Capítulo 3 ~ Bienvenidos (1)

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(P.o.V. Mayra)

— Dore por favor baja a ayudar a los demás líderes a separar a los iniciados por colores.— Un joven de unos veinte y tantos años aparece junto a nosotras. Dory le sonríe y asiente. Me aprieta suavemente el brazo en señal de "nos vemos luego" y se va.

El joven se me acerca, tiene una sonrisa sincera e irradia paz, irradia... luz.

— Mi nombre es Draiden, Lord Draiden oficialmente, pero todos me conocen como Drai. Soy como un profesor de Shadeston, la casa de luz. Y vos debes ser Mayra, el broche de oro de la camada actual.— Me pongo colorada, no exactamente de oro diría yo. Asiento lentamente, casi olvidándome de respirar. Respira May, respira.— Veo que tenemos un pequeño problema de placas...— Me río. ¿Me río? Eso ni siquiera fue un chiste.

— No creo que sea normal, pero esto es lo que pasa...— Toco la placa y se pone azul. Vuelvo a tocarla y se pone roja. Luego blanca, negra.

— ¿Y cuál fue el primer color que apareció?

— ¿Dorado? Creo.

— Energía...— dice medio decepcionado.— Tenía algo de esperanza de que fueses de luz.— Me sonríe con un poco de tristeza, apoya su mano en la plaza y toma mi mejilla con la otra. Un cosquilleo me recorre la cara, no estoy segura si es la sorpresa o la vergüenza de que se anime a tocar mi cara en este estado. Al mirar el brazo de Drai veo una luz que pasa de su cuerpo a mi. Cuando esta se apaga Drai me suelta. La placa está dorada y al tocarla ya no cambia de color.

— ¿Cómo...?— Apoya su mano en mi hombro, sin saberlo sobre mi marca. Sin importarle que tan desastrosa esté yo.

— Tratemos de mantener esto entre nosotros, yo después hablo con Dory para que no lo cuente por ahí. Lo que tienes es una aptitud multi-elemental, todos los elementos por igual. No es común pero tampoco es imposible. Pero por las dudas, que sea nuestro secreto, ¿sí?— Asiento. Drai me sonríe y acto seguido me pasa unas ropas que estaban dobladas sobre la cama, en cuanto las toco casi las suelto puesto que se tornan doradas. Drai repite el proceso para que no cambien de color.— Sigue las escaleras hasta el final, arriba de todo, luz rosa para mujeres. Nos encontramos de vuelta abajo.— Me sonríe y espera a que me vaya. Una vez en el séptimo piso me encuentro con un gran pasillo de piedra, sin ventanas, con sólo una puerta a cada lado, enfrentadas entre sí. De un lado brilla, flotando en medio de la nada, una luz rosada, y del otro, una luz celeste. Entro por la puerta izquierda con luz rosada.

Una vez cambiada, mi vieja ropa desaparece. Me rodea una luz dorada y de repente soy una persona. Estoy limpia, sana, peinada. Me miro al espejo, es increíble.

Bajo hasta el comedor y casi me choco con Drai quien estaba esperándome junto a la escalera.

— Veo que te vino bien el pequeño detalle que le agregué a tu básico de ropa, quedaste como nueva. Así deja de preocuparte tanto lo que los demás digan, ¿sí?— Se que lo hizo desde la bondad y lo aprecio, pero en el fondo me hace saber que soy distinta, que ellos no lo aceptaron bien, y que necesito parecérmeles más. Drai me sonríe y me lleva hasta el grupo de personas vestidas de dorado. Un muchacho me abraza, es rubio, de ojos claros, muy celestes. Está vestido de dorado como yo.

— Bienvenida Mayra, soy Matthew Ledford, líder de energía.— Drai me aprieta el hombro suavemente y se va.

— ¿Cómo...?— Matthew me sienta junto al resto y se sienta junto a mi.

— No te preocupes, es mi don.— De repente sus ojos brillan dorados y se queda en silencio mirando a la nada. En cuanto vuelve a hablar el dorado de sus ojos se difumina.— Cuidado con el banco.

— ¿Qué banco?— Antes de recibir ningún detalle unos chicos corren el banco que estaba junto al mío y me aprietan el dedo con la madera.— Ay...

— Ese banco— Dice Matthew riéndose. Me agarra la mano y con una rapidez quirúrgica una luz emerge de su mano y sana mi dolor. Me río, sin poder creer del todo lo que acaba de pasar. La gente murmura y charla, hablan entre ellos, se encuentran con amigos y disfrutan. En medio de toda esa tranquilidad surge el caos.

Elements (Libro Uno) ~ EDITANDOWhere stories live. Discover now