Vuelo #39

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Las reuniones en el reino demoníaco a diferencia de las reuniones en el mundo humano, eran algo tensas para Shang Qinghua, la presencia imponente de Luo Binghe sin Shen Qingqiu a su lado dejaba salir a flote su verdadera personalidad, la cual parecía que asesinaría a cualquiera que fuera contra su voluntad con la mirada.

No sabía cómo sentirse al respecto al ser considerado su confidente y consejero, sentía las miradas de otros oficiales posarse peligrosamente sobre él, quizás solo él era suficientemente idiota para estar en un lugar como este.

- Retírense - ordenó Luo Binghe a todos sus oficiales abandonar la sala, Mobei-jun miró de reojo a Shang Qinghua, dejar a su consorte junto a otro demonio no era una idea que le resultara muy agradable.

- Está bien mi rey, seguro mi señor tiene algo que quiere discutir en privado, no tardaré - Shang Qinghua besó la mejilla de su rey para convencerlo.

A puertas cerradas Luo Binghe se aclaró la garganta, dio unos pasos de un lado a otro de la sala, Shang Qinghua estaba imaginando que quizás querría amenazarlo por haber irrumpido en la casa de bambú para obtener algunos fideos hechos a mano, o por aquella vez en que se emborrachó junto a Shen Qingqiu y terminaron demasiado juntos para su gusto.

- ¿Entonces cuál cree que es la mejor opción Shang-Shishu? - la voz de Luo Binghe lo sacó de sus pensamientos.

- D-disculpe mi señor, ¿podría repetir lo que dijo? - dijo algo tembloroso.

- Decía ya que Shang-Shishu es muy cercano a mi Shizun, debe conocer alguna manera para que Shizun sea más afectuoso con este discípulo...

Shang Qinghua miró a los lados, pero ciertamente no era algo que pudiera evadir, se trataba de su hijo pidiendo consejo a su padre, podría esta ser una escena conmovedora padre-hijo si este no fuera un demonio capaz de arrancarle la cabeza con la mirada.

- Uhmm mi señor... Mi señor lo ha estado haciendo muy bien, el hermano Shen me habla siempre muy bien de usted mi señor.

- ¿En serio? - Luo Binghe alzó una ceja.

- ¡Es así!, Podría decir que estoy algo celoso de su cocina, es allí donde tiene un gran fuerte mi señor.

- Me he esforzado por cocinar lo mejor para mi Shizun, pero, está más que claro que no es suficiente, quiero sorprenderlo, hacer que sus pálidas mejillas se sonrojen y se arroje a mis brazos con devoción.

- Mi señor, ya sabe que el hermano Shen no demuestra mucho sus sentimientos, pero el realmente está feliz con cada cosa que usted le prepara, puede que no lo demuestre abiertamente gay pero su corazón está rebosante de alegría.

- Pretendo seguir complaciéndolo, es por eso que, dada su cercanía, necesito ampliar mi repertorio, hacer un platillo que realmente conmueva el corazón de Shizun, tu pareces saber que podría ser.

- Oh... Bueno... Este sirviente viene de una aldea muy muy lejana sabe, el hermano Shen también, quizás si podría cocinar algo originario de nuestra aldea y que logre el efecto deseado, pero tengo que decirle que la comida de nuestra aldea es muy diferente y variada.

- Entonces entrenaré mis habilidades en la cocina para alcanzar la perfección.

- Si, debe entrenar antes de presentar esos platillos, tal y como desea puedo ayudarle.

Shang Qinghua había terminado por hacerse cargo del entrenamiento en la cocina de Luo Binghe, si quería a Shen Qingqiu a sus pies lo tendría, claro el también cobraría por adelantado su asesoría, de inmediato sacó una lista de los posibles platillos que estaba ansiando probar.

-Cuento contigo - Luo Binghe había puesto una mano sobre su hombro que le hizo sobresaltarse, terminó asintiendo de manera exagerada.

Al día siguiente con completa discreción luego haberle explicado a su rey la misión de entrenamiento que Luo Binghe le había otorgado, se encontró con Luo Binghe en la cocina del palacio de hielo, Luo Binghe de inmediato se percató del maravilloso sistema para mantener los alimentos frescos, el hielo realmente era increíble y aquello llamado refrigerador que era una especie de caja de hielo era de lo mejor que hubiera visto, no tenía dudas de que Shang Qinghua era la persona indicada.

Shang Qinghua comenzó a hablarle de un platillo muy extraño, incluso le había hecho una pintura muy explicativa de cómo debería lucir.

- Es como crear la masa para crear un bollo, pero diferente, hay que amasar así, incluso si haces un buen espectáculo le impresionar as aún más haciendo bailar la masa en el aire.

Luo Binghe pareció entender, creo la masa y la salsa, realmente era algo fuera de lo habitual, desconocía por completo este platillo, a decir verdad, parecía tan sencillo de elaborar que se preguntaba si algo tan sencillo sería suficiente para el exigente paladar de su Shizun.

Le sorprendió que una vez salido del horno el aroma que desprendía era irresistible, faltaba que su sabor fuera aprobado, Luo Binghe observó a Shang Qinghua mientras tomaba un trozo de aquella llamada "pizza" y entonces la expresión extasiada del otro fue el veredicto que necesitó.

Siguió entrenando en aquel extraño arte culinario, estaba más que fascinado por estás extrañas recetas desconocidas, ¿quién diría que algo tan sencillo como un sándwich era un manjar?

Shang Qinghua quedó satisfecho con aquel entrenamiento, la nostalgia se había apoderado de él que aprovechó a comer todas las delicias que pudo, Shen Qingqiu le debía una muy grande después de esto.

La temperatura en la cocina había descendido poco después de que Luo Binghe abandonara el palacio.

Mobei-jun había estado observando a lo lejos, con total discreción aquella sesión de entrenamiento por algún momento se sintió celoso, al ver a Shang Qinghua sonreír al probar la comida del otro, ¿podría ser que Shang Qinghua le dejara por Lord Luo quien era capaz de conquistar el corazón de su Shang Qinghua con la comida?

- ¡M-mi rey! Debes probar esta pizza está deliciosa.

- Yo también quiero entrenar - dijo Mobei-jun mirándolo fijamente - Quiero preparar la comida que a Shang Qinghua le gusta.

Shang Qinghua terminó por sonreír emocionado, su rey realmente era el más adorable.

Un par de semanas después Shang Qinghua recibió un fuerte golpe del abanico de Shen Qingqiu.

-Hermano pepino no me pegues.

- Es tu culpa que haya aumentado como cinco kilos, ¿sabes lo que has hecho?

- Yo también engordé un poco pero un poco de ejercicio no hace mal...

- ¡Es tu culpa por enseñarles a cocinar comida chatarra!

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now