Capítulo 4 ~ Pasado (3)

2.4K 256 13
                                    

(P.o.V. Mayra)

Todos estamos en silencio, casi en estado de shock. Esto continúa hasta que Matt, sorprendentemente, comienza a reírse.

— Es sólo una historia, no se preocupen tanto.— Silencio. De repente Francis también se ríe, y todos se ríen. Ni siquiera yo puedo evitar reírme. Me invade repentinamente una sensación se tranquilidad y relajación casi inexplicables.— Deberías contarnos a todos de tu don Francis.— Silencio nuevamente. Todas las miradas se desvían al joven de ojos marrones. Parpadea y esos ojos marrones se iluminan con un anillo dorado en su iris. Otro parpadeo y desaparece. Silencio.

— Es... una... es una... cosa rara que puedo hacer, ¿Como le llamaste? ¿Don?— Todos volteamos a ver a Matthew en busca de una respuesta. Este sonríe y se pasa la mano por el pelo.

— Sabía que ibas a usarlo, lo vi. Y es un don, de eso no hay duda, el anillo dorado de tus ojos lo demuestra, es una innegable señal. Yo cierro los ojos la mayoría de las veces para ver, por eso no lo notaron, pero siempre que usen un SP ese anillo aparece en sus ojos.— Todos están confundidos y Saint rompe el silencio. Aquel chico silencioso que se sienta junto a Francis.

— Creo que yo también tengo... eso...— Estira su mano y el anillo dorado se dibuja en su iris. Una chispa surge de sus dedos y de su palma. Y se apagan todas las lamparas del lugar. Exclamaciones de sorpresa y de enojo se alzan por igual. Aún en la oscuridad veo el brillo de sus ojos al hacer regresar la luz.

— ¡Whoa! ¡Increíble! Es un don electromagnético.

— Yo puedo hacer esto.— Dice la chica que creo que se llamaba Corinna muy tímidamente. El brillo dorado surge en pequeños destellos desde sus ojos y hacia su mano extendida casi a la altura de su cara. El brillo se transforma y se condensa hasta crear un objeto en el aire, una manzana. Se la lleva a la boca y come un pedazo. Sonríe satisfecha mientras mastica y se la lanza a Matt, quien observa la manzana con asombro.

Un poco avergonzada de mi clara falta de poderes, clavo la vista en el piso y me guardo al silencio. Aunque... en realidad me siento bien, contenta... pero yo no... Levanto la mirada y me encuentro con los ojos dorados y marrones de Francis.

— ¿Cual es exactamente tu don?— Ante mi curiosidad, y haberlo atrapado usándolo en mi, Francis sonríe.

— Supongo que es algo así como influenciar el estado de ánimo de las personas. Sobre como se sienten grupal o individualmente.

— ¡Un don nuevo! ¡Pongámosle nombre!— dice Matt emocionado. Un don que controla los estados de ánimo... ánimo...

— ¿Que tal ánima?... Es parecido a "estado de ánimo" pero mas que con el estado, habla del alma en sí.

— Me gusta, ánima.— Francis me sonríe y pasa el brazo por encima de mis hombros. Todos festejan, contentos por el nuevo don. Mientras tanto yo me excuso y bajo hasta el comedor. No es que no me haya gustado estar con los chicos pero de ahí a pertenecer, a sentirme cómoda con ellos, me falta demasiado. Pienso en el brazo de Francis alrededor de mis hombros, se sintió cálido, tibio, una sensación que no tenía hace mucho. Mientras estoy perdida en mis pensamientos Francis me alcanza.

— ¿Te pasa algo?— Niego con la cabeza y me abrazo sola mientras salgo al patio. Me siento en casa estando al aire libre, con el frío de la noche, y mi único techo las estrellas. Todo es tan distinto ahora, tan diferente.

Elements (Libro Uno) ~ EDITANDOWhere stories live. Discover now