Elements (Libro Uno) ~ EDITANDO

Capítulo 7 ~ Ya es hora (2)

(P.o.V. Mayra)

— ¡Energía por acá!— Hay mucha gente dando vueltas afuera de la torre, reuniéndose en grupos según elemento alrededor de su pareja de líderes. Cada par de líderes está parado en piedras altas que antes no estaban, para que todos puedan verlos bien. Hay mucho murmullo y expectativa.

— Bien, ¿Me escuchan todos?— Un sí general se alza de la multitud de gente vestida de dorado alrededor de Matthew, el líder portavoz.— Ahora vamos a ir a la base de energía.— La emoción general es casi palpable.

— Necesitamos que sigan al pie de la letra dos simples reglas.— La voz de Harmony, líder junto a Matthew, es tranquila y dulce.— Uno, en ningún momento se separen del grupo, somos muchos y es muy fácil perderse en el bosque.

— Y dos, siempre presten atención a las indicaciones de sus profesores y líderes, son las voces más confiables de Orholt. Yo soy Matthew Ledford, y mi compañera es Harmony Durant. Somos los actuales líderes de energía.

— Si necesitan algo no duden en buscarnos, de otro modo, mi compañero Matthew aquí ve el futuro, y lo sabrá.— Se ríe, los comentarios de curiosidad y sorpresa fluyen como una corriente de agua. La emoción se siente en cada palabra.

— Bueno, estamos listos. Síganme novatos de energía, Witchedge nos espera.

Francis se queda siempre conmigo durante la caminata. Corinna sonríe y acaricia una pulsera. Me le acerco.

— ¿Thomas?— Se sonroja y asiente.

— Apareció en mi muñeca la otra noche, creo que es suya.

— Sin duda, ¿Acaso conoces otro chico que maneje metales?— Corinna se ríe y luego de un rato se adelanta para contarle a Faia.

— Estoy casi seguro que nos hemos visto antes. En la tierra. En algún momento.

— No lo sé, pero ojalá que sí, pareces del tipo de persona que cualquiera estaría encantado de conocer.— Fran sonríe ante mi comentario y pasa su brazo por sobre mis hombros. Ya no me molesta tanto su contacto.

— Novatos.— Grita Matt desde el frente del grupo.— Sean bienvenidos a Witchedge...— La majestuosidad del edificio, no, del castillo de Witchedge es asombrosa. Me acuerdo que necesito respirar, de la sorpresa casi me olvido. Apenas saliendo del bosque y junto a un acantilado que cae al mar, la fortaleza de energía se impone al paisaje, y sus altas torres de rojos ladrillos brillan como si fuesen nuevos. Miles de ventanas se organizan en filas, creciendo en tamaño por cada paso que doy. Oh dios, ¿Es este mi nuevo hogar?