WILLIANNY MERAN
𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐕𝐈 (𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥)
✨¿𝑱𝒖𝒏𝒕𝒐𝒔?✨
Sam James, una mujer que no se impresiona fácilmente, obstinada y difícil. Esas cualidades las describen ante los demás pero no ahora que está sin palabras cuando Uriel Romanov está frente a ella semidesnudo, mojado y con una estúpida sonrisa burlesca. Que desfachatez pensaba ella, no podía permitir estar a solas con él.
-¡Llévame a Rusia o no respondo!-exclamó Sam, empujándolo fuertemente-¡Hazlo ahora!
-¿O qué, Sam?-la retó el hombre.
Sam se había quedado en silencio viéndolo fijamente. No sabía que responder, en realidad no quería volver por ahora. En ese instante ambos se dijeron a través de sus miradas lo que no podían expresar en palabras.
Y no pudo.
Sam James se abalanzó a los brazos de Uriel, quien la elevó sintiendo las piernas de ella rodear su cintura. Al abrazarlo por unos minutos la mujer acerca lentamente sus labios a los de él y lo besa como una fiera, con salvajismo, furor y calidez. El hombre sujetó su nuca y la pegó más a él sobando su erección en el sexo de ella.
No podían separarse ya que no se besaban en meses, ambos anhelaban esa rica textura de sus labios. Sam repartía pequeños besos en el cuello de Uriel mientras él levantaba su cara para besarle las rojas mejillas.
-Yo también te extrañé...-. Susurró tímidamente Sam mirando la boca del hombre mientras este se mordía el labio inferior. Uriel la bajó al suelo para verla mejor. Era todo lo que quería. Estar con ella a solas. Su vestido floral se encontraba mal puesto, su melena despeinada, sus pies descalzos y la cara colorada.
.-¿Qué me ves?-preguntó Sam.
-Lo hermosa que eres-. Sam se sonrojó aún más ya que nunca habían hablado así. Pero tenían una conversación pendiente, cosa que la puso seria. -Tenemos que hablar Uriel.
El ruso asiente mientras ella trata de encaminarse hacia adentro, pero él la detiene. -Primero vamos a darnos un chapuzón-. Le dijo él quien la cargó.
-Uriel, no...-. Tarde, porque ya estaban bajo la cristalina playa. Sam traga mucha agua por lo que empieza a pegarle al hombre quien no puede contener la risa.
La mujer, molesta sale del agua y es seguida por Uriel, los dos mojados toman asiento en la orilla de la cama sin decir nada. Hasta que Sam rompe el silencio.
-¿Por qué me engañaste? ¿Por qué desde un inicio no me dijiste que eras casado y jugaste conmigo de esa forma, como si fuese una cualquiera?- Sam explotó, escupió todo lo que tenía resentido en su interior-¿Por qué ahora Uriel?
Sam no podía verlo debido al enojo. Lo quería, sí. Pero todavía le dolían algunas cosas. Uriel tomó sus manos y besó sus torsos.
-Créeme que soy un maldito imbécil por no decirte la verdad sobre mí. Eres algo nuevo, algo que me atrapó desde que te tuve aquella noche. Desde ahí no dejé de pensar en ti. Juro que después de lo que viste no he tocado a una sola mujer. Solo pienso en ti, Heks-.
Sam no sabe si creerle o no. Todo es tan confuso. Sus ojos se empañan. No sabe ni por qué tiembla.
-No sabes cómo lamento el dolor que te causé. Se que no somos iguales, vengo una forma de vida diferente que estoy dispuesto a cambiar por ti, si tú quieres. Dejé a Yelena por ti, porque me gustas y no soporto que otro hombre toque lo que es mío. Porque lo eres desde que te penetré.
