dijo el hombre mientras me extendía la mano — Ha pasado mucho tiempo ¿Cómo esta ella?

Esto parecía inaudito, seguía sin comprender lo que pasaba ¿Me estaba volviendo loco? Él era yo, con al menos cinco años demás encima, tenía barba, pero podía reconocerme. No respondí a su pregunta, pero hice una.

      — Hace tres años pasó lo mismo, ustedes aparecieron y me ayudaron a escapar ¿Quiénes son? ¿Por qué visten esas prendas raras? ¿Cómo es que salieron de ese agujero extraño?

      — No puedo sentarme a explicarte todo con calma, estoy aquí por un motivo. Mi hija de 8 meses desapareció, y todo indica que ella está en esta ciudad.

No dejé de ver a la chica de nombre Adele, es que ella era mi Aytem sin duda. Al darse cuenta de que la miraba tanto, él me explicó algo muy peculiar; pues resulta que existen mundos paralelos conectados entre sí, lugares donde podemos ser algo muy distinto al de nuestra realidad, es decir ellos venían de un lugar donde la magia era parte de su vida cotidiana, esa era la razón por la que viajaban entre los mundos y dimensione. En otras palabras, tuve frente a mi yo de otra dimensión y por supuesto la chica que lo acompañaba era Aytem.

Mientras el hombre misterioso me explicó esto, Adele miró el nombre de la lápida y lo mencionó.

     — Es cierto, es imposible que seas ella. — Bajé la mirada — Yo la vi morir.

Ellos intercambiaron miradas y luego la mujer se marchó dejándonos solos. Él se colocó frente a la tumba e hizo un gesto de rezo frente a ella.

      — Adele y yo, fuimos pareja hace muchos años, pero en el mundo en que nosotros vivimos se nos hizo imposible concretar algo y esto sumamos que éramos muy jóvenes para entonces...

      — ¿Por eso aquella vez dijiste que quizá aquí si podíamos ser felices?

      — Hemos pasado por mucho, pero hoy en día todo está más tranquilo y ahora somos amigos. Estoy casado y además tengo una pequeña hija; ella lo es todo, por eso vine a buscarla.

       — Nosotros también tenemos una hija — Respondí — Ella tiene dos años, pero no sé cómo podré superar esto, todo lo que ustedes hicieron para ayudarnos no sirvió de nada.

Charlamos aproximadamente una hora, todo lo que me dijo me hizo entender la situación. Le resumí lo que paso en nuestras vidas y antes de marcharse dijo algo que le devolvió el sentido a mi vida.

      — Ella murió con una sonrisa, pidiendo que cuides de vuestra hija. Murió feliz de haberte conocido, feliz de saber que su hija tendrá a su padre siempre con ella... recuerda algo, vive por tu hija, protégela y se un demonio con quien se atreva a lastimarla.

En medio de nuestra platica, Adele regresó y mencionó algo que me hizo recordar lo que me comentó Ana, unas semanas atrás.

      — No estoy muy seguro, pero cerca de aquí vive una chica llamada Melodi... Hace casi dos meses, encontró una bebé fuera de su casa, dijo que estaba sola y desde entonces ha cuidado de ella.

     — Justo el mismo tiempo en el que se extravió la señorita — Agregó Adele.

Aquellas personas se retiraron en busca de la pequeña niña pérdida y yo había entendido por fin las palabras de Aytem, yo debía cuidar a nuestra pequeña Inohue por los dos.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now