21 de abril 1865.
White Oak Lands, Minnesota.Para el miércoles ya la señora Finn tenía su casa, aunque esta se encontraba todavía para amueblar y los hombres estaban terminando con la segunda casa, que sería de Derby y Jian una vez se casaran.
Adrian y Eli estaban en el techo con Chester, agregando los tablones para cubrirlo y Jonathan estaba terminando de clavar algunos de los tablones flojos de las paredes. Volvía a usar su sombrero para protegerse del cruel sol de esa tarde y se había quitado la camisa (como casi todos sus amigos) para evitar morirse cocinado bajo el calor, quedando solo con la remera de tirantes que llevaba debajo.
Olivia les apoyó sobre un barril una bandeja con refrigerios y se detuvo para mirarlos avanzar con la casa. Llevaban trabajando toda la semana sin descanso, desde que el sol asomaba hasta pasada la hora en la que se ocultaba y no era exactamente un trabajo sencillo, los tablones eran pesados, martillar tantas veces era agotador (y más de una vez se habían martillado un dedo) y debían avanzar madera por madera, desde todos los tablones del piso hasta todos los tablones de la pared.
—¡Cuidado!
Uno de los tablones se deslizó desde el techo y aunque Chester intentó tirarse sobre la superficie para alcanzarlo, este continuó su rumbo y antes de que impactara contra la cara de Olivia, Jonathan metió su mano en el camino.
Olivia reaccionó segundos después de que todo hubiera sucedido y parpadeó intentando ubicarse. Jonathan maldijo, con su puño cerrado y agitó el brazo en el aire con los dientes apretados.
—¡Tengan más cuidado, joder! —gritó y levantó la vista hacia Adrian y Eli en el techo—. ¡Casi lastiman a su madre! Jodidos niños, ¿estás bien, Olivia?
—Estoy bien...Es mi culpa, no debería estar aquí, perdonen. Jona, muéstrame tu mano.
—Estoy bien.
—No, no lo estás, muéstrame —. Tomó su antebrazo para ver su mano y le movió suavemente los dedos intentando asegurarse de que no se los había roto, afortunadamente (y por milagro) había soportado el impacto de la madera contra su mano—. Te quedara un feo moretón y no tengo hielo para ponerte, ven mójate con agua.
Le zambulló la mano en la cubeta y mientras intentaba masajearle la zona del impacto, él le sujetó el rostro y acarició su mejilla.
—¿En serio estás bien? ¿No llegó a golpearte?
—No, no, tranquilo, no estaría de pie si esa cosa me hubiera alcanzado.
Jonathan maldijo por lo bajo y la atrajo hacia su pecho, solo entonces permitiéndole a Olivia notar que estaba temblando.
—Jona, ey, amor, tranquilo. Estoy bien.
Él no la soltó y se apoyó en su cabeza, abrazándola con fuerza y apretando los ojos.
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Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOR
Historical FictionOlivia Eades es psicóloga y periodista con una vida hecha en el 1970, con su madre y hermano, sin deseos de casarse o tener hijos, sin preocuparse por la comida que todos los días tiene en su mesa y sin tener que luchar cada segundo para sobrevivir...