Vuelo #95

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La comida del norte no era especialmente variada, quizás porque los demonios lo que menos pensaban era en la preparación o presentación, solo decían "cómetelo es nutritivo", en la nobleza no había muchos cambios, pero si era común ver platos que se consideraban manjares y que los plebeyos o ciudadanos comunes no tendrían el placer de degustar, pero de los cuales se regaba el rumor de su alta calidad.

¡Ah! Le hubiera gustado poderle dar una gastronomía más exquisita al norte, piensa Avión disparado hacia el cielo, en su concepto de mundo para hacerlo más fiable, los demonios de hielo que detestaban el calor no cocinarían sus alimentos, por lo que era común alimentos frescos o crudos, en conserva de cualquier tipo o aún vivos.

-El ojo del pescado es la mejor parte de la sopa Maestro Shang - dice el cocinero que ha preparado todo el banquete para la celebración ya de un año de mandato del actual rey.

- S-si ya veo - Shang Qinghua miraba con recelo los platillos dispuestos frente a él. No le extrañaba que los fideos que había preparado su rey no se parecieran en nada a fideos ramen calientes y jugosos, pero era tiempo de olvidar eso.

Con el pasar del tiempo desde la ascensión de Mobei-jun, su rey ahora se había vuelto la cara visible del reino, y objetivo de sus enemigos al quedar como regente del territorio del emperador Luo Binghe que estaba en su segunda luna de miel. Shang Qinghua estaba estresado con todo el trabajo extra, entre sus tareas para proteger a su rey como buen sirviente que era, estaba la delicada tarea de verificar su comida, todo ser vivo en este mundo por más poderoso que fuera si le atacaban desde dentro podrían morir con la mínima gota de un veneno letal, no dudaba que sus enemigos recurrieran a tácticas de esa calaña evitando así el conflicto con uno de los demonios más poderosos de su mundo.

Shang Qinghua se daba a la tarea de probar y verificar la comida de manera rigurosa, era una labor que llevaba de manera rutinaria y sigilosa, así como los demás deberes del palacio, su rey no debía enfocarse en pequeños detalles, solo en su deber de ser un buen gobernante.

Unas ligeras pruebas a la comida y no delataban nada extraño. Todo estaba dentro de los parámetros normales.

- Está bien, puede ser servida - dijo dando su aprobación.

En caso de que la comida resultara envenenada Shang Qinghua disponía en su bolsa Qiankun de un buen antídoto para todo tipo de veneno, no pensaba simplemente arriesgarse a ciegas.

La comida del banquete fue servida.

Shang Qinghua estaba a cargo de dar un discurso introductorio antes de comenzar el banquete al que asistían las familias nobles más cercanas a la familia real, con el objetivo de reafirmar su lealtad al rey.

Shang Qinghua sabía que ninguno de ellos podría oponerse a Mobei-jun, no les quedaba más que obedecer y tragarse sus orgullos.

Mientras Shang Qinghua exponía sobre las hazañas de su rey comenzó a sentirse mareado, ¿Qué era esta sensación tan extraña? Oh esto debía ser una señal.

De inmediato Shang Qinghua se giró a ver a Mobei-jun indicando que nadie tocara la comida del banquete, poco después de esto trató de alcanzar el antídoto en su bolsa, pero de un momento a otro se sintió tan terrible que apenas alcanzó a entender que tenía una desviación de qi.

Cuando despertó se sintió como si hubiera sido arrollado por un carruaje. Estaba en una cama cálida y mullida, de inmediato se sentó viendo a su alrededor.

La presencia silenciosa de Mobei-jun a su lado le hizo brincar, de inmediato Mobei-jun lo volvió a acostar forzosamente empujándolo de sus hombros.

- ¿M-mi rey?

- ¿Por qué hiciste esa tontería?

- ¿Eh?

- Sabes que la especia de sal de tigre es peligrosa para los humanos, si no fueras un cultivador tú habrías...

-Mi rey... Sobre eso... - Shang Qinghua se sintió algo tonto de no recordar aquello.

- Haces demasiado, ya me dijeron que te arriesgas haciendo cosas como revisar la comida o los regalos que son enviados al palacio.

- Eso es parte de los deberes de este sirviente. No puedo permitir que la vida de mi rey se vea amenazada de alguna manera.

-Te prohíbo que hagas algo como eso - dice Mobei-jun en un tono cortante.

- Esto solo fue un error de cálculo, no volverá q pasar mi rey, en dado caso siempre llevo un potente antídoto conmigo - dijo Shang Qinghua como si nada.

- ¡Shang Qinghua!

-Ya te dije que no volvería a pasar, seré cuidadoso - le responde haciendo un puchero.

- ¿Que más haces a mis espaldas? ¿Acaso si alguien planea atacarme harías la locura de recibir una espada en mi lugar? No seas idiota.

- ¡Pues claro que lo haría! Para eso soy su sirviente - dice Shang Qinghua como si nada.

- ¡Shang Qinghua!

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- ¿Entonces ahora estás bajo arresto domiciliario? - Shen Qingqiu se abanica tranquilamente viendo a Shang Qinghua con cara de enojo mientras rellena papeles sin parar.

- ¡Mi rey es un idiota! ¿puedes creer que me sancionara solo por tomar en cuenta su seguridad?

Shen Qingqiu rueda sus ojos, realmente cree que tiene un idiota frente a él. Solo espera que no tarde mucho en darse cuenta de ello.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now