Vuelo #28

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Para Shen Qingqiu y Luo Binghe estos últimos meses habían pasado un tanto rápido, aunque se habían tomado su tiempo de explorar su relación quedándose una buena temporada en su pacífica casa de bambú, hasta que aquella campana en su cabeza del sentido común y las responsabilidades tocaban su puerta y ambos debían dar por finalizada su luna de miel.

Luo Binghe realmente no parecía muy feliz con tener que volver al mundo demoníaco y apartarse de su Shizun, a Shen Qingqiu le costaba separarse también era como una madre que enviaba a su hijo al primer día de escuela más que una esposa que despedía a su marido cuando iba al trabajo.

- ¿Irás al palacio de hielo? Te acompañaré hace tiempo que no veo a tu Shang-Shishu - dijo fingiendo desinterés y Luo Binghe sonrió complacido.

Shen Qingqiu no es que se moría por ver a Shang Qinghua, pero se había quedado un tanto pensativo respecto a su visita imprevista a mitad de su luna de miel.

El palacio de hielo parecía tal y como lo recordaba con ese aspecto frío, decorado con motivos azules de diferentes tonos.

Luo Binghe se anunció y Mobei-jun no tardó en recibirlos en la sala del trono.

Shen Qingqiu buscó con la mirada a Shang Qinghua y Mobei-jun pareció entenderlo.

- Shang Qinghua, está en su oficina - dijo Mobei-jun ordenando que un sirviente guiara al Consorte de su señor Luo, así dejando a ambos demonios a solas para discutir asuntos del mundo demoníaco.

Shen Qingqiu fue guiado a la oficina de Shang Qinghua en el palacio, la verdad nunca había explorado el palacio de hielo, tampoco era que tuviera mucho tiempo libre para explorar teniendo casi el apocalipsis en su trasero.

El sirviente dijo algo, pero Shen Qingqiu casi no le había prestado atención, solo sabía que había llegado a la habitación que solicitaba, sin mucha ceremonia entró y vio como habían pergaminos y papeles regados en el piso de manera desordenada por doquier.

- ¡No lo pises! - se escuchó la voz de Shang Qinghua desde su escritorio al escuchar como ponía bajo su pie uno de los tantos papeles del desastre.

- Hago el esfuerzo de venir a verte y ni un "hola".

- ¡Hermano Pepino! - Shang Qinghua apartó su mirada de esos importantes documentos - No esperaba que me visitaras, discúlpame estaba tan ocupado.

Shen Qingqiu lo dejó pasar y tomó asiento en una silla cercana de la cual quitó algunos papeles y colocó en el piso.

- Realmente no esperaba que te quedarías aquí después del final de la trama - inquirió con curiosidad al ver que tan comprometido parecía Shang Qinghua.

- Soy un ser débil - dijo con un suspiro - Pensé que lo mejor sería volver a casa, pero... No puedo abandonar a mis hijos, aunque me desprecien.

- ¿Eres alguna especie de masoquista?

- Lo soy - dijo Shang Qinghua con una sonrisa que no sabía cómo definir, Shen Qingqiu solo quería molestarlo un rato, pero parecía que su tarea no sería tan fácil.

- ¡Ah! Vengo aquí a visitarte y ni siquiera me ofreces té, Hermano Avión.

Shang Qinghua se percata que es cierto y ha olvidado sus modales, se disculpa copiosamente y entonces se pone de pie para buscar la tetera que está al otro lado de la oficina apenas visible.

Shen Qingqiu por un momento se comporta frívolo, pero luego cambia su expresión a una de culpa cuando ve como el otro usa un bastón para ir al otro lado de la oficina, claramente su pierna está herida y evita apoyarse en esta.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now