Vuelo #12

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Notas: contenido +18 en este capítulo, algo medio explicito... 100% Moshang, no se preocupen.




Su primera vez había sido desastrosa, ridículamente desastrosa y traumática, su pobre trasero había sufrido las consecuencias de la calentura, como si fuera un par de jovencitos inexpertos la habían cagado.

Vamos que el esperaba algo dramático, dulce y amable pero no podía pedir mucho de un demonio tosco y frío, maldición tampoco sabía que era frío allí abajo, su crisantemo no se lo agradecía.

El hermano Pepino en lugar de consolarle y darle consejos relevantes simplemente se había dedicado a burlarse de él.

Sentía que nadie lo tomaba en serio en ese mundo absurdo que había creado.

Documentarse en este lugar era un tanto extraño, pero se había propuesto que no volvería a fallar y alcanzaría el auténtico placer y se lo mostraría a su rey.

Había comenzado a investigar y obteniendo ciertos datos importantes, claro la clave de todo esto era la lubricación y la preparación, hacerla de manera adecuada teniendo en cuenta que su rey tenía una paleta helada anormal.

Claro a veces se preguntaba por qué debía ser el quien recibiera todo pero la mirada asesina de su rey cortaba todo pensamiento, claro él debía servir a su rey y su trasero dado como ofrenda, tampoco le molestaba mucho, aceptaría su destino callado si no fuera tan doloroso.

Esta noche le mostraría a su rey, el fruto de su investigación profesional, si así podía llamarlo, revisó su bolsa, había logrado obtener cierta cantidad de artículos que consideraba podían ser de ayuda, primero que nada unas velas para ambientar el lugar, sacado de una película barata que logró recordar, mucho aceite, había comprado tanto como pudiera, y claro más que nada importante un atuendo sensual, no había conseguido algo que pudiera considerar extrañamente sexy en este lugar por lo que pensó que confeccionar algo que dejara mucha piel expuesta era la clave de su acto de seducción, y lo que no podía faltar era el perfume esencia de seducción garantizada.

Estaba algo nervioso su rey no tardaría en llegar, se preguntaba ¿Cómo reaccionaría su rey? ¿podría poner todo en práctica de manera eficiente?

Alguien tocó la puerta y Shang Qinghua que tenía una delgada túnica encima para tratar de encubrir su sorpresa, estaba más que ansioso pidiendo que entrara tratando de sonar sexy, se preguntaba si debía sonar así o quizás más angelical...

La puerta de la habitación se abrió y Mobei-Jun entró cerrando de un portazo apagando de golpe las velas, Mobei-Jun no parecía del todo de humor, o más bien parecía enojado por alguna razón, seguramente culpa de alguna reunión con los ancianos de la corte.

Algunas de las velas estaban apagadas, pero era algo que podía ignorar, se apresuró a llamar la atención de su rey quien le dirigió su mirada azulada algo curioso entonces decidió quitar la delgada túnica para revelar su sorpresa.

- ¿Qué demonios es eso? - dijo Mobei-Jun un tanto confundido, nunca había visto un atuendo igual, Shang Qinghua usaba un trozo de tela muy corto que apenas cubría hasta medio muslo, con una extraña parte superior con un moño, además que se tenía una pose un tanto extraña como provocativa.

- Esto es un uniforme de marinerita - dijo Shang Qinghua, su rey no lo entendió del todo - Es algo que he preparado para mi rey, ¿no le gusta? - se atrevió a dar una vuelta rápida provocando que la falda se levantara un poco y dejara ver algo de su trasero y ropa interior.

Mobei-Jun no respondió su mirada oscurecida era indescifrable, si bien podía decir que era un atuendo un tanto vulgar algo de atractivo tenía, sin previo aviso levantó la falda que para él era un trozo de tela del tamaño de un pañuelo, extraño, pero parecía algo practico, Shang Qinghua siempre tenía ideas muy extrañas.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora