Como conquistar a un autor idiota y no morir en el proceso

Vuelo #37

Shen Qingqiu no sabe cómo sentirse al respecto cuando Binghe ha llegado a casa de su reunión en el reino del norte, la expresión indescifrable en su rostro es algo que le hace pensar que hay algo que no está bien, parece meditar mucho sobre algo hasta que Shen Qingqiu no aguanta la situación y decide preguntar si ha ocurrido algo.

Luo Binghe parece que ha despertado de un sueño y mira a Shen Qingqiu con la devoción habitual.

- Me reuní hoy con Mobei-jun y Shang-Shishu - bien eso no tenía nada de extraño pensó tomando algo de té - Entonces me di cuenta de que teníamos mucho tiempo sin ver a Shang-Shishu - Shen Qingqiu alzó una ceja ¿Por qué el repentino interés? - Shang-Shishu estaba así de gordo - hizo un gesto con sus manos y Shen Qingqiu casi escupe el té.

- ¿Gordo?

- Si, pero realmente no estaba gordo, Shang-Shishu está embarazado, realmente se veía muy feliz y... - en algún punto Shen Qingqiu dejó de escuchar, la sola idea de seguir oyendo lo que Binghe estaba diciendo le iba a provocar un dolor de cabeza terrible, un mal presagio... - ¿Shizun no quiere hijos?

-...

Shen Qingqiu se quedó en silencio, este fue el comienzo de una horrible idea por parte de Binghe, ¡por dios! Él nunca se imaginó ser padre, el instinto paternal no había tocado su puerta.

- Mis discípulos son como mis hijos Binghe - dijo tratando de evadir el tema, quería demostrar cuan comprometido estaba con su matrimonio y su responsabilidad como señor del pico antes de darle un rotundo no...

- ¿Entonces Shizun no quiere un hijo de este discípulo? - ¡maldición! ahí estaban los ojos de perrito de Binghe, ¿por qué le costaba decirle que mejor estaban así? Puede que en cien años se lo plantearía, pero...

- Quizás no ahora Binghe, aún somos jóvenes e inmortales, tenemos tanto que vivir con nuestro matrimonio que... Quizás en unos años sea una buena idea ¿no crees?

Luo Binghe pareció meditarlo un momento y luego asintió complacido.

Esperaba así mantener el asunto zanjado de momento...

Entonces el maldito destino siempre le jugaba en su contra.

Luo Binghe en su fascinación había invitado a Shang Qinghua a la casa de bambú, quizás sería algo molesto viajar para el otro, pero los portales de Mobei-jun eran demasiado convenientes.

Shang Qinghua por supuesto que no se negó, aceptó complacido a comer la comida de Binghe, vamos que Luo Binghe ponía una cara de desagrado al verle llegar de imprevisto y ahora parecía emocionado.

- Sabes que te odio - dijo Shen Qingqiu viendo con una mirada filosa a Shang Qinghua y su gran e hinchado vientre que ya no podía esconder.

- Lo siento Hermano Pepino, no fue mi intención, además como negarme, mi hijo está emocionado por conocer a su hermanito, ¿no te parece tierno? - Shang Qinghua estaba rebosante de alegría que ni parecía que sus comentarios más mordaces le arruinarían el humor.

- ¿Y cuánto te falta para que termines de estallar?

- ¡Oh! Pues dicen que el próximo mes podría ser el nacimiento, aún estoy nervioso - acarició su vientre.

- ¿Realmente lo vas a parir? - Shen Qingqiu aún estaba escéptico sobre el tema.

- Por algún lado debe salir Hermano Pepino ¡auch! - intentó reír un poco, pero la molestia se vio reflejada en su rostro.

- ¿Te está pateando?

- Lo normal, ya sabes, no es un bebé humano lo que tengo aquí dentro, así que los bebés demonio son un poco más... agresivos, le gusta jugar con el hígado y las costillas de mamá - dijo a modo de broma - ¿Dime quieres tocar?

Shen Qingqiu entrecerró sus ojos, aunque mayor era la curiosidad, la verdad no había estado cerca de una mujer embarazada, su madre había tenido a su hermana menor siendo el muy pequeño como para recordar algo, y lo más importante no se tenía a un hombre embarazado todos los días frente a él ¡Claro que quería tocar!

Fue muy cuidadoso y puso su mano donde el otro le indicó de inmediato sintió un golpecito que le hizo abrir sus ojos a no más poder y sentir una extraña emoción en su interior, quien diría que un bebé demonio no nacido le haría sentir de esa manera.

- Solo piénsalo hermano Pepino deberías tener uno, eres mi Bro, nuestros hijos también deberían ser amigos y... - Shen Qingqiu alejó la mano como si le quemara.

Luo Binghe entró a la sala de té anunciando que la comida estaba servida, Shang Qinghua miró con emoción los platillos en la mesa, realmente quería probarlos todos, Luo Binghe no dejaba de hablar que había cocinado los favoritos de su shishu y en consecuencia los favoritos del bebé, Luo Binghe revoloteaba con emoción a su alrededor que Shang Qinghua se sintió conmovido.

- Serás un buen hermano mayor - dijo Shang Qinghua limpiando una lagrimita.

- ¿Hermano mayor? - Luo Binghe no lo entendió del todo, al menos su Shishu le había dejado tocar de nuevo su vientre.

Shang Qinghua decidió que él no sería al menos el único en este barco, ya sabía que Binghe no tardaría pronto en querer un hijo, su naturaleza demoníaca haría lo suyo, y Shen Qingqiu, el hermano Pepino no saldría ileso de esto.

Quizás estaba tan feliz de ver al hermano Pepino en apuros que no se percató de la humedad en la parte baja de su túnica, de inmediato se miró horrorizado.

- He-Hermano Pepino... Creo que tenemos un problema...

- ¿Ahora qué?

- Se rompió mi fuente...

Fue la última frase que se escuchó antes de entrar en pánico.