💜 AGUAS TENTATIVAS💜

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WILLIANNY MERAN















𝐌𝐚𝐫𝐚𝐭𝐨́𝐧!!!

✨𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜✨

           🐚𝐴𝑔𝑢𝑎𝑠 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑡𝑖𝑣𝑎𝑠🐚

𝑼𝒏𝒂 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒎𝒊𝒕𝒂𝒅 𝒑𝒆𝒛, 𝒎𝒊𝒕𝒂𝒅 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒂.

𝑼𝒏 𝒑𝒊𝒓𝒂𝒕𝒂 𝒔𝒆𝒅𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒔𝒖 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆.

𝟏𝟑𝟐𝟑, 𝑵𝒐́𝒗𝒈𝒐𝒓𝒐𝒅.

Durante el Siglo XIV, los iracundos ushkúiniks, los legendarios piratas de río del norte de Rusia se encontraban saqueando la fortaleza sueca Sigtuna, los sanguinarios y despiadados eslavos se regocijaban al extraer con sus espadas los repugnantes órganos de los soldados de Suecia.

Rusia no se encontraba en su mejor época. Los ushkúiniks sobrevivían con los motines que realizaban cuando viajaban desde el río Vuoksi hasta el lago Ládoga, irrumpían durante las silenciosas noches y embarcaban con rapidez debido a que sus barcos fueron los mejores.

Los sádicos piratas violaban a las mujeres de la aldea sueca, consumían en abundantes cantidades licor, las orgías bajo las carpas y la música rústica no eran del agrado del capitán. Los bárbaros ladrones tenían un solo propósito en los mares europeos, no solo eran las monedas de oro. Navegaban con un solo propósito.

𝑴𝒂𝒕𝒂𝒓𝒍𝒂𝒔.

Sí, a ellas. A unos monstruos engañosos que te deleitan con su voz, pero cuando te sumes de sus pieles, te arrancan la garganta con sus afilados dientes y disfrutan estripar tu corazón para alimentar sus delirios. Tan preciosas como despiadas, las sirenas.

Durante los viajes, el comandante ruso, de belleza vikinga, de altura despiadada y de rostro malignamente perfilado, había pasado todos sus años cazando a esas criaturas. Sus venas celebraban cada que desprendía de sus cuerpos sus escamosas aletas. Ilenko Romanov, el capitán de los ushkúiniks, era conocido como el Dios del mar.

Su falta de alma a la hora de quemarlas vivas, su deseo de sangre, la satisfacción de escuchar sus gritos desgarradores, se habían convertido en su día a día.

Ilenko se sumergía en las fosas del Azov, y con su león, Ushkúi, les arrancaba las cabezas a esas inefables criaturas. Nada lo conmovía, ni sus labios perfilados, ni los tonos en sus ojos, ni sus largas cabelleras o las curvas adornadas de escamas. Solo las mataba con su estaca de plata, por órdenes del rey ruso, Izan, el Grande.

El ruso tenía muchas historias para contar, en algunas donde estaba a punto de morir por la letalidad de las sirenas del Mar Azov. En dos ocasiones su barco estuvo a punto de hundirse y perdió a la mayoría de su tripulación. Su odio por ellas creció y las estruendosas tormentas en las que se sumergía no impidieron que fuese de cacería.

Eran embarcaciones de vela y remo, equipadas con seis pares de escálamos para una docena de remeros, y un león pintado con sus sucias sangres en sus velas. Los piratas rusos descendían de nobles como los Romanov, pero sus seguidores a babor eran asesinos y militares del antiguo ejército ruso.

Aquel día el vikingo ruso se encontraba saqueando el pueblo de Horda, donde quemaron toda la aldea. Ese hombre, mientras se comía una manzana, observaba los motines con joyas y monedas de bronce que trasladaban sus tripulantes. Sus riquezas eran tan inagotables como su atractivo. Su larga trenza caía por su espalda. Sus fusiladores avellanas, si los mirabas, él clavaba su espada en tu cráneo. Era despiadado.

TEAM ILEMMAWhere stories live. Discover now