Elements (Libro Uno) ~ EDITANDO

Capítulo 14 ~ Traición (2)

(P.o.V. Lanna)

<<Adam, sé que dije que lo haría pero me parece demasiado...>>

— Son infiltrados, que atacaron a dos alumnos e hirieron a una de las nuestras, de las alumnas de oscuridad.— <<Una alumna de oscuridad que podría herir a toda la escuela a la vez si fuese suficientemente fuerte>>

— Una alumna como tú.— Me quedo helada con esas palabras. Es...verdad. Yo también podría lastimar a mucha gente, pero elijo no hacerlo, por eso no quiero hacerlo ahora.

— Ella también elegía no hacerlo, lo hizo para protegernos. Y la terminaron lanzando contra una pared.

— ¿Y qué se supone que haga yo al respecto?— Ya ni siquiera uso mi mente, uso mis palabras, de mi voz, de mi boca.

— Necesitamos asustarlos, no quisieron estar de nuestro lado, entonces necesitamos que nos teman. Que sientan en la piel, en los huesos, el miedo de aquello que puede pasar si se desatara una guerra sin cuartel aquí en Orholt.

— Pero nunca creé un miedo en una persona, siempre usé los que ya tenían...

— Lanna, confío en ti, sé que puedes hacerlo, y es probable que en algún momento lo hayan pensado, usa ese mínimo miedo a tu favor.— <<Bien... Pero sólo una vez, veré qué puedo hacer...>>

Entro a la habitación donde los tienen a ambos. Están atados a dos sillas, los ataron con un lazo oscuro, como el látigo de oscuridad que Luna usa para controlar a sus bestias de la noche. No puede romperse con un elemento físico, sólo con un elemento de tipo energético, como la luz o la energía misma, o con más oscuridad.

Adam entra detrás de mí, para cuidarme supongo, o para cuidar de ellos. Usar mi don es algo que sólo hice con él.

— No pueden verte, ni escucharte, están a oscuras. Si quieres puedes usar eso como iniciador de miedo.

Asiento levemente. Tampoco intenté nunca usarlo con dos personas a la vez.

— Hazlo con una a la vez si así lo prefieres.— <<Sí, mejor así.>>— La chica primero entonces.

Adam lo dice con seriedad, miro a la joven y me resulta casi familiar. Es aquella chica con la que se peleó durante la iniciación, cuando todavía estábamos todos los novatos en la torre. <<¿Seguro que no es algo personal?>> Me volteo a verlo, lo miro a los ojos.

— Sería todo tan simple si tú fueses la que leyera mentes...— <<La ironía conmigo está de más Adam. Sólo preguntaba, por curiosidad>> Vuelvo a mirar a la chica. Me acerco a ella y coloco una mano a cada lado de su frente, tocando su piel solo con la yema de dos dedos. Cierro los ojos y entro en su mente...

Estoy a cierta distancia de ella, en la oscuridad. No tiene ojos ni oídos, y está sentada de rodillas en el suelo, es la representación que ella ve de sí misma en la situación en que se encuentra. Cuando Adam inhabilita sus sentidos, esto es lo que ella siente que es. Camino a su alrededor, ella puede sentir que estoy ahí.

— ¡¿Quién es?! ¿Mace? ¿Eres tú?

Sin haber empezado a usar su don está aterrada, pero eso de Mace me dio una idea. Asumiendo que Mace es el otro chico, tomo un recuerdo fuerte que ella tiene de él y lo cambio. Sus ojos aparecen en su rostro, pero no me ve a mí. La obligo a ver a Mace en fila con muchos otros alumnos, del lado de Amelia, listo para pelear con quien aparezca. Hago que vea los horrores que él es capaz de hacer si se lo piden. Hago que lo vea usar el viento como filosas navajas para destruir a quienes alguna vez fueron sus amigos.

— ¡¡No!! ¡¡Basta!! ¡MACE BASTA! ¡DETENTE POR FAVOR!— La veo llorar de dolor, pero no es miedo, no aún. Cambio la visión de Mace por Adam. Y la obligo a sentir como Adam la ataca, una y otra vez. Y detrás de Adam, sin que yo la pusiera ahí, detrás de Adam está Amelia, manejándolo como un muñeco. Y eso me aterra incluso a mí. La chica grita pero no puede correr a ninguna parte. Y yo ahora tampoco.

Por alguna razón que no llego a entender, dejo de tener el control de mi poder. La visión del miedo no sólo la atrapa a ella, si no a mí también. La veo a Amelia, destruyéndolo todo, y en ella veo al dragón, aquel dragón que vi una vez hablándole a ella. Esta vez lo veo detrás de ella, le habla al oído, y nadie más puede verlo. Ella sonríe maliciosamente, una sonrisa que me produce más terror que el enorme dragón que sonríe igual que ella, y ahora imita sus movimientos. Amelia se mueve como él y el dragón la mueve a ella. Es una danza horrible de muerte y de destrucción. Veo cuerpos sin vida, y sangre, y huelo carne quemada en todas direcciones, restos dispersados por el campo. Es una masacre. Es horrible. Me hago pequeña, trato de hacerme una bolita invisible, sumida en llanto. Y todo se vuelve oscuro.

— ¡¿Lanna?! ¡Despierta Lanna por favor! ¡Abre los ojos mujer! ¡Por favor! ¡Despierta!— <<¿Adam? Adam... Tengo miedo, Adam.>> Abro los ojos. Estoy en el suelo, Adam me sostiene en sus brazos y me abraza al verme abrir los ojos. No puedo evitar llorar. Lloro desconsoladamente. Lloro un buen rato así. <<No quiero volver a hacer eso... Por favor no me lo pidas otra vez...>>

— No hace falta, puedes llevarla a descansar, que se recupere, nosotros nos encargamos del otro.— Esa chica, estaba en la guardia que hicimos con Adam y Luna afuera de la Central, es amiga de Luna, su nombre era... Joanne creo...

— Gracias, te debo una.— <<Pero qué demonios...>> Adam me levanta en brazos, y luego de agradecer a su amiga, nos convertimos en sombras. No volvemos a corporeizarnos hasta haber llegado a mi habitación.

— Lanna, yo...

— Vete. Sobran las palabras. Quiero estar sola.

— Pero...

— ¡Que te vayas! ¡No quiero verte ahora!

Adam se va, en sombras, dejándome sola, sentada en mi cama. Me abrazo a mi almohada y no hago más que llorar. Perdí el control hace un rato, me volví víctima de mi propio don. Eso no puede volver a pasarme. No puede volver a pasarme. Ni tampoco puedo dejar que pase lo que vi ahí dentro. Si me aterra es porque algo de realidad tiene. Tengo que hacer algo antes que Amelia destruya todo, y a todos.