Capítulo 13 ~ El Avance (4)

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(P.o.V. Thomas)

He estado junto a Mayra desde que Nicholas se fue, sin muchos cambios en su estado, ella sigue durmiendo, intranquila, pero sigue durmiendo.

— A ver, a ver, quién tenemos aquí.— La puerta se abre de golpe y Amelia entra sin dudarlo dos veces. Se lanza hacia la cama y cuando estoy a punto de defender a Mayra me freno en seco. Amelia se sienta junto a ella, toca su mejilla, y así sin más, Mayra se calma. Ya no se retuerce, ya no parece estar adolorida, y de a poco se comienza a despertar.

— ¿Cómo...? — Nicholas está casi tan sorprendido como yo. Pero Amelia se voltea en nuestra dirección y hace señal de silencio. Mayra abre un poco los ojos, y ve a Amelia, pero está muy agotada como para reaccionar. Los colores, que antes brillaban bajo su piel, se apagan hasta desaparecer. Y simplemente comparten una larga mirada.

Amelia sonríe, y se inclina hasta acercarse al oído de Mayra. Nadie puede oír lo que dice. Pero sea lo que sea tiene su efecto. Mayra asiente y vuelve a dormirse. No lo comprendo.

— Todos afuera, déjenla descansar.— Adam comienza a sacarnos de a uno de la habitación.

— No, espera, no pueden dejarla sola...— La preocupación del líder de Fuego es casi exagerada. Amelia lo mira extrañada.

— Estará bien, no es que vaya a ir a ningún lado. Yo me quedo con ella.

— No.

Amelia se voltea, apenas molesta por mi reacción. Me mira de arriba hacia abajo y de vuelta hacia arriba.

— ¿Y este de dónde salió?

— Es amigo de Mayra, de acá de Tierra, y ...— Nicholas intenta defenderme pero realmente ni él sabe que es lo que yo hago aquí, ni como llegué aquí. Adam se acerca a Amelia y le susurra algo en el oído. Amelia sin dejar de mirarme sonríe ampliamente.

— Así que Thomas, ¿Así te llamas, no?— Asiento. Un poco asustado, pero con decisión.

— Thomas Soiler es mi nombre, Amelia.

— Puedes decirme Ame si quieres. ¿Porqué no me cuentas un poco de ese don tan particular que tienes escondido?— Por reflejo llevo la mano a mis pulseras, cubriéndolas con mi palma. — Thomas, un don como el tuyo podría ayudarnos a defender a Mayra...

— ¿Qué?

— Así es, ¿O crees que ella simplemente apareció en el bosque? Ella estaba huyendo de su Central. Y buscando asilo en esta Central. Pero justo se cruzó con Nick y se asustó, por ese malentendido que hubo entre nosotras. Que ya está aclarado por cierto. Ella podrá decírtelo cuando despierte. — Miro a Mayra, descansando tranquila, sin dolor.

— ¿Porqué dices que huía?

— Porque nadie la entiende, no como yo. No como nosotros.— Amelia señala a Nicholas y a Adam.— Continuemos esta conversación afuera, no quisiera despertar a Mayu...

~

Amelia y los demás líderes me condujeron a la sala de reuniones, o así la llamaron ellos. Allí me contaron como realmente pasaron las cosas ese día. Y muchas cosas más que estuvieron pasando en Orholt a espaldas de los alumnos.

— Pero no entiendo, Amelia, ¿El Director nos oculta cosas? ¿Y Mayra fue maltratada en su Central? ¿Y todo es un gran malentendido? Es muy difícil de creer.

— ¿Acaso es difícil dudar de un lector de mentes? Adam sabe que digo la verdad.

— Pero yo no sé si Adam dice la verdad.

— ¿Quién te crees para decirme mentiroso, chico espada? — Adam se abalanza contra mí y para alejarme me pego a la pared. Uso el metal de la silla en la que estaba sentado para cubrirme de su ataque, pero su ataque nunca llega.

— Que interesante...— Abro los ojos, no me di cuenta que los había cerrado. En mi brazo un escudo cubierto de picos de hierro. Letal para aquel que no pueda frenarse a tiempo. Pero no fue mi escudo lo que frenó a Adam, fue Amelia. Está parada entre nosotros dos. Está atacando a Adam sin siquiera mirarlo. Me mira a mí, pero Adam está de rodillas junto a ella, y la mano de Amelia está en su hombro. Deshago el escudo, se derrite hasta volver a su forma original, la silla. Ya fuera de peligro, Ame suelta a Adam, lo empuja al piso mientras este intenta recuperarse, y agarra mis manos. Ambas manos, las mira de lado a lado. Busca algún secreto que puedan develarle, y es algo incómodo que digamos.

— Ame me devuelves mis manos...— Ella me mira, y sonríe.

— Me llamaste Ame. Gracias.

— Creo que es momento que Thomas vaya a chequear como está Mayra, ¿No crees Ame?— Nicholas me saca de la habitación con rapidez. Antes de poder parpadear estoy fuera. No entiendo nada de lo que pasó. Simplemente bajo las manos, las meto en mis bolsillos, y empiezo a caminar de regreso a la habitación de Mayra.

Elements (Libro Uno) ~ EDITANDOWhere stories live. Discover now