Olivia dejó la casa agitada y enfurecida, cruzó el camino sin un rumbo fijo, tan exaltada que podría haber roto algo de haber tenido algo cerca y se alejó por los campos verdes, hacia el cerco que Jonathan había comenzado a reparar esa mañana.
Se frotó el rostro, enfurecida y ahogó sus ganas de gritar.
—¿Es seguro acercarme?
Se giró bruscamente hacia una voz interrumpiendo su furia y relajó sus hombros al ver a Jonathan mirándola desde la altura de su Shire de pelaje negro. Apenas podía distinguir sus rasgos con el sol justo detrás de él y dándole directo en sus ojos café.
—Tal vez, pero si viene a decirme que Madison tiene razón, le tirare del caballo y pateare sus testículos.
Él reprimió su risa y ocultó el brillo de humor en sus ojos mirando hacia la casa a sus espaldas.
—De hecho, venía a decirte que tienes razón en muchos de tus puntos.
—¿E-En serio?
Retrocedió cuando él bajó del caballo y puso distancia entre la enorme bestia de cuatro patas y ella. Jonathan sonrió.
—Considero que sí, en algunas cosas tienes razón.
—¿Cómo por ejemplo?
—Pues principalmente no creo que debas ser obligada a casarte si no lo deseas y tampoco veo que debas tener hijos —. Olivia asintió, agradecida por encontrar a alguien en ese mundo que usara su cerebro—. Pero...No sabes cuidarte sola, no de momento al menos.
—Aprenderé y, aun así, Madison no tenía ningún derecho a mencionar lo que sucedió con los Hill.
—No, no lo tenía. Y por eso venía a asegurarme de que estés bien.
—Lo estoy —. Apartó los mechones de cabello que escapaban de su recogido y respiró hondo—. Solo algo molesta, pero estoy bien.
—Tienes carácter, Olivia, desafortunadamente tu carácter no te llevará muy lejos si no sabes usar un arma —. Él se regresó a su caballo y le extendió una mano para ayudarla a subir—. Le preguntaré al señor Taylor si podemos ir de caza durante el fin de semana y te enseñaré lo básico. ¿Tienes miedo de un caballo?
—Esto no es un caballo, es una bestia...Prefiero algo más pequeño.
—Tranquila, cuidaré de ti...—. Notó la bura en su voz y golpeó la mano que él le ofrecía—. Era una broma, anda...Te llevaré de regreso a la casa.
El resto del día se consumió bastante rápido entre las labores y como había imaginado, James invitó a las mujeres a quedarse por al menos otra semana, hasta que estuvieran sanas y fuertes para viajar a la ciudad, por lo tanto, Jonathan no tuvo que irse y pasó el día entre los caballos y arreglando el cerco. Le gustaba verlo trabajar, como se desenvolvía entre los animales y golpeaba el poste del cerco con la pesada maceta, pero cuando él le regresaba la mirada, volvía a sentirse incomoda y nerviosa por su presencia.
Madison no había vuelto a dirigirle la palabra, lo cual Olivia consideraba un comportamiento infantil, sobre todo cuando ella había sido la grosera en primer lugar. Pero tampoco le había dado importancia y se concentró en sus tareas.
Recién el viernes por la mañana, mientras preparaban el almuerzo y después de dos días sin hablarle, Madison volvió a la normalidad, como si nada hubiera sucedido y Olivia le siguió la corriente para evitar más problemas.
—¿Irás a cazar con el señor Morgan por la mañana? —le preguntó mientras cortaban unas verduras.
—Así es, le he pedido que me enseñe como usar un arma.
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Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOR
Historical FictionOlivia Eades es psicóloga y periodista con una vida hecha en el 1970, con su madre y hermano, sin deseos de casarse o tener hijos, sin preocuparse por la comida que todos los días tiene en su mesa y sin tener que luchar cada segundo para sobrevivir...