43

4K 500 343
                                    

02 de marzo 1861

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

02 de marzo 1861.
Washington D.C

Olivia escurrió un trapo sobre una cubeta con agua y con la ayuda de otras dos muchachas, lavaron el cuerpo de una de las pacientes, limpiando cuidadosamente las llagas en su espalda y vientre. La sujetaron para que se mantuviera de pie y con una toalla seca retiraron la humedad de su piel y le colocaron una camisa limpia.

—¿Cómo te sientes esta mañana, Nancy?

—Mucho mejor, doctora, gracias.

Asintió, enjuagó sus manos en alcohol al igual que las enfermeras y retiró la cortina que aislaba la cama de Nancy para moverse hacia la siguiente mujer. Trasladaron las cortinas con ellas para cubrirla mientras la bañaban y remplazaron el agua y los trapos por otros limpios.

Estaban comenzando a funcionar efectivamente en menos de veinticuatro horas, pero aun les quedaba mucho por hacer y aprender.

El hospital funcionaba mejor que nunca en su primer día siendo asistido por mujeres y hasta Casey Bunker lo admitía, a pesar de la furia de los doctores masculinos. Los pacientes se veían más contentos, algunos seguían gravemente enfermos, pero tenían una gran posibilidad de que pudieran mejorar sus probabilidades en el correr de la semana. La cocina funcionaba limpiamente para distribuir tres raciones de alimento por todas las habitaciones tres veces al día y el equipo de limpieza estaba por culminar de limpiar todas las instalaciones y mantenían las demás impecables.

—Buenos días, Susan, ¿estás lista para un baño?

Se acercó a la cama para retirarle las mantas del cuerpo y la movió suavemente para despertarla. Poco después, descubrió que no estaba durmiendo.

Tomó su mano, fría como un hielo y apoyó dos dedos en su muñeca buscando un pulso. Comprobó un poco más a detalle recostando su oreja contra su pecho y acercando un dedo a su nariz. No respiraba y tampoco escuchaba un corazón.

Cuando miró hacia las dos mujeres que la ayudaban, Shyla y su madre, la señora Butler, ambas sacudieron la cabeza horrorizada y la señora Butler hizo la cruz en su torso.

—¿Harper? —. La mujer que controlaba el ingreso del personal a la habitación, montando guardia en la puerta, corrió hacia ella con su ficha de registros y la saludó—. Necesito comenzar un registro de los pacientes que fallecen. ¿Crees poder hacerte cargo?

—Sí, señora.

—Anota el nombre Susan Bell, edad diecinueve años, causa de muerte sífilis a las ocho y cuarto de la mañana —. Cubrió el rostro de la mujer con las mantas y se apartó, conteniendo su propia angustia—. Debemos llamar al sepulturero para que lleven su cuerpo al cementerio.

—Iré a buscarlo.

Shyla se marchó rápidamente como excusa para poder respirar aire fresco y romper en llanto afuera de la habitación. En momentos como esos se sentía débil. Nunca antes había visto un cadáver y aunque había pensado estaba lista, la realidad superaba sus pensamientos.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now