vuelo #118

1.2K 203 49
                                    

No sabe cuánto odia a este mundo tan cruel hasta que ha experimentado lo que él considera lo más injusto que le ha podido pasar, ver a su prometida ser arrebatada por su hermano, luego verse relegado a cuidar al hijo que pudo haber sido suyo, es un castigo peor que la muerte cuando ella ha abandonado este mundo.

Su hermano al que tanto odiaba ahora ha muerto y su sobrino ha ascendido al trono, nada ha salido como esperaba, pensaba que, si al menos terminaba quedándose con el poder y el reino, podría arrebatarle algo a su estúpido hermano mayor.

Al final el mundo es tan injusto que no le ha permitido llevar a cabo su venganza.

Luego de su último encuentro con Mobei-jun es más que obvio su exilio, ahora solo tiene un simple palacio arruinado que su sobrino no ha venido a eliminar, tal parece que, por mera lástima, le parece absurdo que incluso haya caído en las trampas de ese humano cuando pudo ser más cruel y matarlo de un golpe, pero él no quería algo tan fácil cuando sabía que ese humano era tan preciado para su sobrino, quería que el hijo de su hermano sufriera en carne propia como él sufrió.

Ahora estaba débil y en una posición poco o nada prestigiosa, le quedaban pocos sirvientes porque se ha ido encargando de los cobardes que le temen y ahora no quieren servir a un "traidor".

Al final se siente incómodo en ese frío palacio arruinado, termina por abandonarlo y embarcarse en un viaje al interior del inhóspito desierto del norte como si estuviera buscando alguna respuesta a su desgracia o la propia muerte, la que llegara primero no se quejaría, simplemente pensó que sobrino lo mataría y acabaría con su ridículo sufrimiento primero, después de todo hizo lo posible para que le odiara, pero aun así está aquí.

El frío del desierto es inclemente, incluso para un demonio de hielo como él, puede sentir sus extremidades congelarse a medida que avanza.

No muchos se aventurarían a esta parte, solo es algo que un demente haría y podría decir ya estaba algo demente.

Repentinamente de las profundidades del terreno sale una bestia dormida, apenas le esquiva, es un dragón hielo, una bestia que podría decirse que era casi mitológica, apenas se sabía algo de ellos porque los desafortunados que se encontraban con esta bestia perecían rápido.

El dragón le ruge y de una le da un golpe con su cola.

Linguang-jun cree que tiene la muerte frente a él a medida que el dragón se acerca meticulosamente, no tiene a donde huir, intenta atacarle con el hielo negro formando filosas espadas que solo rebotan contra sus duras escamas sin hacerle ni cosquillas.

Puede escuchar otro sonido aparte del amenazante dragón de hielo, y es el sonido del hielo bajo sus pies quebrandose, no tiene a donde huir cuando termina por caer antes de que el dragón le atrape.

No sabe a dónde ha caído, parece el interior de una cueva helada, nunca hubiera imaginado que había una cueva tan grande en un lugar así, frente a él hay un objeto que parece un libro muy delgado posado sobre un altar, no sabe si esto es alguna clase de tesoro o artefacto mágico, es la primera vez que ve algo así, apenas lo toca, pero no pasa nada. Repentinamente la cueva se sacude y entonces se escucha el fuerte rugido del dragón frente a él, quien se ha metido a la cueva como si nada, no podría ser peor su posición porque no tiene hacia donde huir en este lugar tan cerrado.

El dragón se detiene y se pregunta ¿por qué no lo ataca? pero este le mira fijamente y entonces puede escuchar aquella profunda voz.

- Has encontrado el artefacto que custodio desde tiempos ancestrales.

- ¿Desde tiempos ancestrales? - pregunta aún sin creerse que el dragón le ha hablado.

- Es un artefacto que solo los dioses pueden usar para sobrescribir el mundo, un simple demonio de hielo no podría usarlo nunca ni liberarlo de su sello, pero es mi deber protegerlo hasta que alguien lo encuentre.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoWhere stories live. Discover now