LO PROMETO

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Los cuerpos de los que murieron en esta lucha fueron levantados de escena e incluso los hombres de la cabaña fueron enviados a prisión. El único que logró escapar fue Red, quien se reunió con su familia y regresaron a su país. No hubo tiempo de despedidas, así mismo la relación entre Karen y Scott terminó tras el incidente.

En la ciudad Ferrol, todos los problemas se solucionaron de poco, fui puesto en libertad después de una serie de preguntas y gracias a la influencia de Emma, ya que la agencia de detectives que ella manejó siempre fue una extensión de la policía.

Llegados a este punto y con la confesión de Richi, el escritor intercambió unas palabras con su suegra.

     —El funeral será en dos días, él será enterrado en la tumba que hicieron para mi esposa.

     —A estas alturas ya debes saberlo. —dijo Emma.

     —Así es, pero no pienso hacer nada contra usted. Mírese, ni siquiera tiene remordimiento por todo lo que pasó aquí, desde que abandonó a su hija o cada vez que ponía una traba para salvarla.

La señora se quitó las gafas, su mirada estaba dirigía al piso y cuando quiso responder no se lo permitieron.

     —No se atreva a decir una sola palabra... él no merecía morir, si usted no hubiera planeado algo tan macabro, esto jamás hubiera pasado.

Scott miró a su familia esperando fuera de la estación e hizo una petición.

     —Asista al funeral, Richi la admiraba. Luego lárguese, inventé algo, lo que sea, pero salga de nuestras vidas.

No dijo nada, guardó silencio mientras que su yerno dio la vuelta y se marchó. Ana se quedó esa noche en la delegación, así que Scott se llevó al niño que dormía plácidamente, era imposible decirle lo que pasó.

Dos días después, el día del funeral, fue uno de los días más duros que pudieron pasar, el pequeño Nicolás, hijo de Richi, sujetaba muy fuerte la mano de su madre. La última velada se dio en la iglesia donde se casaron, ubicada en el centro de la ciudad Ferrol.

De allí lo trasladaron al cementerio, los detectives cargaban el féretro hacia la carrosa y los demás dejaron la iglesia, Aytem le pidió a su hija que llevará a Nicolás y los tres se fueron dejando a Scott y Ana.

Un silencio incomodo se asomó, sin embargo, había algo que decir entre ambos.

     —Lo lamento —dijo él —Si yo lo hubiera acompañado...

    — No tienes la culpa. Sé que muchas cosas pasaron, todos tomamos decisiones equivocadas alguna vez, pero... aunque lo extrañe, a él no le agradaría vernos en líos familiares.

Ana se acercó y extendiendo los brazos hacia los lados pidiendo un abrazo.

     — No te quedes allí como un tonto, regálale un abrazo a tu mejor amiga. Lo necesita.

Hay situaciones que no se entienden, realidades que no se comprenden, entre ellas se incluye el amor. Es tan volátil, lleno de magia, capaz de transformarlo todo en un segundo, con el primer contacto de la mirada, en el momento exacto donde dos seres pueden coincidir.

Así fue el amor de Richi y la mejor amiga de Scott, el impacto fue grande, pero a su vez ¿Quién no amaría a este hombre después de conocerlo? Sin duda, él fue el verdadero héroe de esta historia, y Ana le entregó lo que mucho tiempo se le negó, la felicidad, la paz y una familia.

El funeral terminó poco antes del mediodía, el cielo estaba despejado, sin embargo, un aguacero cayó, empapando a los presentes. Ahuyentados por el agua se retiraron, quedando solo frente a la tumba su verdadera familia.

Nicolás se durmió después de llorar por su padre y Ana se lo llevó a su auto; por otro lado, Emma llamó a un lado a su hija y nieta, le dijo que regresaría a Boston, a encargarse de su agencia, Aytem no dijo nada y su madre entendió el significado del silencio.

Mientras esto ocurría, Scott tenía su última conversación con su gran compañero.

     —Sigo sin entender porque fuiste tú el que está allí —La lluvia mojaba su rostro —Fueron mis malas decisiones las que causaron tu muerte. Si hace quince años, cuando Carlos secuestro a mi hija siendo bebé, si lo hubiera matado...

Scott observaba los pequeños cuadros que dejaron sobre la tumba, allí estaba Richi con los miembros de la agencia de detectives, en otra estaba junto a Ana, Scott, Aytem e Inohue un día antes de la boda hace quince años, otra con su esposa e hijo y la última, mostraba a Richi y su sobrina el día de su cumpleaños número diez, día en el que, por cuestiones de trabajo, su padre viajó y olvidó saludarla. Sin duda alguna, la perdida que tuvieron todos sería un vacío que jamás podrían llenar.

El hombre se sintió devastado, le debía tanto y no sabía por dónde empezar a dar las gracias, miró detrás, viendo marcharse a su mejor amiga en su auto y a su esposa con el brazo en alto pidiendo que vayan a casa.

     —No solo me equivoqué, también le quité el hermano a mi esposa, el mejor amigo a mi hija, el padre a tu hijo y el amor de su vida a mi mejor amiga —Se inclinó y colocó una flor blanca sobre la tumba —Fuiste un gran hombre Richi Sammer, puedes irte tranquilo, yo cuidaré de Nicolás y Ana... lo prometo.

Las despedidas y distancias siempre serán duras y más cuando esta se llama muerte, porque los muertos jamás regresan, al menos, no en la vida real. Las heridas causadas por la mafia Vongola empezarían a cicatrizar poco a poco tras el funeral de Richi.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now