95

4.1K 449 518
                                    

14 de enero 1866

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

14 de enero 1866.
White Oak Lands, Minnesota.

Derby estaba ebrio en la cocina y Jian no se animaba a entrar hasta que se durmiera.

Podía escucharlo desde el pasillo y ver su sombra moviéndose al pasar frente a la luz de la vela. Estaba tan ebrio que ni siquiera conseguía levantar sus pies para caminar y los arrastraba sobre la madera o tropezaba con sus propios zapatos. Quería creer que era su forma de celebrar que pronto Jonathan tendría mucho dinero, pero había comenzado a embriagarse todas las noches desde hacía ya dos semanas y no necesitaba un motivo para hacerlo.

Escuchó su áspera voz tarareando una de las canciones de viaje que le gustaban y se mordió el labio, intentando que no la notara. Estaba algo refugiada dentro de la habitación de su hijo, donde prefería encerrarse esas noches para evitarlo al menos hasta que se quedara dormido.

—Mami, tengo hambre.

Miró hacia su hijo que estaba sentado en la cama dentro del dormitorio y apoyó su frente contra el marco de la puerta.

—Ya te traigo algo ¿sí?

Liam asintió y continuó pintando en una hoja con las crayolas de Adrian y Jian se enfrentó a tener que dejar el dormitorio. Aun no había servido la cena esa noche, parte del motivo por el cual Derby estaba tan enojado y tampoco tenía ganas de servirla mientras él siguiera en la cocina.

Se obligó a salir del cuarto cerrando la puerta y caminó hasta la cocina intentando no parecer muy nerviosa.

Acomodó las arrugas en su delantal y acarició su vientre abultado que se disimulaba un poco con su vestido. Traía el corsé, pero ya hacía varios meses que no lo ajustaba demasiado. Acomodó su cabello para que no escapara de su recogido y sin mirarlo o hablarle, le dio la espalda para empezar a preparar algo.

Derby estaba sentado en la cabecera de la mesa enfrente a ella, con la botella de whisky en una mano y un vaso en la otra, aunque ya no usaba el vaso para beber y en su lugar bebía de la botella.

Por unos minutos se alegró al pensar que no la molestaría y la dejaría preparar la cena tranquila, entonces lo escuchó comenzar a murmurar quejas por lo bajo y supo que su paz no duraría demasiado. Hizo un esfuerzo extra para ignorarlo, mientras Derby bufaba, se quejaba y continuaba bebiendo, incluso cuando comenzó a hablar más alto para que lo escuchara, intentó no darle importancia.

—...Llego a mi propia casa y ni siquiera tengo algo para comer, maldita sea... —. Se llevó la botella a los labios y echó su espalda hacia atrás sobre la silla—. Oh, pero claro, la señora debe cuidar al malcriado ese...Estúpido niño... ¡Dame de comer, mujer!

No le respondió y continuó preparando una cena, algo rápido y sencillo, pues ya era tarde y debían madrugar. Hizo unos emparedados para Liam y puso otros dos para Derby en un plato, se los dejó en frente con la intención de marcharse con su hijo, pero no lo consiguió.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora