Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOR

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Después de que la señora Finn se marchara de regreso a sus labores, Jonathan se dispuso a ir a la casa y comer algo. Se moría de hambre por haber pasado toda la mañana y gran parte de la tarde en la intemperie, intentando cazar un animal con tan solo un poco de pan en su boca.

Se sentó en la mesa de la cocina con sus amigos y sonrió cuando Olivia le puso un plato de comida en frente y acarició su cabello. Con ella se sentía como un niño, vulnerable e indefenso y no le molestaba sentirse de esa forma, Olivia hacía que se replanteara toda su vida y su futuro y quisiera hacer las cosas de otra manera. Ser un mejor hombre y ser un padre y marido. Nunca antes habría imaginado que acabaría casándose con una mujer tan solo un año después de conocerla, mucho menos que esa mujer resultaría ser su bisnieta. Aun pensaba al respecto algunas veces e imaginaba como sus amigos reaccionarían si supieran.

De tener que contárselo a alguien, solo se lo diría a Derby y Darion. Quería a Uncey a pesar de burlarse de él todo el tiempo, pero lo conocía de años y sabía que Uncey no era muy bueno guardando secretos, especialmente no aquellos que lo dejaban impactado. Y estaba seguro que la historia de Olivia lo impactaría.

Ambos habían logrado dejar su parentesco atrás y que no les impidiera tener su propia familia y así como él a veces pensaba al respecto, se preguntaba si Olivia también lo pensaría. No sabía cómo era la abuela de Olivia o su madre (quien era nieta de Jonathan), pero imaginaba debían ser mujeres muy hermosas para poder aportar a la belleza inalcanzable de Olivia y saber que en cierta forma él también había aportado, le enorgullecía.

Olivia era alta como él y tenían la misma nariz, la misma forma de cabeza y compartían algunos lunares. Los labios de ella eran un poco más carnosos que los suyos y mucho más rosados, pero tenían muchas otras cosas que confirmaban el parentesco y Jonathan no tenía motivos para dudar.

Estiró su mano hasta rodearla por la cintura y ella sonrió de pie a su lado y se dejó caer sobre sus muslos.

—¿Tu comiste ¿verdad?

Olivia asintió y sonrió cuando él rodeó su cintura desde la espalda y descansó su mano sobre su vientre. Miró como acariciaba su vientre disimuladamente y apoyó su mano sobre la suya, sin poder borrar su sonrisa.

—¿Necesita ayuda en algo, señora?

Olivia se acomodó sobre las piernas de Jonathan, manteniendo su postura y miró a Derby, quien se encontraba al otro lado de la mesa.

—Ya que lo mencionas, necesito unas manos extras para poder enfocarme en aprontar todo para la fiesta de Adrian —. Derby asintió dispuesto a ayudarla y cuando Olivia abandonó a Jonathan para ir a la mesada, dándole la espalda, le guiñó un ojo a Jonathan sonriendo—. Puedes comenzar lavando la ropa.

Su sonrisa desapareció cuando Olivia le puso un tarro repleto de ropas sucias y agua en las manos y lanzó el cepillo de lavar ropa y el jabón sobre el agua. La vio mirarlo con esa sonrisa de satisfacción y venganza y tuvo que tragarse su orgullo cuando Jonathan, Darion y Uncey comenzaron a reírse de él.

—¿Segura que no tiene otra tarea para mí?

—Tengo varias, pero puedes comenzar por esta.

Miró hacia Jonathan queriendo estrangularlo por haberle dado aquella idea y abandonó la cocina para poder comenzar a lavar la ropa. No era tonto, había lavado su remera alguna vez en el pasado cuando estaba varado con los hombres en un campamento y no le quedaba de otra, pero nunca había tenido que hacerlo correctamente para que no quedaran manchas u olores en la tela.

—¿Realmente lo pondrás a limpiar? —inquirió Jonathan desde la mesa.

—Él quiere mi perdón ¿o no? Que se lo gane.