💜TRES EN UNA PARTE 1 💜

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WILLIANNY MERAN

💛💜Tres en una

Este relato se basa en Emma y la relación con sus hermanas. Además, hay un Románov que las sorprenderá a ustedes

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Tiempo después de que Emma James ganara el Quinquenio, las hermanas solucionaron sus inconvenientes, y ya se llevan excelente. Sam se disculpó con sus consanguíneas y a partir de ahí todo cambió.

Rachel sigue al lado del coronel, aunque siempre tienen su zona de guerra, usualmente arreglan todo en la cama (como cosa rara). Emma e Ilenko revelaron su relación ante los demás, mal para unos, y excitante para otros.

Sam se fue a vivir al Palacete Romanov un domingo por la tarde, su hermana menor la recibió con un fuerte abrazo, al fin estaban felices, además de que su padre se encontraba sanando, ellas conversaron toda la tarde, recorriendo el nuevo hogar de Sam, Amelie se fue de vacaciones con su abuela y volvía dentro de un mes. Los demás familiares de Boss estaban en el palacete ya que los fines de semana se quedan allá a disfrutar en familia. Todavía la mediana de las James no se acoplaba a la personalidad de su cuñado Ilenko, pero decidió darle una oportunidad.

Luego de cenar, Emma y su esposo se marcharon a sus aposentos a "dormir" y Sam se quedó en la sala contemplando la morfología del lugar, algo que la fascinó, ya que adora visitar lugares nuevos. Son las doce de la noche, ya todo esta oscuro, y la muñeca de cabellera azabache no tiene sueño, por lo que decide ir a la cocina por un vaso de agua.

Como no hay nadie a la vista, se siente cómoda al ir con un conjunto de dormir rojo vino, muy provocativo para su gusto, pero Emma la convenció de usarlo para que se sintiera mas sexy, pues, ya saben cómo es su hermana mayor para persuadir. Sam desde que llegó al palacete sentía que alguien la acechaba con malicia, deseo, y puro morbo; se sintió rara porque esa mirada la humedeció durante el resto de la noche. Sus pezones estaban erectos y se sentía acalorada, odiaba el estado en el cual se encontraba. Por lo que el agua que salió a buscar era tan necesaria para refrescarse.

Al llegar a la cocina y tomar agua, que de hecho, de nada sirvió, porque sentía la presencia de alguien atrás suyo. Esa misma aura peligrosa, sádica y sexosa que te pone como una locomotora. Ella se mantuvo en el mismo lugar, todavía mantenía el mango de la nevera ya que la acababa de cerrar. El hombre que estaba con ella tocó su pelo, deleitándose con él, luego recorrió su espalda y posteriormente sus glúteos, los cuales agarró con desesperación, Sam no sabe como respirar, estaba acalorada. ¿Para qué sirvió el agua? Pues para nada, ya que se sentía mojada, e inquieta.

-¿Qué quieres?-le preguntó Sam al individuo que la estaba toqueteando.

-A ti.- le respondió el portador del acento que la ponía a babear, sin darle tantas vueltas, el hombre tras suyo, le chupó, succiono, y mordió su cuello; al mismo tiempo que pellizcó sus pezones. Ella jadeaba, y empuñaba sus manos. Su cabeza se echó para atrás cuando una de las grandes manos, le apretó el clítoris, posteriormente introdujo dos dedos en su abismo sagrado, sacándole gemidos a Sam. La persona que estaba atrás, la penetraba con sus gruesos dedos, y el la tomó de la nuca e invadió sus labios carnosos con un beso mojado, ella se dejó succionar la lengua por el experto que la estaba masturbando. Ella creyó que estaba delirando ya que nunca se veía en una situación así, como una puberta cachonda.

-Basta...suéltame, esto es malo- le dijo la pelinegra.

-Malo es, todo lo que pasa por mi mente; malo es, las ganas que te traigo desde que vi esos labios; y malo es, que me gusten los que están succionando mis dedos- le dijo en el oído el hombre mientras estaba penetrando a la mujer que estaba delante suyo.

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