💜 TRES EN UNA PARTE 5 💜

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WILLIANNY MERAN





𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐕

⚜️𝒀𝒐𝒖 𝒊𝒏 𝒎𝒆⚜️

-Tenemos toda la noche para hablar...

Esas palabras. Crudas, pero con un toque de intensidad carnal habían sumergido a Sam James en una desesperada situación. Se encontraba bajo la imponente mirada de Uriel Románov, quien respiraba encima suyo. Él inhalaba su excitación, su deseo, su extrañeza y sobre todo, el dolor que había causado en ella.

-Yo...- sin poder terminar la oración, su boca se vio abrazada por la de él. Nuevamente, sintió que era el lugar en donde debía estar. Lo necesitaba. Ambos se necesitaban. Eran meses sin sentirse, Uriel la besaba como si no hubiera un mañana, es que tenía tiempo que no tocaba, palpaba la piel de alguien.

Sam, dejó que él recorriera con su lengua su cuello, y como si fuese un vampiro lo succionó. Ella hablaba con fuerza las hebras rusas mientras unían sus frentes.

-Yo te amo Uriel...- aquellas palabras alejaron al ruso, quien la miraba fijamente a los celestiales ojos mientras saboreaba sus labios. Sam miró al suelo decepcionada del silencio pero se sorprendió al sentir como esa persona la tomaba de la barbilla haciendo que se levante de la cama para retirarle la pijama y dejarla completamente desnuda.

Se sorprendió aún más cuando escuchó lo que dejó congelada:

-No eres la única.- Dijo el ruso, quien la tomaba de las mejillas. -Creo que lo hago desde que te hice mía, 𝑯𝒆𝒌𝒔.

Su sistema nervioso la descontroló, sus lágrimas no se hicieron esperar, sus labios temblaban, las hormonas la hicieron sollozar. Mientras él, que borraba los rastros de esos líquidos salados, la acercó más y rodeó su cintura con los brazos sintiendo los pezones erectos que lo desestabiliza. Ambos iluminados por la hipnotizante luz de Luna. Uriel acercó su rostro hacia ella y besó su frente. Y así perduraron alrededor de unos minutos hasta que ella se aleja.

Asustado, cree que está enojada porque sabe que es un inútil. Sam, desnuda, se acerca a la enorme ventana a observar la tranquila noche. Sintió esa acelerada respiración tras su espalda que la erizó. Al voltearse se decidió a entregarse al hombre que la volvía loca y hacía que su corazón bombease más. Con sus delicados dedos desabotonaba la camisa de seda de él, y al terminar la acción con su mano recorrió los aterciopelados abdominales del ruso. Acercó sus labios a ellos, para luego descender mediante húmedos besos hasta su vientre.

Uriel respiraba completamente, ya que al sentir esa boca en su piel lo hacía afirmar que está perdido por ella quien inesperadamente retiró su correa y abrió su pantalón. Sam recorría la tela del bóxer, desesperándolo más. Al bajarlo liberó lo que tanta hambre le causaba. Liberó ese grueso y venoso falo, haciendo que se muerda los labios.

Ella levantó la mirada al encontrarse arrodillada. Con sus manos en los muslos de su acechador. Lo cautivó con sus intensos azules mientras ella le sonreirá. Sam palpó suavemente el miembro de Uriel sin desviar la atención de su cara.

-¿Quieres?- preguntó ella sonriente.

-Lo que tú quieras, Sam.- respondió él con un hilo de voz. Y eso era todo lo que necesitaba ella para acerca su lengua al glande ruso. Y al hacer eso, Uriel recostó su cabeza en la gran ventana ya que sus fuerzas desaparecían al sentir la cálida boca de su criatura. La mujer succionaba y lamía su miembro profundamente derramando excesivamente saliva.

Ella nunca dejaba de mirarlo a los ojos. Mientras él le jadeaba. Sam disfrutaba verlo desbordado en placer, gozaba cómo blanqueaba los ojos , como se mordía los labios y como le decía cosas ''lindas''. Uriel hundía sus dedos en la cabellera de Sam y procedió a follarle la dulce boca. Era un ir y venir lo que hacían. La cálida lengua de la mujer sonaba el glande de él causando que el ruso se corriera en su pecho.

TEAM ILEMMAWhere stories live. Discover now