Vuelo #138

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Este demonio era uno algo vanidoso, le gustaba el lujo, la buena comida y las joyas, como a cualquier humano vanidoso, quizás por el hecho de ser un demonio esto lo hacía aún más extravagante, después de todo decían que cuando un humano llegaba al extremo de la vanidad se veía como un demonio, como quería reír con esa frívola comparación, los demonios eran superiores a los humanos, en belleza y poder.

Esa era la percepción de este demonio vanidoso, que con los siglos se había vuelto el más solicitado por los gobernantes de varios reinos para confeccionar sus atuendos así como los de sus concubinas y consortes.

Cómo era de suponer el emperador Luo había recurrido a sus servicios, sus habilidades como sastre y estilista estaban por encima de todos y claro aunque el nuevo emperador demoníaco era un híbrido, como el demonio capaz que era el podria hacer ver hasta a una rata como de la realeza.

El emperador Luo era una fuerza imparable, su naturaleza híbrida lo hacía más fuerte y en consecuencia hermoso, odiaba por su parte haber confeccionado algo para el humano que era su consorte, pero nada era obstáculo para este demonio, para su sorpresa la belleza etérea de Shen Qingqiu era algo que había maravillado a todos luego de que usara las hermosas túnicas que había confeccionado, no podía negar que su emperador tenía un gusto exquisito al buscar al humano más hermoso entre todos, aunque se daba créditos por realzar aún más su belleza.

Mientras tomaba algo del licor servido miraba a los demonios invitados a esta ceremonia, todos lucian bien aunque nadie tan brillante como el emperador y su consorte, hasta que sintió que alguien chocó con él, la copa en su mano derramó su contenido en las túnicas del despistado, por un momento estaba enojado al ver que habia sido desperdiciado un buen vino, iba a quejarse de quien se era tan despistado para no verle a él, alguien que podría calificarse como una de las personalidades más elegantes de esta gala.

Lo que se encontró el demonio frente a él fue a un pequeño humano temblando como un hamster asustado, se disculpaba sin parar a pesar de que sus túnicas eran las que se habían mojado.

Pobre, no era más que un sirviente, todo despeinado y desaliñado en una gala tan hermosa como está, hasta los otros sirvientes tenían mejor aspecto y vestuario, en cambio este humano lucía lamentable, aunque su mirada se fijo discretamente en la corona de plata en su cabello, era alguien que no tenía un rango tan bajo...

Vio al humano alejarse para acercarse al imponente Mobei-jun, el segundo al mando de Luo Binghe, era el segundo demonio más cotizado del mundo demoníaco.

-¿Quién es ese humano? - dijo casi al aire sin creerse que alguien con ese aspecto pudiera estar cerca de la perfección demoníaca en persona.

- Ah, es el asistente de Mobei-jun - escuchó decir a otro demonio que le respondió discretamente.

- ¿Su asistente? ¿Qué no sabe que esta es una gala del más alto nivel? - chistó.

- No lo sé, pero según es el señor del pico An Ding, está en la misma secta que el consorte de Lord Luo.

- Inaceptable.

Durante la velada trató de ignorarlo, pero hasta que no lo volvió ver de reojo se percató de que aún usaba esa túnica manchada de vino. Algo dentro de sí se revolvió con descontrol.

- Es una pena es un humano de bajo nivel, ni aún usando sus maravillosas creaciones brillaría en esta gala ¿No cree? Después de todo usted tampoco es que obre milagros, no puede convertir un trozo de carbón en una joya. - se burla el demonio a su lado y el demonio vanidoso frunce el ceño.

Cuando vio al señor del pico caminar hasta una esquina apartada no dudó en acercarse.

El humano al verle tan cerca y que no le quitaba la mirada estaba completamente asustado como si creyera que se lo iba a comer, no tenía gustos tan pésimos ¿Qué no podía hacer brillar un trozo de carbón? ¡Él podría convertir una piedra en jade del más alto calibre!

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now