DOS CORAZONES Y LA MALDAD

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" Si quieren ser felices, sino quieren separar su amor, sólo sean dos corazones ante la adversidad"

Scott Campos Barrantes

¿Alguna vez se han preguntado cual es la sensación de la magia del cielo? o tal vez ¿Qué hace falta para eliminar el dolor de un corazón solitario? ... Creo que solo necesitamos conectar nuestro corazón a otro que haga de nuestra vida un motivo para continuar día a día. Porque todos necesitamos de amor para seguir viviendo.

Había pasado 4 días desde lo sucedido en la biblioteca. Todo iba bien, tenía que ir a la universidad por mis resultados y luego solo estaría con Aytem sin dejarla de nuevo... Sólo ella y yo.

Carlos y sus hombres está vez me seguían de manera sigilosa.

        — ¿Cuánto tiempo más estará dentro? — Preguntó a uno de sus hombres.

       — Ya debe estar por salir señor — Respondió.

       — Hoy si encontraremos el lugar, siempre lo perdemos en el bosque, pero hoy no escapará de mí.

Había terminado todo al fin y me dirigí a la montaña para ver a Aytem. Carlos por otro lado, había colocado un rastreador en la motocicleta y me seguía junto a su hombre de confianza Renzo.

       — Está subiendo la montaña muy rápido — Carlos miraba el GPS y noto algo — Un momento, dejó de moverse... ¿Es un lago?

       — ¿Qué haremos señor? — Dijo Renzo.

       — Sigue avanzando, dejaremos la motocicleta antes de llegar para que no escuchen el ruido.

Aytem y yo estábamos almorzando fuera de la cabaña y Carlos tuvo éxito en su búsqueda, él se escondió entre los arbustos para observarnos.

       — Así que aquí han estado todo este tiempo, escondidos como ratas en esta pocilga, pero los encontré — Carlos mantenía una sonrisa malvada — Renzo mantén lista el arma, esto se terminará el día de hoy.

       — ¿Los va a matar? — Contestó Renzo cargando su arma.

      — Solo a Scott, Aytem será mía sí o sí — Respondió.

La pasábamos bien, no hubo un día junto a ella que no me llenara de felicidad. Nos disponíamos a entrar a la cabaña, cuando Carlos salió por detrás apuntando con su arma.

      — Pero miren a quién tenemos aquí, es el mugroso y la zorra. — Carlos se acercaba entre palmas y sarcasmo.

      — Maldita sea ¿Cómo nos encontró? — Debía pensar rápido ante la sorpresa — Aytem ve dentro.

      — Si, ve dentro y espera, ahora iré hacerte el amor — Carlos sentía su victoria.

Ella entró a la cabaña y observaba por la ventana como Carlos me golpeaba mientras Renzo me apuntaba con arma.

       — Debo hacer algo para ayudar, sino lo matarán... ¿Qué hago? ¿Qué hago? — Recordó algo — Claro, la escopeta de la biblioteca.

Mientras tanto en el exterior.

       — ¿Creías que todo te saldría bien? ¿En serio? Solo eres un muerto de hambre — Carlos me colocó de rodillas para luego escupirme.

       — ¿Por qué tienes que apuntarme con un arma para sentirte fuerte? Si eres un hombre arreglemos esto como tal — Dije desafiante.

      — No me rebajaré al nivel de un plebeyo, no quiero ensuciar mis manos contigo.

      — ¿Es eso o solo me tienes miedo? Cobarde.

      — Renzo hazlo ahora, dispara directo a su cabeza. — Ordenó.

De pronto, un disparo dio directo al brazo de Renzo y su arma cayó al suelo.

      — ¡¡ Largo de aquí!!... Carlos, vete por donde viniste o el próximo disparo será en tu cuerpo. — Aytem apuntaba con la escopeta.

     — No tienes el valor para disparar — Señaló Carlos.

     — ¿Quieres apostar? — Ella disparó otra vez ceca de él.

     — Tsss ... Volveré con más de mis hombres y me las pagaran — Dio media vuelta y se marchó.

¿Qué pasaría ahora? Nuestro escondite había sido descubierto ¿Acaso este sería el final de nuestra historia de amor? ... Aun cuando la suerte parecía estar de nuestro lado.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now