EL PODER DE LA MAFIA

176 40 4
                                    

Una decisión rápida, pero inteligente. A veces debemos decidir a favor del cambio.

      — Tenemos que salir de aquí, él volverá pronto.

      — ¿A dónde iremos? — Respondió.

      — Por ahora salgamos de la cabaña. Dentro del bosque hay un contenedor escondido, te ocultaras ahí. Yo iré por dinero a mi casa y saldremos de la ciudad.

La llevé hasta el contenedor, estaba viejo, cubierto de musgo y las ramas de los árboles lo ocultaban. Era la mejor opción para ocultarse.

     — En 30 minutos estaré de regreso, espera aquí. — Le di un beso y la abracé tan fuerte, como sintiendo que sería la última vez.

      — No me moveré de aquí, vuelve pronto. — Ella estaba asustada y triste, creo que ambos presentíamos algo malo.

Me dirigí a casa, mientras al pie de la montaña se encontraban Carlos y Renzo.

     — Hijo de puta — Carlos estaba furioso — ¡¡Maldita sea!!

    — Señor, necesito tratar mi herida con un médico.

    — Por ahora trata de parar el sangrado. No podemos irnos ahora.

    — ¿Qué haremos ahora? — Preguntó el hombre herido.

    — ¿No es obvio? Has una llamada, contáctate con los hombres que contraté, que vengan junto a los demás guardaespaldas. Ya te dije que esto se acabara hoy mismo.

    — Si, como usted ordene.

En ese momento, Carlos recibió una llamada del padre de Aytem.

    — ¿Y ahora que quiere? — Contestó el teléfono.

    — Cuida tu lenguaje, mi acuerdo es con tu padre, no contigo. — Respondió Gustavo — Llamé porque tu padre me dijo que ya estabas cerca de encontrar a Aytem.

    — Tsss — Carlos respondió arrogante — Obvio que los encontré, se ocultaban en la cima de las montañas en una vieja cabaña a lado de un lago.

    — Muy bien, ahora mismo saldré para allá. No podemos dejar que escapen otra vez.

    — Los estaré esperando, mientras más gente observe la muerte de ese cretino, me sentiré aún mejor.

Al parecer todo el mundo estaba en contra nuestra ¿Que podíamos hacer ahora? ... La mafia siempre es poderosa, habíamos huido mucho tiempo de un enemigo con tentáculos capaz de atraparnos en cualquier momento.

Gustavo ordenó a Rodolfo reclutar a los demás guardaespaldas e ir a la cabaña. Mientras en el sótano de la mansión Willians le llevaba comida a Richi. Él estaba cuidando de su amigo en secreto.

      — No sé hasta cuando estarás aquí, pero sabes... ellos han sido encontrados. El tío Rodolfo y el tío Gustavo llevaran a todos hacia las montañas. Al final nada de lo que hiciste valió la pena...

     — Valió, y mucho — Respondió Richi — Les ayude a ser felices, aunque sea por un tiempo.

     — ¿Y de qué valió? — Willians empezó a llorar — Mírate, estas hecho mierda. Fuiste torturado día a día y no dijiste una palabra. Dime ¿Por qué? ¿Acaso no te doblegó el dolor?

     — ¿Dolor? — Sonrió — He vivido toda mi vida en el dolor que ya no puedo diferenciar cuando duele y cuando no.

     — Envidio lo amable que eres. — Willians desató a su amigo — Escucha con atención, todos nos iremos de la casa, solo se queda la servidumbre. Dejaré la puerta abierta, escapa y vete lejos ¿Me oyes? Ellos te matarán al regresar, ahora debo irme. Por cierto, trataré de que Scott no sufra mucho al morir.

Era evidente que eso pasaría, la familia de Aytem era una mafia en crecimiento, los Summer. Su matrimonio solo era un puente para unirse con otra mafia más grande, los Vongola. De esta forma crearían un imperio más fuerte en la organización de mafiosos, serian doblemente respetados y temidos.

Luego de la conversación de los jóvenes, todos los guardaespaldas se reunieron con su líder.

    — ¡¡Escuchen bien desgraciados, quiero a mi hija de regreso, si vuelven a escapar los mataré a todos!!Gustavo venía por nosotros junto a todo su escuadrón de guardaespaldas.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora