Elements (Libro Uno) ~ EDITANDO

Capítulo 8 ~Día a día (2)

(P.o.V. Mercy)

— Yo quiero... — Miro al techo intentando decidirme.— Quiero... Milanesas... Sí, milanesas con puré.

Corinna pasa a mirar a Thomas esperando que él le diga qué quiere comer, pero él está tildado mirándola. Lo pateo por debajo de la mesa y se pone colorado mientras desvía la vista a la mesa.

— Ramen...— Dice Thomas rascándose la nuca. Corinna se ríe levemente, ella también está colorada.

— Bueno, a ver qué sale. Es mi primer día como Manifestadora y no sé si...

— Te va a salir perfecto...— La interrumpe. Lo miro con cara de asco, ¿En serio van a hacerme esto? ¿Porqué no se casan y ya? Corinna se pone violeta y se quedan mirándose unos segundos. Si esto continúa voy a vomitar.

Me aclaro la garganta y ambos desvían la mirada. Corinna entonces se decide a intentarlo, finalmente. Ella estira sus manos con las palmas mirando a la mesa y cierra sus ojos, cuando los abre estos brillan dorados, y el brillo se expande por fuera de su iris hacia la mesa, y de a poco va tomando la forma de nuestros platos. Y lo logra.

— Te dije que te saldría perfecto.— Le dice Thomas a Corinna, y esta sonríe y comienza a irse a otra mesa.

— Corinna...— Se voltea a mirarme.— Cubiertos...— Le digo con una sonrisa forzosa. Corinna se pone colorada, otra vez, y sé que Thomas me mira con cara de pocos amigos, me encojo de hombros, no se él pero yo sí necesito cubiertos para comer.

— Claro, que torpe.— Corinna vuelve a extender sus manos y manifiesta cubiertos junto a nuestros platos. Luego se va, avergonzada.

— ¿Era necesario?

— Oh discúlpame Romeo pero si tú quieres comer tus fideos con la mano adelante, yo no.— Agarro los cubiertos y empiezo a comer, ignorando la mirada de Thomas en reproche.

Una vez que vacío mi plato vuelvo a levantar la vista, Thomas intenta comer mientras observa a Corinna y de cuatro intentos, tres veces se pasa el bocado por la cara. Me río de su torpeza y su claro enamoramiento, y para evitar devolver mi comida me pongo a observar el comedor. Ya es casi de noche, el cielo brilla morado a través de la ventana. El pleno crepúsculo previo a la oscuridad. La gente está cenando, algunos esperan a que lleguen los elementos que faltan, Fuego y Energía. Siento un par de ojos clavarse en mí, me volteo a ver de quién es esa mirada y me encuentro con el líder de oscuridad, Adam... Intentando evitar sus ojos me hago tan pequeña como la mesa me permite.

— ¿Y a vos qué te pasa?— Con los ojos le señalo a Thomas el problema. Pero en su cara no veo reacción. Vuelvo a mirar en dirección a Adam pero ya no está, miro a mi alrededor y apenas logro distinguir su sombra cruzando el umbral de la torre, ¿A dónde va tan tarde? Pero ni que me importara a mí, mientras más lejos lo tenga, mejor.