Vuelo #76

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En su vida como discípulo interno, ha aprendido tantas cosas como llevar agua caliente, hornear pasteles, hacer papeleo molesto y también remendar las prendas para ahorrar presupuesto.

Mobei-jun siendo un mimado y rico al ver que su túnica se ha roto por un trozo de hielo afilado está más que dispuesto a deshacerse de esta, una prenda rota no tiene utilidad piensa. Shang Qinghua pone los ojos en blanco y entonces le regaña.

- ¡Esto tiene arreglo mi rey! Solo deme un momento.

Mobei-jun alza una ceja curioso y entonces Shang Qinghua saca de su bolsa qiankun un pequeño estuche que nunca había visto antes.

Hay una pequeña variedad de agujas e hilo. Shang Qinghua con una serie de movimientos magistrales toma la aguja y entonces el pequeño hueco en la túnica desaparece, la costura es tan perfecta que no parece que esta túnica haya sido dañada antes.

Mobei-jun está asombrado.

Si bien sabe que las habilidades de Shang Qinghua no son las más vistosas en el arte de la espada o el cultivo claramente es sobresaliente en aquellas que no son referentes al combate.

Mira con curiosidad cuando tiene una extraña bola de hilo y dos agujas, de inmediato se atreve a preguntar ¿qué está haciendo?

Shang Qinghua le responde: guantes y una bufanda.

A los ojos de Mobei-jun es como si estuviera viendo un Kirin de dos cabezas. Aun así, no despega su mirada para ver en qué momento esa bola de hilo tan extraña se convierte en lo que anuncia Shang Qinghua.

No ha podido seguirles el rastro debido a sus deberes, pero ahora ve como Shang Qinghua tiene listo aquel par de guantes y la bufanda, pero no puede evitar oscurecer su mirada cuando Shang Qinghua habla.

- Ahora el hermano Shen los usará para el invierno. Seguro se le verán muy bien.

- ¿Son para el consorte Shen?

- ¡Si! Pronto será su cumpleaños -Mobei-jun no entiende de que habla y qué es un puto cumpleaños, pero siente algo de ira y celos al saber que esto que Shang Qinghua ha estado haciendo es para otro que no es él - También hice un par para el emperador Luo para que estén a juego, seguro se verán adorables - dice Shang Qinghua está vez clavando más fuerte el cuchillo en la herida.

Mobei-jun no sabe qué hacer con esa molesta sensación que siente, porque él no tiene algo hecho por Shang Qinghua, algo hecho por sus hermosas manos, pero es tonto que un demonio de hielo como él pida ropa de abrigo humana así que solo recurre a su única opción.

- Arréglalo.

- Ah ¿mi rey ha roto su túnica de nuevo? - Mobei-jun asiente. Shang Qinghua sonríe y en un santiamén lo arregla.

Mobei-jun no pierde el tiempo, porque mientras está en la habitación de Shang Qinghua ve que hay algo de desorden y muchas telas regadas por doquier, así como un pequeño trozo sobre el cual parece que ha estado trabajando recientemente.

- ¿Qué es eso?

Shang Qinghua de inmediato se congela y palidece, y se apresura a cubrir aquello mientras fuerza una sonrisa.

- E-es algo secreto.

Mobei-jun arquea una ceja, porque él es el rey y nadie le guarda secretos a él, eso se lo deja claro a Shang Qinghua.

- No quería ser irrespetuoso con mi rey, esto es... Es... Es ropa de mi aldea natal, estoy tratando de recrearla, es que... Tengo algo de nostalgia, ya sabe...

- ¿Ropa de tu aldea?

-Aún no está terminada así que no hay mucho que ver, pero es ropa de combate... Si eso...

- ¿Ropa de combate? Me interesaría verla entonces.

- ¿Eh? No lo sé - se pone más nervioso - No creo que me quede bien, solo es una prueba, lo más seguro es que sea un fracaso. Pero eso no importa, mire ya he terminado con sus túnicas mi rey.

Mobei-jun no puede evitar sentir curiosidad, una noche ve que ya a muy altas horas Shang Qinghua sigue trabajando en su habitación, la luz está encendida.

Si se presenta lo más seguro es que se asuste, pero al escuchar al otro gritar, sus sentidos se activan pensando en algo que atenta contra su vida, así que abre las puertas de golpe.

Lo que ve lo deja sin aliento.

Shang Qinghua en un par de prendas tan pequeñas como un pañuelo, una apenas le cubre el trasero y otra el pecho. Su cuerpo está más expuesto que cubierto.

Shang Qinghua se queda petrificado como una estatua de hielo en esa extraña pose algo provocativa. De a poco su rostro pálido se torna de color rojo y entonces comienza a gritar como demente mientras busca con que cubrirse, solo se tropieza con la tela en el piso y cae mostrándole de manera esplendorosa el trasero a Mobei-jun.

Mobei-jun está ahí quieto ante lo que sus ojos han visto. Toma una gran bocanada de aire y entonces:

-Shang Qinghua - su voz es firme, Shang Qinghua se paraliza en su patético intento de cubrirse - ¿Está es la ropa de tu aldea natal?

- ¿Eh? - Shang Qinghua tarda en responder - S-si mi rey, está es la ropa de combate que le había mencionado...

- ¿Qué clase de combate se libra con una vestimenta así?

- Pues... Ya sabe... No es esa clase de combate, es otra clase de combate...

- ¿Otra clase de combate?

-Mi rey eso es... - de pronto Shang Qinghua cambia su expresión a una más seria - ¡Combate carnal!

Los ojos de Mobei-jun se abren a más no poder al ver la pose lasciva que Shang Qinghua ha hecho.

-En mi aldea, los combates más feroces se dan en la cama, ¡Las amas de casa usan armas como esta para derrotar a sus aburridos maridos y salir de la rutina! Algunas usan vestimenta de colegiala cómo esta, enfermera o incluso se visten de dominatrix, los relatos de BDSM se han hecho tan populares que...

Shang Qinghua deja de hablar porque la habitación parece que estuviera en pleno invierno y el frío comienza a afectarle.

- ¿Por qué tendrías que usar ropa como esa? ¿Es que acaso tú...estás buscando seducir a alguien?

- ¡N-no no es lo que piensa mi rey! Este Shang Qinghua no...

- ¿Entonces por qué usas esa ropa? Si Shang Qinghua busca seducir a alguien que no sea este rey no estoy dispuesto a aceptar que uses esa vestimenta tan reveladora.

Shang Qinghua traga saliva con dificultad.

- Pero yo... ¡Ah mi rey! - Shang Qinghua siente las manos frías de Mobei-jun tomarle del trasero y acercarle a él, sus cuerpos están muy juntos, Shang Qinghua puede sentir la erección punzante de su rey contra su abdomen, se queda quieto como un animal pequeño frente a un depredador.

Ahora solo sabe que la ropa de combate que pensaba vender como artículo novedoso está arruinada...

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora