CONTACTO

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A una hora de camino, Richi había llegado a donde tenía previsto. Era un bar de aquellos en los que hay mujeres bailando desnudas, pero estaba muy escondido entre la ciudad, exactamente al final de un callejón.

Unos hombres cuidaban la puerta y al verlo lo dejan ingresar sin problemas, allí se encontró con un sujeto que bebía con una mujer en cada brazo.

  —¡Oh, vaya sorpresa! ¿Vienes por unos tragos? —dijo.

  —Necesito tu ayuda —respondió Richi.

Así pues, se dirigieron a un lugar donde podrían conversar en privado, allí fue explicada la situación. El dueño del local se llamaba Saúl y al parecer no estaba de acuerdo con la petición de ayuda.

  —No puedes negarte, te ayudé. Si no fuera por mi este local estuviera clausurado y tú en la cárcel.

  —Solo hiciste lo que te convenía, o ¿no recuerdas el favor que te he hecho los últimos 15 años?    —respondió Saúl.

  —Aunque ahora sea el que dirige la agencia de detectives, no puedo pedir la ayuda de la policía y aun si lo hiciera tardarían mucho en dar la orden. No tengo la misma influencia que mi tía Emma.

  —No puedo enviarte con mis hombres cuando se a lo que se enfrentaran —Se sentó —Me niego a perder a mi gente.

Richi rechinó los dientes y apretó sus puños.

—Hicimos un trato con Emma para no ir a prisión, tus servicios como médico han ayudado en muchas ocasiones, y más cuando es gratuito, pero se acabó, cuando regresé aquí el trato habrá terminado.

  —No me amenaces, no tengo deudas contigo, así que largo de aquí antes de que llene tu cuerpo de balas.

  —No tienes que ayudarme, lo comprendo. Pero sabes quien ha regresado y tienes que estar alerta.

Entonces salió de allí y se dirigió a donde estaba Scott guiándose de su ubicación GPS que de pronto desapareció, minutos más tarde, se comunicó con su esposa. Ella había escapado de sus persecutores y había logrado comunicarse con Emma.

Y detrás de Richi un auto se aproximaba, eran unos hombres enviados por Saúl. Al parecer fueron contactados por la madre de Aytem y no pudieron negarse a brindarles apoyo.

— Estoy seguro de que la tía Emma enviará a la policía, pero mientras tanto quiero que te escondas en algún edificio cercano y cuides de nuestro hijo, seguro Carlos tiene a todos siendo vigilados.

(¿Por qué tiene que pasar esto? Prométeme que estarán bien)

—Hemos hecho esto muchas veces, seguro que saldremos de esta también.

Solo eran cuatro hombres los enviados, ya eran las seis de la mañana y Richi se escabulló sigilosamente cerca de donde perdió la señal. Los hombres que lo acompañaron se dividieron en parejas y comenzaron a buscar el posible lugar donde se escondía Carlos.

Al mismo tiempo desde la azotea de un edificio alguien veía todo atreves de la mira de un rifle. Desde donde estaba se observaba la ubicación y movimiento de todos, incluso se veía atreves de una ventana a Carlos y Scott en una sala.

—Espero no le hayas hecho nada a mi hija por si no yo...

Carlos lo golpeó en el estómago ocasionando que el escritor caiga sobre sus rodillas.

—No te conviene hacerte el valiente —Carlos le susurró en un oído.

Luego caminó hacia su silla, la giró y se sentó.

—Podría torturarte un poco o debería traer a tu hija aquí y que veas con tus propios ojos como la convierto en mujer. —Señaló mientras encendía un cigarro.

Detalles de desesperación total y el sentir de la frustración corroyendo tus venas sin poder hacer nada. Diminuta la esperanza que te acoge cuando tienes frente a tus ojos el peligro, pues este asecha sin temor alguno, tan solo ataca y golpea hasta dejarte en la lona del sufrimiento.

En la situación actual Richi estaba próximo a ubicarlos, con sigilo envió a los hombres atacar a un fugitivo que andaba por allí, le rompieron el cuello y continuaron. De pronto comenzó un encuentro con armas de fuego, y desde adentró Carlos oyó el alboroto.

—Estoy seguro que es el bastardo —Cogió el móvil —No lo maten, tráiganlo aquí.

Comenzó a reír como un desquiciado, giraba con las manos abiertas mientras reía a carcajadas.

—Por fin los tendré a todos, mi momento de brillar es ahora. Hoy será el día en que cobre mi tan anhelada venganza.

DOS ESTACIONES A SU LADO © (Completa) Sin editarحيث تعيش القصص. اكتشف الآن