Vuelo #50

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Notas: segunda parte del Vuelo #35, muchos traumas y abusos implícitos personas dramáticas y de mente débil esta no es su historia.

Abrió sus ojos de golpe. Avión Disparado hacia el Cielo se despertó completamente exaltado pensando que despertaba de un mal sueño, el frío que le recibió le hizo castañear los dientes y abrazarse a si mismo frotándose constantemente para intentar calentarse al tiempo que podía ver su aliento con claridad en una pequeña nube frente a él.

- Estoy soñando. No, aquello fue un sueño - comenzó a repetir como si quisiera convencerse de aquellas palabras.

Mientras intentaba pellizcarse la mejilla con la intención de buscar una manera de despertar del sueño terrible, se percató de las manchas de sangre seca en sus manos, las heridas habían dejado de sangrar pero sabía como se las había hecho al tocar aquellas estacas de hielo filosas.

- Mi rey - comenzó a decir angustiado viendo a todas direcciones en esa habitación oscura y fría, decidió acercarse a la puerta e intentar abrirla entonces sintió la temperatura descender aún más, así como un par de ojos azules brillaban entre las sombras oscuras de aquel rincón, hizo que su cuerpo se paralizara de miedo absoluto.

Esos ojos los conocía bien, y sabía que no se parecían en nada a los del Mobei-jun que el conocía, estos ojos destellaban una frialdad absoluta sin ningún tipo de vestigio de calidez en ellos, unos que le apuñalaban como si fuera escoria.

Shang Qinghua contuvo la respiración al escuchar sus pasos acercarse.

- ¿A dónde crees que vas? - su voz sonó a reclamo y le hizo temblar como un animal asustado.

[Sistema fuera de línea: sin conexión. Intente de nuevo]

El sistema no parecía poder darle respuestas en este momento.

Shang Qinghua tenía miedo pero solo comenzó a pensar que a medida que Mobei-Jun se acercaba debía mantener la calma, debía sobrevivir... como si fuera algún tipo de mecanismo de autodefensa, Shang Qinghua había aprendido con los años a adaptarse a la peor de las situaciones, había enfrentado a la muerte y la había visto a los ojos constantemente que solo debía pensar ahora en que hacer y usar el conocimiento adquirido para salir de esta terrible situación.

- M-mi rey, no iba a ningún lado, le estaba buscando a usted -dijo con su voz temblorosa.

- ¿A mi? - preguntó poniéndolo en duda.

- S-si a usted mi rey, sino ¿a quién más buscaría? - dijo tragándose el miedo que sentía por completo.

Los ojos de Mobei-jun le fulminaban desde su lugar. Lo mejor que Shang Qinghua podía hacer era tratar de actuar dócil y servicial, y nuevamente abrazar los muslos de este rey demonio.

No entendía del todo el motivo por el cual este Mobei-Jun le había traido con él a su mundo, no dejaba de pensar que simplemente ¿odiaba tanto a Shang Qinghua que no soportaba la existencia de otro como él?, pero ¡él no era como ese malvado traidor! era un traidor, pero a su rey nunca lo traicionaría.

Su cabeza estaba llena de tantos pensamientos caóticos que no se percató cuando Mobei-Jun pasó a su lado abriendo la puerta.

- ¡Eres sordo! ¡Sígueme! - le gritó provocándole que sus piernas temblaran sin control.

Seguía su paso de manera lenta y con una distancia prudencial, pensaba que al menos así podría evitar un ataque letal de momento, aunque huir no era una opción en momentos como este cuando Mobei-Jun le podría encontrar o atrapar con facilidad.

¿Le estaba llevando a la sala del trono? ¿para qué? ¿le ejecutaría en publico delante de la corte?

Simplemente no había tenido el descaro de hablarle porque todo lo que salía de su boca eran tartamudeos inentendibles.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now