Elements (Libro Uno) ~ EDITANDO

Capítulo 21 ~ Los pies sobre la Tierra (6)

(P.o.V. Lanna)

Volvemos a corporeizarnos en uno de los pasillos de Kendall Energetics. William insiste en que no podemos irnos sin Thomas y por alguna razón le hago caso. Este chico me ha metido en más problemas de los que debería y sin embargo tiene algo de razón. Entonces en vez de conseguir nuestra libertad, me estoy metiendo aún más adentro de este horrible  e inhóspito lugar.

Seguimos al grupo de personas que arrastra a Thomas por los pasillos. Cada vez que estamos demasiado cerca, me transformo en sombras, a Will y a mí.

— Adelante grupo de avanzada #1425, tienen autorización para usar el elevador.— Escucho la voz que les habla a través del comunicador. Van al subsuelo. Donde Dreyx dijo que funciona un cuartel del DCPE.

— Will no podemos seguirlos...

— ¿Porqué no? ¡Tenemos que sacarlo de ahí!

— Porque no puedo sacarlo en sombras, tendríamos que salir caminando de ahí abajo y no es tan fácil.— La puerta del ascensor se cierra con Thomas adentro. No podríamos hacerlo solos. Necesitamos pensar esto...

— Es nuestro amigo y si no quieres ir a por él, voy yo.

— Will detente. No es seguro, necesitamos algún plan.

— No, necesitamos sacar a Thomas de ahí.

Agarro a Will del cuello de la camisa antes de que pudiera moverse en dirección al elevador y nos convierto en sombras. No me detengo hasta no estar de regreso en el garaje.

— Haremos esto... Te vas a quedar aquí, y vas a observar las entradas y salidas de autos, si traen a alguien más, etcétera. Mientras te fijas como saldremos de aquí, yo buscaré a Thomas. Si no regreso... No me busques. Sal de aquí. ¿Entendiste?

— No voy a dejarte atrás Lanna. Del mismo modo que no dejaría a Thomas ni a nadie más. No soy esa clase de persona. Si no regresas iré a buscarte. Sin dudarlo.

Revoleo los ojos, maldita caballerosidad ciega y tonta. Este chico va a hacer que nos maten a todos.

— Bien, pero espera a que suene el timbre de salida de los obreros antes de hacer nada. Eso me dará algunas horas para ver qué demonios hago.— Will asiente, al menos lo demoraré todo lo que pueda.

Me transformo en sombras. Avanzo por los pasillos ocultándome en la sombra de cada estante y puerta que pueda ver.

Para cuando llego al elevador, el grupo que había entrado está saliendo, sin Thomas. Me corporeizo, no debería haber cámaras vigilantes en esta parte del edificio porque no creo que deseen documentar como secuestran gente. Uso la sombra de los dos hombres para atarlos al suelo, intentan resistirse pero no hay mucho que puedan hacer contra mí. Me meto en sus mentes, busco sus miedos más profundos y les hago creer que están sucediendo. Enceguecidos por el temor ambos comienzan a gritar, los dejo ir y salen corriendo. No sin que antes le haya quitado el carnet a uno de ellos.

Entro en el elevador en sombras.

— ¿A qué piso?— Me pregunta una voz metálica en el ascensor. Miro los números en el tablero, estamos en planta baja y los números solo suben. Miro debajo de ellos, hay un lector para pasar la tarjeta del hombre, en cuanto lo hago, el tablero se abre, dejando ver más números que van de la A a la E. Va a ser un recorrido largo. Comienzo con el piso más cercano, el A, que es el que está justo debajo de la planta baja.

Avanzo en silencio entre las distintas puertas rojas que adornan el blanco pasillo, asomándome a cada una a ver si tenían a Thomas ahí. En su mayoría eran laboratorios, me cruzo con algunas personas pero como soy sombras no me ven.

Sigo avanzando, paso por un comedor lleno de mesas, por una armería extremadamente avanzada llena de dispositivos que no conozco. También hay una sala de vigilancia, entro y solo hay una persona mirando a las cámaras. Me inclino junto a él para ver lo que ve. En las distintas cámaras, que son muchas, hay distintas áreas de este lugar. Están codificadas por letra, según el piso en que se ubican, y por número, asumo que según el área que cubren.

— Control...— El ruido de un comunicador me asusta y casi pierdo el efecto de las sombras.— Control responda...— Respiro profundamente, intento no alterarme. Sigo mirando las cámaras, hay muchos, demasiados lugares. Pero las del piso E son las que llaman más mi atención, cada cuadrado muestra una habitación, con al menos cuatro chicos dentro. ¿Todos ellos serán elementales?

— Control...

— Aquí control ¿Que sucede?

— Control, habla torre dos, tenemos una lectura extraña en el escáner, ¿Podrías informar qué muestra A12?

— ¿A12? ¿Este cuarto?— Me horrorizo, ¿qué escáner...? El hombre tipea en un teclado y las cámaras cambian de color. En la A12 se ve claramente a él sentado y junto a él una masa sin forma, flotando, que soy yo hecha sombras.

Salgo de allí lo más rápido que puedo mientras escucho como detrás de mí comienzan a sonar alarmas. Bajo por el agujero del elevador sin siquiera esperar a que abra, solo me cuelo en sombras en la línea entre puerta y puerta, y me lanzo hacia abajo, al piso E.

En cuanto paso la segunda puerta me doy cuenta que encontrar a Thomas aquí dentro será mucho más complicado de lo que ya creía que iba a ser. Detrás de mí puedo escuchar pasos y gente corriendo por lo que acelero mis movimientos y sigo avanzando. ¿Dónde te han metido Thomas...?

Entro a una habitación de paredes blancas inmaculadas, no hay muebles, son solo lámparas enormes desde el piso hasta el techo. Y en ese instante se encienden. Debo admitir que es una idea brillante que me causará todo mi esfuerzo por huir. Porque claro, donde no hay sombra alguna ya no puedo avanzar. La luz en todas las direcciones me obliga a corporeizarme. Por la puerta por la que ingresé entran varios hombres y una mujer, bajita, de una mirada aterradora.

— Buscadores...— Entra flotando una máquina que reconozco, intento atacarla pero en este cuarto no hay oscuridad que pueda usar. Entonces intento entrar en la mente de esa señora y por poco lo logro, vi un gran miedo que no pude descifrar del todo. Cuando sentí un <<CLIC...>>.

De repente me siento más débil, la señora me expulsa de su mente, es una elemental también, una muy fuerte. Chasquea sus dedos y sobre mi cuello se cierra una pieza de metal, similar a la que vi en Thomas hace un rato. En mis manos también las hay.

— Traiganla, y llévenla al ala veintitrés con los demás.— Dos hombres me agarran por los brazos y me sacan de ese cuarto, intento usar mis poderes en sus sombras pero no funciona... Miro a mi alrededor en el pasillo, otros dos hombres están arrastrando a William, atado, detrás de mí. Demonios.

Nos llevan a un pasillo con muchas puertas, hasta frenar en una que tiene un gran 23 pintado encima. Al abrir la puerta veo a Thomas. Pero también están allí Jolene y Mercy. Dentro del ala hay ocho camas. Sentados, mirando a la nada están nuestros compañeros, y el único que no está sentado es Nicholas, acostado inconsciente en la última cama del lugar. Tiene vendas en los brazos, en el pecho y en el cuello. ¿Qué demonios pasó...? Nos colocan a Will y a mí en las dos camas más cercanas. Pero hay unas camas vacías. Faltan dos del grupo de ocho que bajamos a la Tierra.

Oigo otro chasquido de esa señora. Siento un fuerte pinchazo en la parte de atrás del cuello. Y todo se vuelve nebuloso y confuso a mi alrededor.