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Capítulo 8: Enfermedad

Probablemente se ordenó antes, pero la criada estacionada afuera inmediatamente abrió el camino a Gu Zuo. Lo llevaron a una habitación sin pretensiones y le pidieron que entrara.

Después de que entró, Gu Zuo no necesitó inspeccionar todo para saber que ninguno de los muebles o decoraciones estaban fuera de lugar. El estilo no era de mal gusto ... En comparación, la familia Qi era un advenedizo rico y ostentoso.

Gongyi Tianheng vestía una túnica larga y se sentaba detrás de un escritorio cubierto de documentos no leídos. A su lado se encontraba tranquilamente un joven solemne. Su apariencia era rigurosamente rígida y uniforme. Solo que, a primera vista, las palabras "perro leal" se evocaban en la mente.

Cuando entró Gu Zuo, Tianheng dejó su bolígrafo, miró hacia arriba y sonrió. Su voz era muy suave: "¿Ah, Zuo se despertó? Por favor tome asiento."

Su sonrisa realmente podría iluminar una habitación. Esta cara ... incluso sin la luz de la luna para mejorar sus estadísticas, su belleza estaba fuera de serie.

Gu Zuo no se atrevió a mirar demasiado y se sentó frente a él: "Joven Maestro Gongyi".

Tianheng se rió: "Te he estado llamando Ah Zuo, ¿no sería mejor que me llamaras por mi nombre?"

Gu Zuo lo pensó y sintió que complacer a su patrón facilitaría un entendimiento, pero no podía actuar imprudentemente por encima de su posición. Por lo tanto, cambió a: "Joven maestro Tianheng".

Gongyi Tianheng fue directo al grano y preguntó en voz baja: "Dijiste que puedes curarme. ¿Pero es esto cierto?

Originalmente, Gu Zuo quería confesar sobre su sistema primero, pero su patrón obviamente estaba más preocupado por su salud... lo cual parecía bastante normal. Pero al final, fue difícil explicar si podía tratar su enfermedad o no.

Entonces, Gu Zuo volvió su mirada hacia el joven silencioso.

Tianheng se rió: "Este es el líder de mi fuerza de seguridad personal, la Guardia Tianlong. Es muy digno de confianza ".

Gu Zuo dejó escapar un par de risas huecas, sus ojos decididos.

De hecho, la confianza no era el problema. Más bien, el problema se refería a la seguridad de su vida.

Su patrón era muy inteligente, pero aún así, no podía saber que poseía algo tan extraordinario. No obstante, será mejor que le explique lo suficiente para que comprenda y pueda tomar una decisión informada.

Tianheng entendió claramente y ordenó: "Dragón Uno, estás despedido. No escuches a escondidas ".

El joven severo evaluó a Gu Zuo con una mirada y sintió que incluso el joven maestro podría manejar este pollo débil. Salió rápidamente de la habitación y cerró la puerta.

Gongyi Tianheng volvió a mirar a Gu Zuo: "Puedes estar tranquilo. Esta puerta es especial. Una vez que está cerrado, no se pueden escuchar sonidos del interior del exterior. A pesar de que el Dragón Uno tiene sentidos agudos, porque yo le ordené, no se acercará a treinta metros de esta habitación y escuchará lo que discutimos ".

Gu Zuo se sintió aliviado, pero recordó su enfermedad. Se alarmó un poco y trató de examinarlo: "Primero, ¿puedo controlar tu pulso?"

Tianheng se subió la manga para exponer un poco de su brazo pálido y lo colocó sobre la mesa.

Gu Zuo no dudó y comenzó a buscar a lo largo de su brazo.

Aunque no tenía ninguna experiencia genuina en curar enfermedades, había aprendido lo suficiente para saber tomarse el pulso. Algo tan simple como eso fue fácil de hacer...